Jun.5 (DP.net).– La situación de cruel opresión en Nicaragua se deteriora cada día más, aplastando al pueblo en un régimen cada vez más totalitario, pero sobre todo desarrollando una violenta arremetida contra la Iglesia Católica para borrar del mapa toda oposición promotora de una ética democrática y defensora de los derechos humanos.
Entre sus maquinaciones para desacreditar y destruir la oposición digna y pacífica, el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha acusado a la Iglesia nada menos que de lavado de dinero en varias diócesis. Según la Policía Nacional, encontraron dinero "ilícito" en las parroquias. La acusación se basa en que dicen haber encontrado "grandes" cantidades de efectivo en algunas parroquias. Aparte de las colectas habituales durante las ceremonias en esas iglesias, han encontrado fondos que los bancos les han facilitado de sus cuentas corrientes a pesar de la orden del gobierno de congelar todas sus cuentas.
De esta manera, Ortega arremete contra la Iglesia, la banca y el gran capital. Y en concreto, la Iglesia se ve hostigada y acorralada por la policía, la fiscalía, la superintendencia y los analistas financieros pro gubernamentales. Esa estrategia asfixiante llega a un colmo represivo contra los maestros de centros de enseñanza patrocinados o mantenidos por la Iglesia que se han quedado sin salario por el bloqueo de sus cuentas bancarias.
La acusación de lavado de dinero es ridícula y sin fundamento, según el análisis de muchos defensores de los Derechos Humanos. El pasado miércoles le preguntaron sobre estos temas y sobre el encarcelamiento de Mons. Rolando Alvarez a John Kirby, Coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Esta fue su respuesta:
"Hay un dramático deterioro en el respeto a los Derechos Humanos en Nicaragua y lo denunciamos. La persecución de líderes católicos es inaceptable".
Mientras tanto, se cumplen 100 días del encarcelamiento de Mons. Rolando Alvarez. Lo tienen en una cárcel llamada “el infiernillo” sin poder ver la luz del sol… Pretenden quebrarle, pero según informan quienes han podido visitarlo se mantiene firme.
Participatory Democracy Cultural Initiative, Inc., y su subsidiaria DemocraciaParticipativa.net, exigimos la inmediata liberación de Mons. Rolando Álvarez y el respeto a la libertad religiosa en Nicaragua.
Advertimos también sobre el peligro que corre el Cardenal Leopoldo Brenes, a quien se le ha pedido que se presente a las autoridades. Hay rumores de que podrían también encarcelarle para ejercer más presión sobre la Iglesia Católica.
Condenamos la política del régimen de Ortega, que sigue deteniendo sacerdotes y cerrando templos católicos y ONGs. Hasta ha impedido a la Cruz Roja seguir trabajando en el país.