Seven months after proposing the economic plan for the solution of the Palestinian/Israeli conflict, the Trump administration presented a political plan — one which is substantially different than the previous ones and to a certain extent revolutionary.
A Palestinian state would be created in the entire Gaza strip, and 70% of the West Bank.
There would be connections between different parts of the Palestinian state through roads, bridges, and tunnels (including a connection between the West Bank and Gaza).
Holy sites would remain under Israel’s control, but Muslims would have free access to the al-Aqsa Mosque.
Israel would be able to keep existing settlements without uprooting them, but would stop new settlements for the next four years while negotiations between Palestinians and Israel occur over final status.
Hace pocos días se cumplieron 34 años del fallecimiento de un ejemplar estadista venezolano: Arístides Calvani. Nació en Puerto España el 19 de enero de 1918 y murió en Altos de Peten, Guatemala, el 18 de enero de 1986. Creció y se desarrolló en Cumaná, Estado de Sucre, en Venezuela. Realizó sus estudios en Colombia, Bélgica y Venezuela y se desempeño como abogado, profesor universitario y destgacado estadista y dirigente político.
Además de su militancia política, fue uno de los teóricos del movimiento socialcristiano latinoamericano, inspirándose en el filósofo francés Jacques Maritain. En las elecciones democráticas que se celebraron en Venezuela después de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, el Dr. Aristides Calvani resultó electo Diputado por el Estado Táchira, y participó en la elaboración de la nueva Constitución de Venezuela, para el nuevo sistema democrático de ese país. Fue también Senador Nacional por el Estado de Sucre (1978-1983).
Fue uno de los fundadores del Instituto de Formación Demócrata Cristiana (IFEDEC), de Venezuela, y uno de sus más activos profesores, así como también Asesor de la Confederación de Sindicatos Autónomos (CODESA) y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y de la Universidad Central de Venezuela.
Con la aprobación del Tratado entre EU, México y Canadá (T-MEC) ¿quién es el mayor perdedor del mundo? Es fácil: China.
El gigante comunista está a punto de convertirse en apestado, y es que los tres países del continente norteamericano reinventaron la zona de libre comercio más grande y rica del mundo. El pacto comercial entre Estados Unidos, México y Canadá abarcará una población de 500 millones de personas y tendrá un PIB combinado de 25 trillones de dólares.
Ya sea que se materialice o no la fase uno del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China - la aprobación del T-MEC establece a Estados Unidos en una posición mucho más fuerte en la actual guerra comercial. Y el régimen asiático solo puede culparse a sí mismo. Los líderes de China subestimaron el poder de resistencia y permanencia del presidente Trump, y su determinación para defender la industria y los trabajadores estadounidenses.
El líder chino Xi Jinping pensó que su país, como de costumbre, podría seguir haciendo trampas después de las elecciones en 2016, con alguna ocasional reprimenda pública de Washington, junto con uno o dos gestos simbólicos sobre el libre comercio. ¿Y por qué no habría de pensarlo? Obama una sola vez lo denunció por el robo cibernético de propiedad intelectual que estaba llevando a cabo, pero después de este aviso, no hubo consecuencias reales.
Xi tampoco se había preocupado por los aranceles. Obama en ocho años no hizo absolutamente nada para contrarrestar el dumping chino, excepto presentar quejas infructuosas ante la comprometida Organización Mundial del Comercio. Una vez impuso un impuesto a la importación de un par de productos chinos -neumáticos y acero- que no impidió que la economía de EU continuara siendo abusada por China Inc.
Published with permission: Chilton Williamson Jr.**
and Crisis Magazine
My late father-in-law, Neil McCaffrey (founder of Arlington House publishers, The Conservative Book Club, etc.), remarked back in the 1960s that bishops would do well to learn something about economics, given their predilection for instructing the faithful and indeed the world in that discipline in its moral dimension. It has seemed to me for the past 30 years that churchmen would do equally well to read up on matters in all sorts of fields relating to immigration and migration—from South to North and from the Third World to the First especially. It seems the prudent thing for them to do, and Christ and the Church have always counseled prudence.
I was reminded of this apparent gap in their education while reading a recent account in The Daily Mail of a riot on New Year’s Eve at the Cieneguillas penitentiary for men in the Mexican state of Zacatecas. According to the Mail, the ructions erupted from what was planned as a “friendly” soccer match between incarcerated members of the Gulf and Zetas drug cartels. Following an argument over an asserted dirty tackle in the penalties box, players drew guns and fired them. Three hours later, the federales, the National Guard, and prison officials managed to subdue the mayhem in which 16 inmates were killed and five wounded. In the aftermath, the prison conducted a search that yielded—in addition to more guns—“knives, 77 bags of marijuana, a saw, three pairs of scissors, nine phones, phone chargers, two hammers and a bottle of liquor.” The suspicion is that all this contraband had been smuggled into Cieneguillas by relatives of the inmates during visiting hours on New Year’s.
It goes without saying that Mexico has no monopoly on crime, including prison crime. Americans of a certain age will remember the 1971 “rebellion” at the Attica Correctional Facility in New York. It was the worst prison outbreak in American history: 1,281 of the prison’s approximately 2,200 inmates rioted, gained control of the prison, and took 42 of the prison staff hostage. Subsequently, other prison riots have occurred in the nearly five decades since Attica, but none of them was near as deadly as the one in Zacatecas.
Defendió y promovió la República como sistema de gobierno que evita la dictadura sea de uno, de varios o de muchos. Marco Tulio Cicerón nació en Arpino, actual Italia, el 3 de enero del año 106 a.C., descendiente de una familia plebeya terrateniente. Es educado con los jóvenes nobles de su época.
Se distingue como jurista, filósofo, político, orador y abogado romano. Fue uno de los más grandes estilistas del latín en la historia de Roma.
Va ocupando diferentes cargos como edil y pretor hasta obtener el consulado y convertirse en el primer ciudadano y recibir el título de «Padre de la Patria».
Escribe La República (De re publica) y las Leyes (De legibus), entre otras obras. Y son famosos sus discursos políticos en defensa de la República romana contra Catilina (conocidos como las Catilinarias) con su célebre comienzo:
¿Hasta cuándo vas a estar abusando, Catilina, de nuestra paciencia?
[Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?]
También se publicó su Ataque a un enemigo de la libertad con dos filípicas contra las ambiciones dictatoriales de Marco Antonio, a quien compara con Catilina, y en defensa de su república antes de perder la vida. Allí se nos revela como promotor de la libertad y la paz y defensor de la república frente a la tiranía.
Sus ideas políticas no son completamente originales, las toma de los griegos Platón, Aristóteles y Polibio. Por ello se puede afirmar que como pensador Cicerón fue un helenista y un grecorromano.