Muchos cónclaves han sorprendido al mundo y a la Iglesia, como el que eligió al Cardenal Angelo Giuseppe Roncalli (Juan XXIII). Otros no tanto; a ningún vaticanista sorprendió que eligiesen al Cardenal Eugenio Pacelli (Pío XII) o al Cardenal Giovanni Montini (Pablo VI).
La más reciente elección sorprendió a muchos, especialmente a los americanos (estadounidenses). Parecía inconveniente elegir a un ciudadano de la principal superpotencia mundial; eso podría ponerlo en aprietos por conflicto de lealtades.
Recuérdese que la candidatura de John F. Kennedy no parecía viable, porque un presidente americano no podía sentirse vinculado a un país extranjero, en aquel caso al Estado Ciudad del Vaticano.
Ahora el nuevo Papa tiene triple ciudadanía. Además de la americana por nacimiento y la peruana por adopción, ahora es ciudadano vaticano, y sin problema.
Cuando mencionamos la palabra, historia, de inmediato surgen una serie de frases para darle significado entre los cuales, una de las más completas es la de Santayana: “aquellos que no recuerdan la historia, están condenados a repetirla.” Pero, si lo enfrentamos con una de Churchill: “La historia siempre es escrita por los vencedores.” Nos provoca una indecisión para establecer posturas y, hacer lo más importante, analizarla con profundidad para, con los Aces en nuestro poder, tomarla como una verdadera guía para no seguir engañados como las grandes mayorías.
En lo personal, la que me ha llevado hacia los lugares que trato de encontrar, ha sido la de Churchill pues, habiéndola tomado tal como la expresara, me he encontrado con infinidad de sorpresas en las paginas de una ola de falsedades que siempre han causado la gente nunca conozca la verdad. Y entre las principales victimas de estos asesinos silenciosos, todo el siglo 20 ha sido el receptor de los engaños de una historia que nunca termina, y hemos permanecido ausentes de sus realidades que cincelaron esos cien años y, lo verdaderamente grave, siguen ese cincelado.
Podemos iniciar, por el momento, haciendo a un lado la verdaderas causas de la primera guerra mundial, para ubicarnos en un evento que sería el inicio del calvario que vivió el mundo que todavía lo estamos sufriendo. Los famosos Acuerdos de Versalles con los cuales supuestamente se garantizaba la paz del mundo. La realidad es la vergonzosa repartición de los despojos de Alemania que sentarían las bases para la Segunda Guerra mundial. Una convocatoria en la cual aparecía el presidente de EU, Wilson, con un plan de 14 puntos que, mas que buscar la paz, era una declaración de culpabilidad de Alemania y proceder con la venganza.
Y, ante una presa herida de muerte, todo el mundo presentaba solicitud de reparaciones sazonadas de falsedad. Con la caída de los Habsburgos, de forma insensata surgía la creación de una serie de nuevos países unidos con alfileres y decisiones arbitrarias. Pero, además, le colgarían al derrotado un castigo igualmente insensato con una gran hipoteca condenado a pagar lo que era imposible. Y sería algo en desacuerdo de lo que anteriormente les informaran y los alemanes se sentían engañados. Y en esos acuerdos no se incluía a Rusia lo que provocaría consecuencias fatales, lo mismo que Japón sintiendo la falsedad de lo que le habían notificado.
El Pacto Unidad por Chile convocó a primarias presidenciales con la participación de cuatro partidos en la concertación. Ganó la candidata del Partido Comunista con muy amplio margen.
La Amenaza del Comunismo Gramsciano y la Urgencia de una Respuesta Democrática
La reciente primaria presidencial ha dejado una señal inquietante para quienes valoran la democracia y el Estado de Derecho en Chile: la alta votación obtenida por la candidata del Partido Comunista en la Primaria. Este resultado, además de sorpresivo, levanta legítimas sospechas sobre la transparencia del proceso electoral, evocando recuerdos del fraude cometido por la Unidad Popular en 1973. Ante este escenario, se hace imperiosa una auditoría externa al padrón electoral y a las papeletas, con el fin de garantizar la limpieza de las elecciones de noviembre próximo.
Más allá de lo electoral, lo que está en juego es la salud de nuestra democracia frente a un proyecto político con raíces autoritarias. El Partido Comunista de Chile, lejos de renunciar a su tradición antidemocrática, continúa defendiendo abiertamente a regímenes como el de Nicolás Maduro en Venezuela, y promueve una inmigración descontrolada que solo agudiza la pobreza y el clientelismo. Esta estrategia no es casual, sino parte de una hoja de ruta gramsciana de hegemonía cultural y política, que busca capturar el Estado desde dentro, debilitando sus instituciones.
El gobierno saliente del Presidente Boric (foto), con amplia participación comunista, ha sido cómplice de esta deriva(1). Desde 2014, se ha consolidado una red de operadores políticos, ex convencionales y burócratas ideologizados que, más que servir al país, trabajan por preservar su proyecto político, incluso mediante la violencia. La impunidad ante el terrorismo en La Araucanía, la inseguridad creciente, y la ineficacia de organismos de seguridad, demuestran el deterioro institucional provocado por esta visión política.
En Rabat, asistí al foro 2025 de la Academia Real de Marruecos, prestigiada institución dirigida por el Secretario Perpetuo, Abdeljalil Lahjomri, de la cual soy miembro de honor desde el 2023.
La Academia, fundada en 1977 por el rey Hassan II, tiene por objetivo contribuir a fomentar la paz y a la investigación científica, particularmente en el campo de las ciencias, la cultura y las artes.
En esa ocasión, los participantes comentaron sobre el conflicto entre Israel y Palestina, los asesinatos perpetrados por el grupo terrorista Hamas y la brutal invasión de Rusia a Ucrania, para apoderarse de Crimea, Donetsky y Logansk, y que, a la fecha, controla 112 mil kilómetros de territorio ucraniano.
En ese desgraciado contexto, sostuve que las confrontaciones militares desvían importantes recursos económicos en compras de material bélico, advirtiendo que los conflictos pueden escalar al uso de arsenal nuclear, porque existen 12,331 ojivas en el mundo, de las cuales Rusia y Estados Unidos cuentan con 5,449 y 5,277 respectivamente.
Colombia ha sido sin duda alguna el Estado mas acosado por los extremismos políticos y el crimen organizado, dos factores cismáticos que afectan profundamente el desarrollo humano, aunque es obligado reconocer que, a pesar de las profundas crisis, la alternabilidad democrática no ha sido quebrantada y no por falta de malas intenciones de algún que otro gobernante.
Son muchos los factores que se han complotados contra la democracia colombiana. Sujetos y entidades que siempre han sido conscientes que sus operaciones subversivas o de tráfico de drogas, para asegurar su éxito, tienen que estar vinculados a activos extranjeros.
La violencia en Colombia como en el resto de los países del hemisferio es una especie de plaga, pero la situación en ese país sudamericano se agravó después del triunfo de la insurrección castrista en Cuba y el incremento del cultivo, fabricación y tráfico de narcóticos en el territorio nacional. La transnacionalización en la ejecución y preparación de estos actos delictivos tienen una mayor garantía de triunfo cuando factores extranjeros inciden en los mismos, de ahí la importancia de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela y el totalitarismo de Miguel Díaz Canel en Cuba.
Tanto Caracas como La Habana ejercen una gran influencia sobre los grupos delictivos colombianos porque son factores importantes en las gestiones del crimen organizado a la vez que representan modelos de autoridad, no de gobierno, que inspiran a los aspirantes a déspotas.