Desde Cuba leía todo lo que caía en mis manos de manera clandestina, grupos de amigos de probada confianza nos pasábamos libros, revistas, documentos, etc, prohibidos en la Isla por el régimen comunista. Los trabajos de Vaclav Havel fueron parte de ellos, y todos me impactaron. Su libro “El Poder de los Sin Poder” (octubre-1978), me ha marcado desde que tuve oportunidad de leerlo a mediados de los 90, por su análisis único, del significado del movimiento disidente en las dictaduras totalitarias, específicamente en las comunistas, a las que llamó “postotalitarias”, por su carácter completamente diferente a las dictaduras tradicionales, e inclusive a otras de tipo totalitarias. Estos engendros, profundamente burocráticos y “armoniosamente” legalizados por reglas, preceptos y leyes, que en un momento formaron un “campo” enorme de países, con la Unión Soviética en primer lugar, se extendieron a todos los continentes, lo que parecía dar lugar a “que el destino del mundo perteneciese completamente al socialismo”, (tal y como lo presentaba la propaganda oficial). Ese sistema esclerótico, centralista, burocrático, enfermizo en cuanto al control del individuo, de la economía y de la sociedad se cayó prácticamente sin “tirar ni un tiro” como si fuera un juego de naipes. Quedaron en pie, sin embargo dos países en total anquilosamiento, Corea del Norte y Cuba, mi país, al que dedico este análisis, ya que en la obra de Havel se analizan los acontecimientos que han sido comunes al sistema, y que considero se han cumplido casi al pie de la letra. Es importante insistir en que este libro terminó de escribirse en octubre de 1978, 11 años antes de la caída de la dictadura comunista… Qué talento el de este hombre que supo recoger toda la interioridad de un régimen, más que un régimen, un sistema, establecido específicamente en toda la Europa Oriental y en la Unión Soviética, y que había, como un cáncer, hecho metástasis en diversas regiones del mundo, incluyendo la nuestra, con nuestro país, en primer lugar. El profundo análisis de la sociedad comunista y del espíritu humano, que en el momento de su escritura era todavía muy poderoso en apariencia, implosionó once años después. Sus etapas, descritas para el caso checoeslovaco y para el resto del “campo socialista”, podemos tomarlas hoy para nuestro análisis del caso cubano.
Disidencia
Vaclav Havel nació en Pragael 5 de octubrede 1936fue un político, escritory dramaturgocheco, pero sobre todo un excepcional humanista y combatiente por la libertad. Fue el último presidentede Checoslovaquiay el primer Presidente de la República Checa. Murió el 18 de diciembre de 2011. Fue obrero, hasta que logró establecerse como dramaturgo en los 50s. Ya era famoso como tal a la llegada de la “Primavera de Praga” en 1968. Apoyó las reformas de Alexander Dubcek y se opuso a la invasión soviética de Checoeslovaquia, en agosto del mismo año, lo que trajo como consecuencia la prohibición de sus obras. Firmó el “Manifiesto de las 2000 palabras” en 1977, junto a otros destacados intelectuales. Fue hostigado y encarcelado en sucesivas ocasiones por su defensa de los derechos humanos a lo largo de la década del 70.
El incumplimiento por parte del régimen comunista de una serie de compromisos que había adquirido al ratificar la Declaración de la ONU sobre Derechos Humanos, dio lugar al movimiento Carta 77 en 1979, del que Havel fue uno de los fundadores y principal exponente. Fue acusado de sedición y condenado a prisión ese año. Liberado en 1984, continuó sus actividades políticas opositoras, y en 1989, debido al gran prestigio que había adquirido, fue elegido líder del grupo opositor Foro Cívico.