He estado pensando en la construcción de un mito II
Decía Santa Teresa de Jesús que “la verdad padece, pero no perece”. La verdad puede ser ignorada, atacada o suplantada con mentiras, pero, a la larga, siempre emerge.
Por mucho que Fidel haya intentado rodear su persona con el misticismo de los líderes mesiánicos, por mucho que se siga intentando ahora endiosar su figura, la verdad no deja de abrirse camino, mostrando una historia que es más acusatoria que absolutoria.
A Fidel debemos la centralización de todo en manos del Estado. Toda empresa, todo negocio, fue confiscado, sin importar el esfuerzo y los medios invertidos en ellos por sus legítimos dueños y sin que mediara la más mínima compensación económica.
Todo fue arrebatado y puesto bajo el control férreo del Estado, que se convirtió así en el único proveedor, el único que podía garantiza el “pan nuestro de cada día”, condicionando la libertad de todo un pueblo.
He estado pensando en la construcción de un mito I
La destrucción galopante de nuestro país y el deterioro de la calidad de vida es algo que hoy nadie negaría, nadie que esté en su sano juicio y nadie que no esté ideologizado, porque la persona ideologizada sólo ve lo que ha decidido ver, aunque la realidad que lo circunde le grite lo contrario.
Sin embargo, todavía hay mucha gente que, aún reconociendo el derrumbe progresivo del país, afirman que “si Fidel estuviera vivo, esto no pasaría”. Para mucha gente, Fidel sigue siendo el salvador que no pudo completar su tarea, el hombre grande que lo entregó todo por el bienestar de su pueblo.
No puede negársele a Fidel su capacidad hipnótica, su oratoria brillante, su discurso apasionado, y también su gran discreción, su capacidad para mostrar al mundo lo que él quería que el mundo viera, mientras ocultaba cuidadosamente todo lo concerniente a su vida privada.
Sin embargo, ¿qué nos dice la historia?, ¿qué nos dicen los hechos?
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Posted in Cuba / Cuban Affairs.
Bolivia celebrará elecciones presidenciales el 17 de agosto tras casi dos décadas de erosión de las libertades bajo el partido socialista MAS y el bolivarianismo bajo la tutela cubana. En 2019-2020, durante una prórroga de 12 meses, la brigada médica cubana fue expulsada. Archivo Cuba informó sobre los cuatro miembros de la brigada médica arrestados por coordinar protestas violentas (ver foto arriba). La misión médica no ha regresado, pero la nefasta influencia de Cuba continúa en muchos niveles.
Miembros de la brigada médica cubana expulsada de Bolivia a su regreso a Cuba. Photo: Abel Pabón Padilla, CubaDebate.
Un contundente testimonio1 de un médico cubano confirma con lujo de detalles lo que el gobierno interino de Bolivia informó en 2019: que cientos de cubanos —incluidos agentes de inteligencia/seguridad, conductores y cocineros— se hacían pasar por “médicos” y eran pagados como tal por el gobierno de Bolivia. El especialista médico también describe las condiciones de esclavitud moderna y confiscación de salario (86%) de los trabajadores médicos cubanos en Bolivia y otros aspectos muy preocupantes de la misión: cirugías oculares innecesarias, pacientes inventados, registros falsificados y suministros médicos destruidos para justificar los presencia y los ingresos de Cuba.
1IMPACTANTE TESTIMONIO SOBRE LA MISION CUBANA EN BOLIVIA 4 de agosto de 2025
Introdución
Bolivia celebra una elección presidencial el 17 de agosto tras casi dos décadas de erosión de las libertades bajo el bolivarianismo —Socialismo del Siglo XXI— a partir de la elección presidencial de Evo Morales, del partido MAS (Movimiento al Socialismo), en 2006. En noviembre de 2019, tras renunciar Morales en medio de una crisis política y denuncias de fraude electoral, la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, asumió el mandato transitorio de Bolivia por doce meses. Su gobierno interino ordenó la salida inmediata de 725 cubanos, supuestos integrantes de la brigada médica cubana, aportando pruebas de que la mayoría cumplía tareas políticas y algunos incluso habían coordinado violentas protestas.
En la Biblia no hay nada al azar. Todo tiene un sentido. No es casual que, justo después del relato del pecado original, venga el pasaje de Caín y Abel.
Después de la ruptura de nuestros primeros padres con Dios, un hijo mata a su hermano, porque cuando una persona le da la espalda a Dios, le da la espalda a su hermano.
Una de las bases de la doctrina marxista-leninista es el rechazo a Dios, llegando a extremos tan ridículos como el de hacerle un juicio a Dios, condenarlo y disparar al cielo para “ajusticiar a Dios”.
La historia ha demostrado que en todo lugar donde se ha instaurado un sistema comunista el resultado no ha sido otro que la opresión, la falta de libertad, la represión, el sometimiento de la voluntad popular y, por supuesto, el derrumbamiento de la economía: el hambre, la precariedad, la miseria.
Me asombra que personas preparadas, sobre todo intelectuales, sigan afirmando que el problema ha sido una “mala aplicación del sistema”. No, no es una mala aplicación, es que no funciona, no ha funcionado nunca y nunca lo hará, porque es un sistema que parte de la exclusión de Dios, y cuando se excluye a Dios, aquel que lo excluye asume automáticamente el lugar que le corresponde a Dios, y se siente dueño y señor de la vida de los otros.
In a country without official poverty statistics, sociologists estimate that up to 45% of the population lives in precarious conditions. Homelessness is now a visible part of the urban landscape.
July 28.– On the streets of Havana, the sight of people rummaging through garbage for food has become commonplace. William Abel Photo), 62, is one of them. Since his home collapsed two years ago, he's been sleeping outdoors and surviving by scavenging in dumpsters. "I've been rummaging through garbage dumpsters for two years to eat," he said.
Abel is not an isolated case. The increasingly common presence of homeless people reflects the profound deterioration of the Cuban economy, considered by analysts to be the worst crisis in more than three decades. Food shortages, rampant inflation, and the collapse of social services have forced thousands of Cubans into poverty.