La política de la anti-política, esa parece ser la noción que algunos candidatos han levantado como bandera de lucha en esta elección presidencial. ¿Resistirá Chile el embate populista?, ¿Serán las instituciones lo suficientemente sólidas para soportar una ofensiva en esta línea?, ¿Podrán los electores discriminar entre propuestas claramente irrealizables y demagógicas? Estas son dudas que no pocos en este último tiempo se han formulado sobre el futuro de nuestro país.
Esta idea de estar por sobre los partidos, permite el surgimiento de personas que se sitúan al margen de la política. Serían actores que no provienen del campo político, pero entran a su arena para competir un espacio, mediante un discurso que precisamente va en contra del mismo sistema en el cual desean participar y eventualmente dirigir.
Esta es una versión más sofisticada del viejo caudillo populista, ya que se nutre precisamente de la modernización lograda por los países en los cuales surge, tiene su apoyo electoral en los sectores pobres, pero se suman a ellos la denominada élite emergente, aquellos grupos que han logrado movilidad social ascendente, los que precisamente se han beneficiado del desarrollo alcanzado sintiéndose aún excluidos de la mayor parte del producto precisamente de esta expansión económica.
- Hits: 5963