En todas partes del mundo se celebra el primero de mayo, como Dia Internacional del Trabajo
La situación de los trabajadores en Estados Unidos en la octava década del siglo XIX era muy difícil, como en otras partes del mundo. Sin embargo, emigrantes de diversos países europeos iban a Estados Unidos en busca de una mejor situación económica.
José Martí, cubano, que residió mucho tiempo en Estados Unidos, escribió en 1882: “ Estamos en plena lucha de Capitalismo y Obreros. Para los primeros son el crédito en los bancos, las esperas de los acreedores, los plazos de los vendedores, las cuentas de fin de año. Para los obreros es la cuenta diaria, la necesidad urgente e inaplazable, la mujer y el hijo que comen por la tarde lo que el pobre ganó para ellos por la mañana; y el capitalista holgado constriñe al pobre obrero a trabajar a precio de miseria”
“Todos hoy, italianos, alemanes y judíos rusos abrazados fraternalmente por las calles y acudiendo a reuniones entusiastas en que se hablan a la par todas las lenguas, demandan a las compañías de ferrocarril, que hace poco aumentaron sin pretexto los precios de la carga, un nuevo sueldo y nuevas garantías.”
Por otro lado, de los grupos de trabajadores, colaboradores y personas dedicadas a la protección de la clase trabajadora surgió la idea de que el día debía tener una distribución proporcional. Las 24 horas debían ser divididas en tres parte: 8 horas para trabajar, 8 horas para estudios y asuntos familiares y 8 horas para dormir.
Pero la situación en esa época era distinta: Por ejemplo; en Minnesota había una ley que imponía una multa de 25 a 100 dólares “ a cualquier funcionario o empleado de ferrocarril que obligase a un maquinista o fogonero a trabajar más de DIECIOCHO (18) HORAS DIARIAS, salvo en caso de urgente necesidad.”...
Los horarios de 12, 14 y 16 horas diarias eran normales: muchos trabajadores debían integrarse a sus labores a las 5 de la mañana y retornaban a las 8 ó 9 de la noche; así, muchos trabajadores no veían a su mujer e hijos a la luz del día.