Una travesía de cientos de miles de personas hacia una nueva vida.
Muchos inmigrantes de América del Sur que quieren llegar a Estados Unidos tienen que pasar por el tapón del Darién. Al llegar a la frontera entre Colombia y Panamá la carretera se termina y empieza el Darién, una odisea de kilómetros de jungla.
Según las autoridades panameñas, en 2021 más de 130.000 personas hicieron la ruta, de los cuales 19.000 eran niños, muchos de ellos sin acompañantes. Un alto número de los inmigrantes que se aventuran a hacer la ruta es porque son también inmigrantes ilegales en países de América del Sur y temen ser deportados a sus países de origen. Por consiguiente, la única salida es cruzar la selva para hacer camino hacia Estados Unidos.
Necoclí: campamentos improvisados
La travesía empieza en Necoclí, un paraje a las orillas del mar caribe, es un lugar donde llegan un sin fin de viajeros que buscan un fin de semana de cócteles, arena y sol. Pero también es donde se juntan inmigrantes de todo el planeta. En el puerto de Necoclí se han llegado a juntar hasta 15.000 inmigrantes, una cifra muy alta para un lugar que no cuenta con la infraestructura para acoger tal cantidad de visitantes, de modo que se arman campamentos improvisados en las playas y allí se instalan durante semanas a la espera de un cupo en uno de los barcos que les llevará desde Necoclí hasta el otro lado del golfo, Capurganá.
Los campamentos en Necoclí son insalubres, no hay baños ni duchas y muchos migrantes tienen que dormir a la intemperie. En dicho entorno las enfermedades se propagan con mayor facilidad, las autoridades han alertado de posibles brotes de sarampión.
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