Otro de los síntomas del daño antropológico causado por el totalitarismo en Cuba es la incoherencia. Existen, por lo menos, dos grandes tipos de incoherencia: la incoherencia de vida y la incoherencia en la existencia cotidiana.
- La incoherencia de vida es la falta de una columna vertebral en nuestro proyecto de vida. Es la atomización caótica de nuestro pensamiento, de nuestros sentimientos, de nuestras decisiones y de nuestra actuación. No se trata del “ser o no ser” sino del ser fragmentado, desarticulado y contradictorio. Es vivir en la mentira: cuando te engañas a ti mismo, te justificas tus incongruencias y no logras articular un proyecto de vida erecto, entero, consecuente. Son personas invertebradas que viven en una permanente angustia existencial debido a la lucha que llevan dentro. Lo que se ve por fuera son bandazos, inconsecuencias, opciones opuestas entre sí, actitudes camaleónicas; se trata de una personalidad tan desalmada y desarmada que no se puede descubrir cuál es su verdadera identidad.
- La incoherencia en lo cotidiano puede ser consecuencia de la inconsistencia vertebral anterior o puede ser un estilo de vida conscientemente asumido por miedo, oportunismo o comodidad. En efecto, esta incoherencia consiste en, cuando aun teniendo una identidad vertebrada, pensamos de una forma, pero hablamos lo contrario; o pensamos y hablamos de una manera y actuamos de forma opuesta.
- Hits: 1539