Pedro Gómez Barrera
dejó una importante huella en Colombia
Iba a escribir sobre el “zaperoco” creado por Gustavo Petro, con sus malpensadas y poco estudiadas reformas, como la de salud y la de pensiones, y con sus obtusas amenazas, divisorias e incendiarias, gritadas desde un balcón del palacio presidencial, al estilo del trasnochado comunismo del siglo pasado. Sin embargo, no lo haré. Ya habrá tiempo de sobra para combatir este debacle que apenas comienza.
Escribiré sobre Pedro Gómez Barrera, quien nos acaba de dejar y se merece ser reconocido como un personaje colombiano de esos que han creado progreso, desarrollo, empleo y riqueza, comenzando prácticamente de ceros. Uno de esos que demuestran como, en Colombia, no es la cuna la que marca un destino, sino el valor, el propósito, la inteligencia, la constancia y la capacidad. De esos hombres de paz que Gustavo Petro pretende denigrar llamándolos “oligarcas”.
Pedro Gómez nació en Bogotá en 1929. Sin embargo, siempre consideró su patria chica a Cucunubá, tierra de sus ancestros. Hijo de una maestra de escuela, dedicó muchos de sus esfuerzos a premiar el trabajo de los docentes colombianos.
Desde su juventud fue un hombre de propósitos fijos, metas retadoras y una arrolladora fortaleza para lograrlas. Pedro era ante todo un hombre seguro de sí mismo, esa cualidad lo llevó a realizar obras que un hombre menos resuelto, jamás habría logrado.
- Hits: 1081