Taipei, Mar.3.– The Chinese Communist Party has kept up its broad attack on faith amid the COVID-19 pandemic, burning and trashing religious books while jailing spiritual adherents for possessing religious literature.
While the officially atheist Chinese regime formally recognizes five religions: Buddhism, Taoism, Islam, Catholicism, and Christianity, it imposes strict rules over how these religious organizations should operate, and often installs Party cadres to control the entities, forcing millions of spiritual followers to turn underground.
Es una tarea para el presente y para el futuro responder a la pregunta de si el marxismo fue pervertido por los políticos o si todo este andamiaje teórico constituye una perversión del pensamiento.
A muchos les cuesta trabajo creer, o entender, cómo es posible que las ideas de pensadores tan cool y tan sexy como Marx y Engels puedan servir para justificar actitudes tan decadentes (cheas) como reprimir a jóvenes creadores, realizar mítines de repudio o prohibir el libre ejercicio de actividades profesionales y la difusión independiente de informaciones y opiniones en el periodismo.
¿De dónde viene la justificación profunda; a qué concepto filosófico puede estar anclada la represión desembozada cuya expresión más "sutil y sofisticada" se articula en espacios de la televisión nacional donde groseramente se denigra, sin derecho a réplica, a quienes piensan diferente?
En los cursos más elementales de marxismo-leninismo, luego de estudiar las tres leyes fundamentales de la dialéctica, se aprende que en la sociedad se manifiestan contradicciones antagónicas que solo se solucionan a través de la violencia que genera una revolución.
Según el dogma, una contradicción antagónica solo se resuelve cuando uno de los contendientes logra el exterminio o la anulación del adversario.
Tiran a un vertedero la Cruz de los Llanitos, derribada por autoridades comunistas en España.
Aguilar de la Frontera, Ene 23.– La Cruz de los Llanitos de la localidad andaluza de Aguilar de la Frontera, provincia de Córdoba, derribada por orden del Ayuntamiento gobernado por Izquierda Unida, fue arrojada a un vertedero de escombros de obra.
Desde 1939 la cruz se encontraba junto a la iglesia del Convento de las Descalzas. Sin embargo fue derribada el 19 de enero y, según pudo comprobar el diario ABC, el símbolo cristiano terminó en la escombrera de la cercana localidad de Motril.