De 1990 a 2000 las inversiones españolas en LA subieron de 50 a 25,000 millones de dólares (19,000 millones de euros).
Las inversiones se realizaron principalmente en los sectores de energía (exploración en petróleo y gas, electricidad), telecomunicaciones, sector financiero, servicios de alta tecnología y otros.
¿Cuál es el origen de los fondos invertidos?
El reino de España no se caracteriza por su espíritu ahorrador por lo que los empresarios tuvieron que acudir a préstamos bancarios internacionales y otros productos de la ingeniería financiera para llevar a cabo dichas inversiones, lo que era abundante y barata en esa época.
Las inversiones en el extranjero aumentaron los beneficios a corto plazo de las empresas llegando en algunos casos a ser estos mayores que los beneficios nacionales.
Si las empresas efectuaron sus inversiones cuando el cambio euro –vs- dólar alcanzó cifras cercanas a los 1,60 sus benéficos “no realizados” en los balances aumentaron. Los beneficios y dividendos anuales también se veían beneficiados por ese cambio favorable cuando se ajustó a los 1,30 actuales.
Como a muchos, me inquieta el caso que ocupa las primeras páginas de la prensa mundial, sobre la admirable hazaña del invidente disidente chino Chen Guangcheng, quien se convirtió en una persona celebre al lograr escapar y refugiarse en la Embajada de Estados Unidos en Beijing, para tristemente ser devuelto a las autoridades chinas. Inquieta por los acontecimientos, sentí la curiosidad de escarbar un poco en el tema de todos los disidentes y defensores de los derechos humanos. Hallé una similitud escalofriante en los métodos represivos y carcelarios de los países comunistas, tal como, la creación de expedientes de peligrosidad para controlar a cualquier ciudadano que disienta pacíficamente, marginación social, represión sistemática, supresión de los derechos de expresión, reunión y movimiento, abuso físico, arrestos domiciliarios, prisión por desacato y condiciones infrahumanas en sus prisiones.
¿Qué significa ser disidente? En mi humilde opinión, una persona digna que lo arriesga todo por sus convicciones y por un noble objetivo. Muchos libros han recogido las proezas de hombres y mujeres. El libro Disidencia de nuestro amigo Ariel Hidalgo, relata claramente el perfil de un disidente cubano, así como las humillaciones y castigos que sufre por su desafío. Algunos perecen en cárceles, otros deambulan marginados bajo un sistema que asfixia y aquellos que consiguen vivir en libertad, permanecen infelices por la ausencia de patria. Parece mentira que tanto Fidel como Raúl Castro, disidentes de la dictadura de Batista, no admitan que hay hombres que prefieren morir con dignidad antes que vivir sometidos al silencio. ¿Qué les pasó? El elixir del poder que, aplasta los ideales y saca a flote las miserias humanas. De qué vale una revolución con méritos sociales, si coacciona la libertad.
De hecho, existe otro aspecto interesante, que es la importancia del Premio Nobel de la Paz en la vida de los disidentes y en la evolución de sus respectivos países. El Premio Nobel de la Paz ha sido otorgado a 99 personas y a 23 organizaciones desde su creación en 1901. Asombrosamente, Adolf Hitler fue nominado en 1939 y Joseph Stalin en 1945 y 1948. Y para mi incredulidad, Mahatma Gandhi jamás fue premiado, a pesar de ser nominado cinco veces entre 1937-1947, debido a que antes de 1960 solo se otorgaba el premio a europeos y americanos. Sin embargo, otros ganadores del Premio Nobel de la Paz en las últimas cinco décadas han marcado la historia, por ejemplo, Martin Luther King Jr. (1964), Andrei Dmitriyevich Sakharov (1975), Lech Walesa (1983), Aun San Suu Kyi (1991), y Liu Xiaobo (2010).
The images of indignation are everywhere — street protests in Greece, Italy, Spain and, of course, our own Occupy Wall Street movement. The underlying rationale for the indignation seems to be some amorphous concept of social justice and demands for redistributive policies by a redistributionist state. President Obama expressed similar sentiments in his State of the Union address.
Since principles of distributive justice guide the allocation of the benefits and burdens of economic activity, the subject is worth exploring beyond political platitudes and sound bites. A defining concept, and philosophically necessary premise, of redistributive justice is that, as individuals we did nothing to deserve our inborn talents. Thus, we are not morally entitled to all the benefits we could possibly receive from employing our talents.
The protesters' emblematic term "redistributive justice" implies that some force (God, government, the market system, etc.) used erroneous criteria to distribute goods, and the erroneous distribution must now be redistributed using different criteria.
But why? Our natural endowment of talents breaks no law and does not violate anyone's rights. Moreover, an accepted concept of justice holds that a distribution is just if that distribution came about by legitimate means.
Clearly, if wealth is acquired using unjust means, the individual or entity is not entitled to those holdings and a rectification is called for. But if wealth is acquired justly, what exactly is the principle under which justly acquired holdings are to be seized?
CIBER-POLÍTICA CONSTRUYENDO NUEVAS FORMAS DE PARTICIPACIÓN Y DE GESTIÓN DE LA POLÍTICA MEDIANTE LA CREACIÓN DE REDES DE VALORES
Ponencia de Marcos Villasmil en la Conferencia titulada "¿Cambios en el proceso cubano?" realizada el 5 de diciembre de 2011 en la Ciudad de México
“La sociedad no se define por clases, como los marxistas creían. No se define por la identidad racial. Y no es tampoco una colección de toscos individualistas, como creen algunos libertarios económicos y sociales. Realmente, la sociedad está formada por diversas capas de redes.”
David Brooks, “The Social Animal.”
¿Cuál puede ser el impacto de las nuevas tecnologías en red en la política latinoamericana, en especial en los partidos? Muchas lecciones, de todo tipo, pueden asumirse para la construcción de una renovada democracia de partidos en Latinoamérica, especialmente en una futura Cuba democrática.
El concepto central debería ser: EL NUEVOPARTIDO COMO UNA RED DE VALOR.
1.- Los cambios del nuevo milenio
Desde el comienzo de la civilización y hasta el 2003 la humanidad creó cinco exabytes (cinco mil millones de gigabytes) de información; la misma cantidad que se producirá en dos días promedio en el 2015.
En el 2015, el número de dispositivos electrónicos conectados alcanzará la cifra de 15 mil millones, o aproximadamente 2 por cada habitante del planeta.
El número de suscriptores de celulares se acerca a la cifra de 5.5 mil millones.
El contenido de la campaña de Obama en 2008 y que se distribuyó a través de YouTube, fue visto durante 14.5 millones de horas.
De los casi 67 millones de votantes a favor de Obama,14 millones –uno de cada cinco- participaron directamente en mybarackobama.com
En el mundo había disponibles a comienzos de 2011 más de 270 millones de páginas web.
Si algo caracteriza al mundo del siglo XXI es el gran número de posibilidades existentes para poner la tecnología al servicio del ciudadano. Una tecnología, en esencia, “relacional”, que “tiene una gran capacidad de articulación social en el ámbito local. A pesar de su naturaleza profundamente global, las tecnologías 2.0 están generando espacios de articulación cívica (y política) con una gran fuerza y vitalidad. Estos cambios afectan a todas las áreas de la sociedad. Muy especialmente, a la política, y de manera singular, a la política y la gestión local.” (Gutiérrez-Rubí.)
El Papa Benedicto XVI llega hoy a Cuba. Se trata de la primera visita papal a mi país en más de una década. En estos tres días Su Santidad se reunirá con los dos hermanos Castro y sus subordinados, además de traer su mensaje espiritual al pueblo cubano.
Muchos son los factores que entrarán en juego. Es una oportunidad única para que el líder de la Iglesia Católica use su prestigio e influencia en apoyo de los oprimidos y ayude al pueblo cubano a conquistar su libertad y establecer la democracia.
Mi país sigue estando manejado por un régimen brutal que oprime al pueblo y viola sistemáticamente sus libertades básicas. La dictadura es una reliquia de la Guerra Fría, pero sin una presión internacional fuerte hay pocas esperanzas de cambio.
Cuba es un Estado policial, en el cual los agentes del Gobierno acosan y espían a aquellos que defienden los derechos humanos. Los que buscan un cambio político y pacífico son golpeados, detenidos y encarcelados arbitrariamente en base a infracciones orwellianas, por ejemplo por "faltar el respeto a los símbolos patrios" o por "insultar a los símbolos de la patria".
La seguridad del Estado vigila de cerca la vida diaria de los ciudadanos, interviene la correspondencia, las llamadas telefónicas y los correos electrónicos. No hay prensa libre y el único periódico es el de la dictadura. Los periodistas independientes que tratan de desafiar la propaganda estatal son amenazados y encarcelados.