Un cable reciente de Reuters de Marc Frank, periodista radicado en Cuba y autor de Cuban Revelations: Behind the Scenes in Havana, libro que presenta una visión indulgente de los cambios raulistas, señala severas dificultades y fragilidades externas de la economía isleña.
Frank indica que los ingresos del níquel y los servicios profesionales de Venezuela están disminuyendo, lo que ha agravado los efectos de una fuerte sequía, y ha determinado que el gobierno comience a recortar importaciones y haya solicitado extensiones de plazos para efectuar pagos externos, como lo hizo en 2008 y 2009, lo que afectará a la inversión extranjera. Las importaciones de bienes no ha superado los niveles de 2008 y 2013.
Simultáneamente persisten las noticias del aumento de la funesta emigración, principalmente de los jóvenes, lo que acentúa las adversas tendencias del capital humano nacional, como apuntó el exministro José Luis Rodríguez el pasado julio, y para la prestación de servicios sociales a la población de la tercera edad.
La situación del sector externo era previsible a principios de 2015, así lo expuse en ¿Que se viene en Cuba? el pasado 21 de enero en estas págínas y estaba implícito en el análisis de José Luis Rodríguez sobre los resultados del primer semestre de 2015. Veamos algunas variables relevantes.
El valor de las reexportaciones petroleras de Venezuela (unos 55 mil barriles diarios (mbd), dado que Cuba solía recibir unos 105 mbd, pero utilizaba unos 50 mbd internamente), son menores en US$ 1 mil millones solo por la caída del precio del crudo en 2015. Sin embargo, probablemente la disminución sea aún mayor debido a la reducción de los envíos de petróleo por la situación venezolana. La construcción y expansión de las refinerías petroleras que se estaban construyendo en Cuba con la ayuda venezolana están paralizadas.
También, el ingreso en dólares por la “exportación“ de servicios médicos a Brasil está disminuyendo debido a la depreciación del real. Concretamente, bajo el supuesto que el gobierno cubano retiene el 70 % del salario mensual de 10.000 reales pagado a los 11.500 médicos en Brasil, el ingreso mensual era de unos $29,9 millones en enero de 2015, pero es de $20,7 millones a finales de octubre.
El precio de níquel ha caído de $7 por libra en enero de 2015 a $4,76 en octubre, el menor nivel desde 2008. Además, la empresa Sherritt está incurriendo en pérdidas por la caída de los precios del níquel y crudo.
El número de turistas llegados de enero a setiembre en 2015 aumentó en 18% en relación con igual periodo en 2014, pero según la ONE los ingresos disminuyeron en 1,6% de enero a junio en 2015 con respecto a igual periodo en 2014. Asimismo, la disminución de los precios de los alimentos importados en 2015, que según la FAO, debería ser de un 19% respecto a 2014, o aproximadamente un ahorro de unos US$400 millones de importaciones anuales, se ha afectado por la sequía como señaló Frank.
Lo indicado en el cable de Frank y los efectos resumidos de los cambios en las variables relevantes muestra una dinámica que se traducirá en mayores desabastecimientos (escaseces) e inflación. Los resultados ya son evidentes como reconoció José Luis Rodríguez en sus comentarios de julio sobre el primer semestre de 2015.
Conviene enmarcar la situación isleña en el contexto internacional caracterizado por la ralentización económica de China y de los países emergentes, que a su vez se debe a la caída de los precios de las materias primas y la ralentización de China, así como a las expectativas de un inminente aumento en dicembre de la tasa de interés de referencia por la Reserva Federal de EEUU que afectará los movimientos de capitales internacionales. Para enfrentar este entorno la tasa de cambio se ha ajustado en varios países entre enero y octubre de 2015. Por ejemplo, en la región, se ha producido una depreciación del 13,8% en Canadá, de 44,6% en Brasil, 23,6% en Colombia, 13,5% en Chile y 12% en México. Además, se espera que los ajustes cambiarios continúen con el aumento de la tasa de interés de EEUU a partir de diciembre.
En resumen, Cuba enfrenta la necesidad de efectuar ajustes no solo para superar la situación de atraso y el empobrecimiento tratada por Raúl Castro —en su discurso del 26/07/2007 cuando destacó que el salario del trabajador era insuficiente para cubrir las necesidades básicas y que, por lo tanto, se requerían reformas estructurales y de concepto—, sino además el adverso entorno internacional para los países emergentes en general y para la Isla en particular. Continuar ignorándolos sólo agudizará los problemas de desabastecimiento e inflación y las vulnerabilidades existentes.
El gobierno cubano ha mantenido una doble ineptitud inmovilista, de conservar un sistema socialista estalinista que ha fracasado a nivel internacional, aunque haya efectuado algunos cambios marginales, y de políticas económicas erróneas que lastran aún el sistema socialista como la preservación de una irrealista y distorsionadora una dualidad monetaria y cambiaria que constituye una restricción mayor para que el país acceda a los recursos externos que requiere para invertir y crecer.
Pablo Milanés (quien dijera que “el noventa y pico por ciento de la población y de la situación del país siguen exactamente igual o peor”) y Alex Castro han ofrecido explicaciones relevantes y complementarias sobre las causas del inmovilismo gubernamental: el estalinismo prevaleciente y la corrupción burocrática subyacente.
Paralelamente los apologistas del Gobierno cubano siguen aferrados a solicitar medidas a la administración del presidente Barack Obama, tales como eliminar el embargo, la devolución de la base naval de Guantánamo y hacer reparaciones por el embargo, pero a su vez desconocen y callan sobre el inepto inmovilismo gubernamental que es el que impide el progreso nacional. El Gobierno no deberá continuar desperdiciado las amplias oportunidades brindadas por la apertura de Obama y la visita del papa Francisco para facilitar los cambios imprescindibles y mejorar la situación de la ciudadanía.
Afortunadamente una nueva generación de compatriotas enfrenta con tesón, convicción y fortaleza el fracaso del Gobierno cubano e intenta revertir la inercia gubernamental de aferrarse al sistema vigente y mantener su inmovilismo. Solicita cambios imprescindibles para lograr un mejor futuro para nuestra ciudadanía. Asimismo, la generación histórica prepara un cambio generacional cuya única opción realista y sostenible será modificar las instituciones y políticas vigentes que le entreguen.