Tegucigalpa, Jun.2.– Este 29 de mayo en Honduras falleció el periodista Ricardo Ávila, días después de haber sido herido de bala. Se trata del cuarto periodista asesinado en lo que va del año, y el número 97 desde 2001. El país centroamericano se considera uno de los más difíciles para la libertad de expresión y sus reporteros critican la impunidad ante los asesinatos.
El periodista Ricardo Ávila es el cuarto comunicador asesinado en Honduras en lo que va del año. Según el Comité por la Libertad de Expresión C-Libre, Ávila era periodista y camarógrafo del canal de televisión y radio Metro de la ciudad de Choluteca, ubicada a 85 kilómetros al sur de Tegucigalpa, la capital.
Al principio se creyó que el asesinato de Ávila tenía que ver con un asalto, pero al encontrar sus pertenencias en la escena del crimen, esta versión fue desmentida y todo indica que lo atacaron por su trabajo periodístico.
El Comité de los Derechos del Niño exhorta al gobierno cubano a “poner fin a todas las separaciones de niños de sus padres” (Ley de los 8 años) y a “poner fin a cualquier restricción arbitraria y a la criminalización del ejercicio del derecho a la libertad de reunión pacífica de los niños” (11J)
En el período entre 2013 hasta 2022, período a examen del Comité de los Derechos del Niño (CRC), una sola ONG, Prisoners Defenders, ha denunciado oficialmente ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas la temible “Ley de los 8 años”.
El resultado de este trabajo ha llegado con el Documento de Conclusiones del Comité de los Derechos del Niño en la revisión de dicho período, donde el Comité exhorta a Cuba a “poner fin a todas las separaciones de niños de sus padres por la decisión de éstos de finalizar un contrato laboral”, a “modificar el artículo 135.1 del código penal [presente íntegramente de nuevo en el recién aprobado Código Penal, en el artículo 176.1] para eliminar los obstáculos que impiden la reagrupación familiar” y, al respecto del 11J entre otros, a “poner fin a cualquier restricción arbitraria y a la criminalización del ejercicio del derecho a la libertad de reunión pacífica de los niños”, entre otras muchas demandas y reprimendas al gobierno de Cuba.
Pese al estado miserable en que el desgobierno dictatorial ha sepultado a Cuba y a su pueblo durante décadas, es notable el derroche de recursos destinados a propagar su influencia en todo el planeta, sobre todo en América Latina. Además de registrar gastos desproporcionados al tamaño del país y de su reducida industria y PIB, tratan de sufragarlos mediante turbios manejos comerciales, entre los cuales destacan que:
► Cuba vende trasplantes de corazón a 70 mil dólares. ► Cuba vendió áas de 1.323 millones de dolares en sangre, derivados y órganos humanos en los primeros 19 años de este siglo. ► Cuba procede a la exportación masiva de mano de obra, sustrayéndoles la mayor parte del pago que reciben por su trabajo y manteniendo cautivos a sus familiares en la Isla para evitar "deserciones".
Compartimos con los lectores a continuación los primeros párrafos de una minuciosa investigación de Archivo Cuba con detalladas estadísticas que revela la magnitud de estos desatinos. Al final tienen el enlace si desean leer el texto completo del informe (en español y en inglés):
La sobredimensionada influencia de Cuba
Cuba se cae a pedazos y el régimen mantiene una costosa y excesiva presencia internacional
La dictadura cubana ha gozado de impunidad histórica por su abuso sistemático de los derechos humanos y sus incursiones internacionales; incluso, ha contado con muchos habilitadores para su modelo y economía fracasados. Aún después de las protestas masivas del 11 de julio de 2021, Cuba fue elegida en abril 2022 para integrar tres órganos subsidiarios del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y ha recibido muchos millones en asistencia directa de decenas de gobiernos, incluidas democracias como Suiza y Francia, así como de pequeñas islas-naciones también afectadas por la pandemia.