Entre las muchas alarmas que está provocando la contaminación del plástico en mares y océanos se descubrió en 2016 que se estaba desarrollando en la Isla de Madeira, situada en medio del Océano Atlántico, un fenómeno que destaca el peligro ominoso que la contaminación representa para la salud del planeta. En los últimos cinco años las rocas costeras de Madeira se ven invadidas por unas peculiares manchas azules.
Los científicos sospecharon originalmente que se trataba de un hongo o de alguna otra variedad de microorganismo. No obstante, el ecologista Ignacio Gestoso notó en 2020 cómo la costra azul que estaba invadiendo las rocas costeras estaba compuesta de polietileno (PE), que es uno de los plásticos más empleados hoy día. Este investigador del Centro del Mar y Medio Ambiente (MARE, por sus siglas en inglés) afirma que la costra azul que está gradualmente cubriendo las rocas costeras, a la cual ha bautizado con el nombre de “plasticrust” (o plasticorteza), se origina por el batir de las olas contra las rocas que incrustan en ellas el plástico disperso en el mar que se ha disgregado en partículas diminutas y a veces microscópicas. Esto sucede porque el plástico no se disuelve ni se degrada en un proceso que puede tomar cientos de años.
El investigador ha declarado su enorme preocupación porque esta costra de microplástico puede ir reemplazando gradualmente el manto natural que envuelve las rocas marinas, el cual sirve de alimento a caracoles, almejas, peces, etc. Esta plaga se está propagando a pasos agigantados y en 2020 abarcaba ya casi el 10% de la superficie rocosa de la isla.
- Hits: 3670