La Reserva Federal mantiene la tasa de interés

El 16 y 17 de septiembre, siete años después de la quiebra de Lehman Brothers, la Reserva Federal (la Fed) se reunió para determinar si mantener o aumentar la tasa de interés de referencia que ha permanecido fija en el límite inferior desde diciembre de 2008 y que hubiera sido la primera alza desde junio de 2006.  La Fed decidió mantener la tasa.

Los dos elementos principales que se tuvieron en consideración, aunque no los únicos, son que la tasa de desempleo fue de 5.1% en agosto del 2015 y que la tasa de inflación medida por el índice de precios al consumidor ha sido del 0.2% anual en los últimos doce meses (de agosto de 2014 a agosto de 2015), fue de 1.5% en 2014, o sea, inferior a la meta establecida del 2%.

Si bien la tasa de desempleo histórica es mayor que la tasa de agosto y de por si sola justificaría el aumento de la tasa de interés, el nivel de participación laboral de la población de más de 16 años se mantiene baja, 62.6% en agosto de 2015.  De hecho la tasa de desempleo sería del 10%, si se ajusta por el nivel de participación laboral del cuatrienio del 2005-2008 que en promedio fue del 66% y no justificaría aumentar la tasa de interés.

Una medida amplia de la tasa de desempleo, U-6, que considera la tasa de participación y no incluye los empleados a tiempo parcial, que la presidente de la Fed, Janet Yellen, menciona implícita o explícitamente, y que posiblemente utilice en la determinación de la política monetaria, aumentó de 7.9% en diciembre de 2006 hasta 17.1% en diciembre de 2009, pero después ha disminuido consistentemente todos los años hasta 10.3% en agosto de 2015.

Asimismo, el empleo total de 149.0 millones de agosto de 2015 apenas superó en 3.7% el nivel de empleo promedio de 2007, el mayor en un año anterior a la gran recesión-crisis financiera.  Si la Fed aumenta los tipos de interés pronta e intensamente, entonces la economía podría tender a enfriarse con el empeoramiento de las perspectivas de empleo para los 2.2 millones de trabajadores que han estado desempleados por 27 semanas o más (más de 6 meses), los 1.8 millones de trabajadores potenciales que no se cuentan como desempleados y se haría más difícil aumentar las horas de trabajo de los 6.5 millones de los empleados a tiempo parcial, que preferirían trabajar a tiempo completo.

Por otra parte, la tasa de inflación es baja y se espera que lo continúe siendo debido a la fuerte caída del precio del petróleo en particular y de las materias primas en general, la apreciación del dólar y porque aún no ha hay mayores presiones de aumentos salariales.  La tasa de inflación anual es 0.2% y de 1.8% si se excluyen los precios de energía y los alimentos.  El aumento del salario por hora sigue aún sin intensificarse.  Creció a una tasa anual del 1.99% en 2014 y de 2.2% entre agosto del 2014 y agosto del 2015, en contrate con 2.07% de 2013.  Los incrementos salariales por hora fueron de 3.15% en 2008 y 2.07% en 2009, respectivamente.

Señalando las limitadas presiones salariales y la baja inflación registrada, la Fed decidió proceder con cautela y postergó nuevamente el aumento de la tasa de interés de referencia.  No parece aún dispuesta a elevar las tasas en ausencia de una mayor evidencia de presiones inflacionarias o salariales.  Asimismo, puntualizó que la incertidumbre sobre la economía global aconseja cautela y es la conducta más sensata. La reciente evolución económica y financiera en China y los países emergentes podrían lastrar la actividad económica de EEUU, dejando claro que la decisión tomada tiene que ver con factores externos.

Algunos economistas, entre ellos Alan Blinder de Princeton y Glenn Hubbard de Colombia, han cuestionado la decisión de la Fed considerando que introducido consideraciones externas ajenas a su mandato basado en las metas de inflación y el nivel de empleo, especialmente cuando hay un robusto aumento en el nivel de empleo de EEUU.

Un tema que genera serias preocupaciones en los mercados  financieros es que con las políticas heterodoxas de la Fed de una amplia expansión de la base monetaria y de muy bajas tasas de interés pueden estar distorsionando los mercados,  haciéndolos volátiles y fomentado conductas riesgosas.  Consecuentemente, la política monetaria se debería corregir, normalizándola y aumentando la tasa de interés tan pronto sea posible.  

Así, desde fines del 2014 existe la preocupación en los mercados financieros sobre cómo la Fed procederá a aumentar la tasa de interés y a vender los valores públicos que estuvo adquiriendo hasta 2014 -- el programa de compra de bonos terminó en octubre de ese año -- que se identificó como el del fin de la flexibilización cuantitativa y de la compra de valores públicos por la Fed.  La Fed posee activos por valor de unos US$4,487 mil millones de dólares, o sea cuadriplicó la base monetaria, aunque más de la mitad está en forma de reservas excesivas de los bancos comerciales.

Todo parece indicar que habrá un encarecimiento del precio del dinero antes de que termine el 2015, algo que es asumido por el sector financiero, los economistas en general y la mayoría de los miembros de la Fed; 13 de sus 17 miembros aún consideran que el incremento de la tasa se dará en 2015.   Diciembre, parece el mes más propicio, porque es una reunión con una rueda de prensa posterior, pero esto tampoco es definitivo.  En junio, eran 15 de 17 que creían que sería en setiembre.  Obviamente, la incertidumbre externa hizo mella en la Fed.

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