Hay tres aspectos principales, aunque distintos, relacionados que el nuevo papel del renminbi (RMB) en los mercados financieros internacionales y con el papel de las autoridades públicas chinas. Su uso como medio de pago internacional; su (libre) convertibilidad y las restricciones y controles existentes a las entradas y salidas de los movimientos de capital en China; y su rol como reserva internacional y la protección y confianza que brinde ante posibles crisis de balanza de pagos.
En el año 2015, las operaciones comerciales en RMB fueron de aproximadamente US$1.700 mil de millones, o una cuarta parte del volumen de comercio externo de China. Las autoridades chinas ha desarrollado facilidades para convenir las transacciones internacionales transfronterizas en RMB. Estas facilitadas están ganado fuerza, pero aún son de una escala moderada. Actualmente, el RMB es la quinta moneda más importante para pagos internacionales (después del dólar, el euro, el yen y la libra esterlina), pero es menor al 3% de los pagos mundiales para el comercio transfronterizo y las transacciones financieras. China tiene aproximadamente el 13% del PIB mundial (16% si se mide por la paridad de poder adquisitivo) y el 11% del comercio mundial de mercancías.
Después de enfrentan fuertes presiones para evitar la apreciación del RMB durante la crisis financiera (2008-2014), China que sostuvo fija el tasa de cambio en dólares, acumuló RMB por unos US$4.0 millones de millones en reservas internacionales; pero en el verano de 2014 comenzó a enfrentar leves presiones para su depreciación porque China mantuvo una política monetaria más expansionista que EEUU a partir 2008. Desde el año 2015 a la actualidad, China experimentó una disminución en sus reservas internacionales en RMB a US$3.2 millones de millones en reservas internacionales, porque continuó la política monetaria expansionista, mientras EEUU la detuvo primero y la revertió después. Así cuando China devaluó el tasa de cambio del RMB en agosto de 2015 (2% de la tasa de nivel con respecto al dólar) permaneció sobrevaluada, es decir, las autoridades no la hicieron suficientemente.
Con la inclusión para octubre de 2016 del RMB en la canasta de monedas internacionales que componen los Derechos Especiales de Giro del FMI, con un peso de 10.9%, lo convertirán en una moneda de reserva global. Varios bancos centrales están llevando a cabo, o han anunciado planes, para emplear el RMB en su cartera de reservas internacionales. El Banco Popular de China (BPC) ya ha establecido acuerdos de intercambio de divisas con 34 bancos centrales.
China está eliminado gradualmente y en forma selectiva las restricciones y controles a las entradas y salidas de los movimientos de capital. De facto la cuenta de capital es más abierta, pero todavía permanecen amplios controles y restricciones a los movimientos de capital. Un tipo de cambio más realista y flexible es necesario para que los movimientos de capital sean más flexibles. Así China se enfrenta dos grandes desafíos del política interna que influirán el papel del RMB como reserva internacional: determinar una tasa de cambio más realista y flexible compatible sobre el equilibrio y la sostenibilidad del alto crecimiento económico de China y a la vez influir sobre los inversores en RMR para que confíen en el compromiso de conservar una inflación baja, niveles sostenibles de deuda pública e ir eliminando las restricciones y controles a los movimientos de capitales.
La secuencia para una efectiva apertura externa del RMR, manteniendo la estabilidad financiera y reduciendo los riesgos a una mayor volatilidad, es la liberación de los flujos transfronterizos mediante la tasa de cambio más realista que flote más libremente, y entonces proceder a elimina progresivamente las restricciones y los controles a las transacciones en los movimientos de capitales. Es probable que la principal limitación a la creciente importancia del RMB como reserva internacional sea consecuencia del estado de desarrollo de los mercados de cambios y financieros de China que requieren más claridad y transparencia de sus políticas.
Las turbulencias en los mercados bursátiles y financieros de China en enero y febrero de 2016 se fueron a intervenciones públicas y sugieren que las restricciones a las transacciones financieras, en ausencia de reformas orientadas a profundizar y liberalizar los mercados cambiario y financiero y a tener instituciones del mercado más amplias y confiables, generaron mayor volatilidad con limitado beneficios temporales. Se requieren reformas institucionales de gran envergadura, tales como una mejor gestión cambiaria y financiera, con normas internacional de contabilidad y auditoría, y marcos reguladores y supervisión más fuertes, confiables y efectivos. El fortalecimiento de los controles de capital para limitar la entrada y salida de capitales en la ausencia de tasa de cambio más realista y flexible del RMB daña la confianza de los inversores y obstaculiza la aceptación internacional del RMB como moneda de reserva global.
La mayor apertura a los movimientos de capital sin un tipo de cambio más realista y flexible determinado por mercado, también complica mantener una política monetaria expansiva. Se necesitan medidas para el fortalecimiento del mercado financiero a nivel internacional, tales como, modernizar las regulaciones y supervisión del sistema bancario y financiero para disponer de acciones y bonos más estables y lograr una mejor asignación de recursos en China y para la aceptación del RMR como reserva internacional.
A pesar de sus mejores intenciones el BPC está en el dilema de imponer controles y restricciones para evitar movimientos de capital que son solo un sustituto temporal y peligroso. Realmente China requiere es una acción decidida y concertada para estimular es en el RMB en lugar que establecer más incertidumbres e inseguridades.
En el futuro próximo el RMB podría tener una importancia creciente como divisa internacional, disminuyendo el rol relativo del dólar y otras monedas internacionales como medio para realizar operaciones comerciales transfronterizas, así como medio para acumular reservas internacionales. Pero para ello es fundamental que China persigan políticas públicas más apropiadas y flexibles que las actuales.