¿Sindicalismo en Cuba?

Día del Trabajo en Cuba sin demandas obreras Habana Vieja, La Habana, (PD).─ ¿Cómo se puede comprender que el propio gobierno cubano al mismo tiempo represente a los sindicatos de los trabajadores cubanos, y que el sindicalismo cubano esté totalmente alineado a los intereses del Estado por estar compuesta la nomenclatura de los sindicatos cubanos por hombres y mujeres que forman parte del gobierno?

Si mañana veo a uno de estos dirigentes de los sindicatos cubanos vestidos con el uniforme del MININT no me asombraría. Todos y cada uno de los individuos que ocupan puestos de poder en nuestra aberrante sociedad son hombres del gobierno que lo mismo serían generales, viceministros, o presidentes de un club de computación. Todos pertenecen al gobierno de los Birán Brothers y responden a los intereses de este grupito inepto que nos gobierna hace más de medio siglo.

¿Cómo es posible que una dictadura también represente la defensa de los obreros contra la mala administración de esa propia dictadura? Y después al grupito de poder que ahora detentan el poder en Cuba les molesta cuando se le califica de dictadores.

El día que los sindicatos de trabajadores cubanos sean independientes del Poder del Estado, cualquiera que este sea, entonces sí que podríamos suponer que los sindicatos son representantes y defensores de la clase obrera.

Mientras tanto, el sindicalismo en Cuba es una cínica comedia conocida no sólo por todos los cubanos sino por el mundo entero.

¿Cuándo se ha visto, en la historia humana que los intereses de una minoría que gobierna coincida con las necesidades reales de un obrero?

No tengo términos, por mucho que busqué en el diccionario, que exprese la doble moral y el doble actuar del gobierno cubano.

Sin caer en la ingenuidad de pensar que de forma pura existe en algún lugar del mundo un sindicato totalmente independiente al gobierno, pienso que esta mentira del sindicalismo en Cuba ha terminado por convertirse en una verdad que demuestra hasta qué punto la sociedad civil ha sido destruida. No obstante, en otros países, existan o no compromisos y alianzas con los gobiernos, los sindicatos han logrado ganarle algunas batallas a los gobiernos. De hecho, un gobierno que permita que los obreros desfilen por las calles de sus ciudades protestando contra el gobierno nos demuestra que sí tienen cierto nivel de independencia y que sus gobiernos no pueden ser calificados de dictaduras. Luego entonces todo indica que la libertad de expresión y organización independiente del gobierno existe en otros países.

Estoy seguro que muchos de nuestros jóvenes no pueden calcular la importancia que significaría la restauración de la sociedad civil en Cuba para el desarrollo en todos los sentidos de nuestra Nación. Tampoco podemos tener una visión maniqueísta de la realidad que nos rodea. Pues desde que el Señor Presidente Raúl Castro Ruz heredó el poder de su hermano se han dado algunos pasos positivos para la reconstrucción de una sociedad civil en Cuba. Lo que pongo en duda es que ese proceso lo terminen los que actualmente nos gobiernan por dos razones: ya no les alcanza el tiempo de una vida y en caso de que vivieran más de 100 años, no podrían realizarlo porque en ese proceso tendrían que renunciar al poder y cederle sus puestos a una generación de cubanos que no atacaron el Cuartel Moncada y no vinieron en el “Granma” desde México, y no fueron guerrilleros en la Sierra Maestra.

Con los fallecimientos y los nuevos cuadros de dirección que ocurrirán y llegarán, muchos patrones inamovibles de conducta en la conducción del gobierno irán desapareciendo y pasarán, poco a poco, al olvido.

Cuba, no sólo en materia de sindicalismo independiente, sino en la división de poderes (legislativo, judicial, y ejecutivo) tiene mucho por aprender.

La reconstrucción de la sociedad civil en Cuba no será tarea fácil para los cubanos que han padecido más de medio siglo de disparates de todo tipo.

* Periodista independiente y escritor. Reside en la Habana Vieja.

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