Es responsabilidad del dictador Díaz-Canel Bermúdez y de su Ministro del Interior Gral. Álvarez Casas. |
"Lo mataron a golpes"
La Fundación para la Democracia Panamericana (FDP), a través de su Centro de Denuncias, Defensa CD, condena el brutal asesinato de Manuel de Jesús Guillén Esplugas, prisionero político, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de Cuba Decide. Manuel fue golpeado hasta la muerte en la prisión Combinado del Este de la Habana por oficiales del Ministerio del Interior que luego entregaron el cuerpo a su madre el pasado Domingo 1 de diciembre del 2024.
Guillén Esplugas, residente de La Habana Vieja, había sido arrestado violentamente en su domicilio el 17 de julio de 2021 por su participación en las protestas del 11 de Julio del 2021. Condenado a seis años de prisión, su valentía y resistencia frente a la opresión lo convirtieron en un blanco de la violencia sistemática del régimen.
Según su madre, Dania Esplugas, el cuerpo de Manuel mostraba claras señales de una golpiza salvaje.
Los agentes de seguridad lo ataron con un cinturón militar y lo atacaron brutalmente, fracturándole la clavícula y la tráquea. Los métodos utilizados, descritos como técnicas derivadas del entrenamiento ruso y norcoreano, son un crudo recordatorio de las prácticas inhumanas del régimen.
“Trataron a mi hijo como a un perro”, dijo Dania. “Lo torturaron hasta matarlo, y esto es lo que hacen en las prisiones de Cuba a cualquiera que se oponga al Partido Comunista”. Su cuerpo “tenía moretones y tenía el tabique roto y la clavícula también. Las marcas en su ropa prueban que por los golpes que le dieron se orino los pantalones.”
“El asesinato de Manuel tiene responsables y entre ellos están Miguel Diaz-Canel Bermúdez y su Ministro del Interior Lázaro Álvarez Casas, es hora de que ellos y sus círculos corruptos, tengan consecuencias por sus crímenes de lesa humanidad”, declaró Rosa María Payá, fundadora de Cuba Decide.
La madre de Manuel quiere que el mundo conozca las atrocidades cometidas por el régimen cubano contra su hijo a quien llama “Pequeño Gigante” y contra todos los disidentes. Su testimonio detalla cómo agentes de la Seguridad del Estado del Ministerio del Interior, intimidaron a la familia en la funeraria, retirándose únicamente cuando la posibilidad de presencia de activistas de derechos humanos en la isla amenazaba con exponer sus acciones a nivel internacional.
Evidencia de Tortura y un Clamor de Justicia
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