Derechos Humanos / Human Rights

Under the leadership of the Chinese Communist Party (CCP), the Beijing government is wiping out all elements of Tibetan culture. From deeply held religious beliefs to Tibetan native language, history, and artistic traditions dating back thousands of years.

In particular, in January 2018, Human Rights Watch reported that Chinese government officials were coordinating a “takeover” of the important Tibetan Buddhist monastery at Larung Gar. In a move to assert greater control and bolster its surveillance of religious activities, the government has been demolishing a number of monastery buildings, and placing atheist Communist party officials in important administrative positions. The move appears to more closely align with a long history of religious restrictions targeting the practice and institutions of Tibetan Buddhism.

Nevertheless, the fact is that Tibetans, including the Dalai Lama and the President-in-exile Tencho Gyatso, have expressed their willingness to negotiate a union deal with China if their traditions, religion, and way of life are respected. This has been stated despite the unfortunate example of what is happening in Hong Kong, where the promises of the Chinese government before the annexation have turned out to be totally empty.

On July 11, 2021, a spontaneous street protest in San Antonio de los Baños, near Havana, went viral on social media and thousands took to the streets all over Cuba, marching peacefully and chanting for freedom. Authorities violently put down the protests, militarized the country, and arrested thousands; at least 1,555 detentions were documented by the group Justicia 11J. Peaceful demonstrations and arrests have continued all over the country; to date, at least 909 individuals have been sentenced to prison, 773 are still in custody, and 84 have been forced into exile. After the protests, the Cuban government enabled and encouraged a huge mass exodus that has cost many lives; in 2022 alone, Cuba Archive reported 263 deaths and disappearances of Cubans fleeing the country by land or sea. In the 22 months from July 202 to May 2023, 391,282 border encounters with Cubans, presumed entries, have been reported in the U.S. alone.

Since July 2021, 21 Cubans have been killed by state agents enabled and empowered by the Cuban government. Cuba Archive has to date documented 4,374 extrajudicial killings by the Cuban regime (partial list) since January 1st 1959, of which 3,069 were ordered executions without due process of law. This number excludes thousands more deaths of a political nature from other causes. (All victims profiled below have a record in Cuba Archive's database.)

 
Diubis Laurencio Tejeda, age 36, was shot in the back by Policeman Yoennis Pelegrín Hernández on July 12, 2021, when he fired indiscriminately at a crowd of demonstrators in the neighborhood of La Güinera, Havana, a day after the mass protests began all over the country. 5 other persons were injured by the bullets, including a 16-year-old shot in the legs, and 161 protesters reportedly faced criminal charges. Tejeda’s family was only allowed a two-hour funeral with heavy police presence and forced to have his body cremated. Authorities declared the shooting justified in "legitimate defense." Pelegrín was reportedly promoted and given a better motorcycle. 

Pavel Giraud: “Las víctimas cubanas cotizan muy bajo”

Antonio Muñoz Molina. El País 3 de junio
“De todos los exilios del mundo, el cubano es el más desolador, porque lleva esperando el regreso más que ningún otro, y porque quienes lo viven están acostumbrados no a la solidaridad, sino a la indiferencia y al recelo, incluso al rechazo.”

El documental presentado en Madrid sobre Heberto Padilla ha puesto de manifiesto la realidad de Cuba; una realidad, que se extiende en el tiempo, hasta la actualidad, y que muchos intelectuales y políticos, a pesar de pruebas fehacientes prefieren obviar. Es el mismo sistema de represión, de entonces, el que sigue todavía sometiendo a Cuba, amedrentando, encarcelando, y condenando, al exilio forzoso, a las personas que se atreven a levantar la voz.

Cuba ha vivido, el 11 de julio de 2021, la mayor de las protestas desde la crisis de los noventa.   Más de mil personas han entrado injustamente en las cárceles por expresarse libre y pacíficamente y los cubanos, sentimos, que ha faltado solidaridad democrática abierta y contundente en la denuncia   de este hecho. Hemos extrañado el acompañamiento de varios países de la región.   Las víctimas cubanas, como expresa Giraud, cotizan muy bajo.  Es una triste realidad y nos preguntamos por qué.

Jun.5 (DP.net).– La situación de cruel opresión en Nicaragua se deteriora cada día más, aplastando al pueblo en un régimen cada vez más totalitario, pero sobre todo desarrollando una violenta arremetida contra la Iglesia Católica para borrar del mapa toda oposición promotora de una ética democrática y defensora de los derechos humanos.

Entre sus maquinaciones para desacreditar y destruir la oposición digna y pacífica, el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha acusado a la Iglesia nada menos que de lavado de dinero en varias diócesis. Según la Policía Nacional, encontraron dinero "ilícito" en las parroquias. La acusación se basa en que dicen  haber encontrado "grandes" cantidades de efectivo en algunas parroquias. Aparte de las colectas habituales durante las ceremonias en esas iglesias, han encontrado fondos que los bancos les han facilitado de sus cuentas corrientes a pesar de la orden del gobierno de congelar todas sus cuentas.

De esta manera, Ortega arremete contra la Iglesia, la banca y el gran capital. Y en concreto, la Iglesia se ve hostigada y acorralada por la policía, la fiscalía, la superintendencia y los analistas financieros pro gubernamentales. Esa estrategia asfixiante llega a un colmo represivo contra los maestros de centros de enseñanza patrocinados o mantenidos por la Iglesia que se han quedado sin salario por el bloqueo de sus cuentas bancarias.