La virtud humana por excelencia es la sensatez, que nos hace saber estar ante la vida y el mundo.
G.K.Chesterton
| Chesterton fue autor de ensayos, poemas, biografías, libros de viajes y novelas, destacando en este último género las de tipo detectivesco, cuya obra de ficción lo califica entre los narradores más brillantes e ingeniosos de la literatura inglesa. Como católico converso, desarrolla con su amigo e historiador Hilaire Belloc el distributismo: una ideología económica basada en la Doctrina Social católica. |
El personaje más famoso del escritor británico G.K. Chesterton es el Padre Brown, un amable sacerdote católico, cuya astucia psicológica lo convierte en un formidable detective. Su filosofía es la de que, tanto en el mundo real o de ficción, ni la existencia personal ni la colectiva están resueltas. Son un conjunto de misterios que hay que desentrañar.
Esta es la clave de la literatura de GKC la cual se caracteriza por sus paradojas: comienza sus escritos con una afirmación en apariencia normal, pero luego hace ver que las cosas no son lo que parecen y con frecuencia se dicen sin pensar. El escritor se apoya en un argumento que en latín se conoce como reductio ad absurdum (reducción al absurdo). 
Un ejemplo de ese absurdo cotidiano está ilustrado en su novela, El hombre que fue jueves (1908) una alegoría sobre el mal y el libre albedrío. En ella un investigador se infiltra en una sociedad anarquista para descubrir con sorpresa, que está enteramente formada por espías infiltrados, incluido su mismo presidente.
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El racismo asigna características negativas a otros grupos para hacerlos inferiores, o para hacer superior al propio grupo. Este paradigma asume que los blancos son moralmente inferiores. Por otro lado, la noción de que unas razas son incapaces de cometer racismo les proporciona un “pase libre” para discriminar y odiar no solo a los blancos, sino también a otras razas”. De acuerdo con los autores del estudio, “la afirmación de que solo los blancos pueden ser racistas es en sí misma una afirmación racista”.
The evil of communism proliferated after the Second World War. The U.S., lacking the necessary foresight and believing that capitalism was a cure-all, decided to underwrite the transition of a centrally planned socialist economy to a market-compliant, politically controlled socialist economy in China. During the Third Plenary Session of the 11th Central Committee of the Chinese Communist Party in 1978, Deng Xiaoping defended Marxism-Leninism, evoked Karl Marx’s emphasis on “revolutionary practice,” and Lenin’s New Economic Policy, and launched the structure of "socialism with Chinese characteristics." The U.S. believed that what it perceived as having worked in Western Europe and non-communist Asia could be applied to Chinese communism, and democracy would spring up.
en el Estado 51, de la Unión Norteamericana, todos los aranceles que ha impuesto a sus importaciones “desaparecerían por completo”.