En la agenda de lucha de los trabajadores latinoamericanos y caribeños de la comunicación social y de la cultura, para alcanzar, más temprano que tarde, sus más caras reivindicaciones sociales y económicas, figuran el derecho al trabajo y el derecho a la libertad de expresión. El primero, entendido como deber y derecho de todos los seres humanos, en tanto representa la base del bienestar de cada uno de nuestros pueblos. El segundo como gran poder mediático que construye, enseña y manda en las conciencias del mundo.
En la convergencia fundacional de sindicatos y gremios que hizo posible el nacimiento de la FELATRACCS, uniendo fuerzas y voluntades, hicimos mención que más allá de las alternativas y confrontaciones políticas que existen en nuestra región, corresponde a los poderes del Estado y a los poderes fácticos, reconocer al trabajo como fuente principal de la riqueza, por cuanto ésta se fundamenta en principios de justicia social orientados a la dignificación y medio de realización de la persona humana. De igual manera, señalamos a viva voz que el derecho a la libertad de expresión es un derecho matriz, vale decir madre, un derecho fundamental porque solo en una sociedad donde se respeta la misma, se podrá ejercer a cabalidad los derechos políticos y sociales.
Este 1 de mayo y el siguiente 3 de mayo guardan íntima relación con la agenda de lucha de nuestra Federación latinoamericana y caribeña. En el "Día del Trabajo" rendimos homenaje a quienes ayer, en todos los continentes, ofrendaron sus vidas, sufrieron carcelería, persecución y "muerte civil", por hacerle saber y enfrentarse a los poderes económicos y políticos que el orden social y su progresivo desarrollo deben en todo momento subordinarse al bien de la persona humana, sin discriminaciones, sin marginaciones.
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