¿Cómo es posible que los que hoy planifican la economía no tengan en cuenta la realidad?
Si en nombre de la Revolución un dirigente le dice que debe tirarse al vacío desde una gran altura, usted puede saltar o simular que va a dar el salto, lo que no puede hacer es mencionar la ley de la gravedad"
En febrero de 1970, mientras realizaba mi trabajo como periodista (todavía estudiante) para cubrir las incidencias de la zafra en el municipio de Florida, asistí a una importante reunión presidida por Armando Hart Dávalos, el miembro del Buró Político asignado para garantizar lo correspondiente a la provincia de Camagüey de la meta de producir 10 millones de toneladas de azúcar ese año.
El punto central de la reunión era examinar el cumplimiento de los compromisos de los diferentes sectores del municipio para completar el número de macheteros que debían integrar la brigada Jesús Suárez Gayol.
Uno a uno, los jefes locales comprometidos explicaron las causas de sus incumplimientos. El de la empresa láctea argumentó que si sacaba un hombre más de las vaquerías no sería posible satisfacer el suministro de leche a la población; el jefe del sector de comercio explicó que no se podía cerrar ni una tienda más; el de los talleres ferroviarios alegó que sin mecánicos los trenes no se podían mover, y el responsable de Forestales se justificó invocando la incapacidad de proteger los bosques con el poco personal de que disponía.
Jefferson’s “small republics” are not an anachronism of an era long gone.
It was not supposed to be this way. The United States was not conceived as a gigantic, cumbersome, highly centralized state. The Founding Fathers envisioned an American polis weighted much more towards local and regional governments than to a central national state. To this end, Thomas Jefferson forcefully promoted his concept of a “ward republic.”
To Jefferson, most government functions should take place in the ward (or precinct). In 1816, he wrote: “The article nearest my heart is the division of counties into wards.” Jefferson thought Virginia’s counties were too large for direct voter participation and argued for small units of local government or ward republics. Today, we have strayed far away from this Jeffersonian vision of small republics in favor of a large federal government, and distant rulers in Washington D.C. And my impertinent question is: Should we revisit the notion of ward republics?
For the United States, a strong case can be made that a powerful central government is necessary for national defense. This argument may also hold true for a handful of other functions where a large national scale is compelling. However, Jefferson’s “small republics” are not an anachronism of an era long gone. Even in 1800, Jefferson recognized that “Our country is too large to have all its affairs directed by a single government.”
When a distant Federal government undertakes authority in an ever-expanding scope of affairs, it usurps the political effectiveness of individuals and communities. The authority amassed in one place must come from another place, and that place is us. The Jeffersonian tradition encourages local and regional authority rather than national authority. And yet, for the United States it may be too late to undertake meaningful reforms to reverse the flow of power from the Federal government back to state and local authorities.
Con este titular la agencia EFE y la página de noticias en la web “Infobae” señalan una de las conclusiones de la 78 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), realizada hace pocas semanas en Madrid.
Los periodistas cubanos que hacen su labor en la Isla reciben del régimen solo hostigamiento, amenazas, citaciones policiales, violencia física y verbal, e incluso encarcelamiento. Destaca la SIP que existe “un andamiaje represivo contra la libertad de prensa” por parte de la tiranía castrista.
Ello va acompañado del “control de las telecomunicaciones” y ha generado “el mayor éxodo de profesionales de la prensa” de la historia. El hostigamiento ha afectado además a corresponsales extranjeros.
Todo ello está ocurriendo mientras -como destaca Yoani Sánchez en nota reciente- “quedan pocos días para que entre en vigor un nuevo Código Penal que restringirá aún más la libertad de expresión y el ejercicio de la prensa”.
El padre de la Comunidad O Unión Europea es indudablemente Robert Schuman, francés, es el prototipo del moderno político, con visión de futuro, que supo coordinar el pensamiento y la acción. Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno Francés que encabezó Charles de Gaulle, terminada la II Guerra Mundial concretó un proceso de unidad entre países que habían sido enemigos durante varios siglos.
Robert Schuman nació el 29 de junio de 1886, en Clausen, localidad de Luxemburgo, país de donde era su madre, donde realizó la mayor parte de su formación escolar. Su padre era oriundo de Lorena. En 1904 finaliza sus estudios de secundaria en el Liceo Imperial de Metz.
Sus estudios los realizó en Derecho en las universidades de Munich, Bonn y Estrasburgo, graduándose en la Universidad de Humboldt en Berlín, para luego abrir una oficina de abogados en Metz en junio de 1912. En 1913 participó en el Congreso de Católicos Alemanes, que se realizó en Metz.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Robert Schuman era alsaciano y como tal se enroló como oficial del Ejército alemán. En 1918 Alsacia y Lorena se adhieren a Francia y Schuman entra en el parlamento como diputado de Thionville (Moselle).
La Segunda Guerra Mundial se inició en 1939. En marzo de 1940 Schuman fue nombrado Subsecretario de Estado para los Refugiados.
En una conversación telefónica con sus pares de Inglaterra, Francia, Turquía y Estados Unidos efectuada el 23 de octubre, el Ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigú retomó la diatriba nuclear del Kremlin, esta vez sin amenazar a Occidente con el uso de armas nucleares, pero sí acusando a Ucrania de pretender accionar una “bomba sucia” para simular la detonación de una bomba nuclear táctica por Rusia y forzar la retaliación de la OTAN.
Los analistas no dudaron en calificar el episodio como una distracción de Moscú, aunque no opinaron sobre las razones detrás de tal proceder. En todo caso y para cubrir cualquier eventualidad, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dejó en claro la posición de la OTAN sobre lo manifestado por Moscú señalando al respecto que “Rusia no debe usar este alegato como una excusa para escalar el conflicto”.
Con el propósito de dejar en evidencia la falsedad de lo dicho por Rusia y neutralizar cualquier “operación de bandera falsa” por parte de Moscú, Kiev solicitó a la OIEA, el Organismo Internacional de Energía Atómica dependiente de las Naciones Unidas, que enviara inspectores a las dos centrales nucleares ucranianas que habían sido citadas por Moscú como las posibles fuentes de la “bomba sucia” que sería detonada por Ucrania en su territorio. En una declaración emitida por la OIEA el jueves 3 de noviembre se informó que “…los inspectores de la OIEA realizaron todas las investigaciones programadas, teniendo libre acceso a todas las locaciones e instalaciones de interés. Con base a la información obtenida, la Organización no encontró indicación o evidencia de la existencia de actividad o material nuclear no declarado”. (11)
Otro frente de ataque accionado por Moscú contra Ucrania se materializó en el área agrícola. (13) Ucrania es conocida como el “Granero del Mundo” pues el 65% de su territorio esta dedicado a la agricultura. Tan fértiles son sus suelos de tierra negra que la producción agrícola de Ucrania alimenta a 600 millones de personas en Africa, el Medio Oriente y Asia. Con sus ataques misilísticos a las instalaciones de almacenamiento y transporte de cereales y granos y el bloqueo a los puertos ucranianos en el Mar Negro, Rusia no solo afectó la economía de Ucrania, sino tambien está provocando el colapso del sistema alimentario global. Así lo manifestó desde el principio mismo de la guerra el Secretario General de la ONU Antonio Guterres quien en una conferencia de prensa el 14 de marzo de 2022 advirtió sobre las consecuencia del conflicto desatado por Rusia, diciendo “Esta guerra va mucho más allá de Ucrania. También es un ataque a las personas y los países más vulnerables del mundo. Su granero está siendo bombardeado”. (12)