Según Perspectivas económicas: Las Américas del FMI, publicado el pasado 27 de abril, se presenta su visión sobre el crecimiento de la región que se contraerá un 0,5 % en 2016, lo cual significa dos años consecutivos de crecimiento negativo, por primera ocasión desde la crisis de la deuda de 1982–83. Sin embargo, esta cifra, oculta que la mayoría de los países de la región siguen creciendo, de manera moderada pero firme, mientras que un pequeño número de economías —que representan aproximadamente la mitad de la economía de la región— se enfrentan a una recesión, principalmente debido a factores internos.
La desaceleración de la actividad refleja una demanda externa débil, un nuevo descenso de los precios de las materias primas, condiciones financieras más duras y volátiles y, en el caso de algunos países, importantes rigideces y desequilibrios internos. A la vez, muchos países han experimentado fuertes depreciaciones de la tasa de cambio, principalmente debido al deterioro de la demanda externa y de los términos de intercambio.
Diferencias dentro de la región
Brasil sigue sumergido en una profunda recesión y la actividad económica se ha contraído un 3,8 % —la misma tasa que en 2015— debido a problemas económicos y políticos. Argentina y Venezuela se enfrentan a una contracción del producto de alrededor del 1 % y el 8 % en 2016, respectivamente; sin embargo, las perspectivas de crecimiento a mediano plazo de Argentina han mejorado notablemente debido a la transición actualmente en curso para eliminar las distorsiones y desequilibrios internos y corregir los precios relativos. En Chile, el FMI pronostica que el crecimiento se desacelere al 1,5 % en 2016, debido al deterioro de la confianza y al bajo nivel de inversión en el sector de la minería. En Colombia el FMI prevé una disminución de la tasa de crecimiento al 2,5 %. En Perú, la economía se ha fortalecido y el FMI pronostica que el crecimiento siga en aumento al 3¾ % en 2016, impulsado principalmente por las inversiones en el sector minero.
Las perspectivas de crecimiento para México y América Central se mantienen sólidas en un contexto de continua recuperación en EEUU y el envío de remesas familiares. Se prevé que México siga creciendo a un ritmo moderado del 2,4 % en 2016. Para los países de América Central se proyecta que el crecimiento del producto regional sea del 4¼ % en 2016 beneficiando por los bajos precios del petróleo y la continua recuperación en EEUU.
En el Caribe, las perspectivas de crecimiento siguen siendo favorables para los países que dependen del turismo. En cambio, las perspectivas de crecimiento se están deteriorando para las economías dependientes de las materias primas.
Riesgos a la baja
Las perspectivas regionales están sujetas a varios riesgos a la baja. América Latina sigue siendo particularmente vulnerable a una desaceleración mayor de China —el destino del 15 % al 25 % de las exportaciones de Brasil, Chile, Perú, Uruguay y Venezuela— y a nuevas caídas en los precios de las materias primas. Una desaceleración en China contribuiría a reducir los precios de las materias primas e incrementar la percepción del riesgo corporativo.
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