Tenemos que combatir la nociva censura que viola los más básicos derechos de expresión. Podemos empezar por lo que está sucediendo en Facebook, uno de los medios sociales más populares del planeta.
Salvo los casos delictivos, como sería la pornografía infantil, la promoción de drogas estupefacientes prohibidas o las maquinaciones fraudulentas, tres ejemplos evidentemente rechazados por la sociedad en pleno, el intercambio de opiniones, información y cualquier grado de conversación, por muy criticables y poco elegantes que sean o puedan ser los temas o el lenguaje empleado o por muy políticamente incorrectas que puedan ser las opiniones, son mensajes que se intercambian entre amigos que han aceptado esa relación epistolar o que han aceptado seguidores del proponente. Si alguien se siente incómodo u ofendido, simplemente deja de ser "amigo" o "seguidor" y corta la comunicación. NO HACE FALTA UN TERCERO (la empresa proveedora o el gobierno) QUE IMPONGA SU CRITERIO CENSOR.
Por estas razones, exhortamos a que se sumen a esta campaña que está impulsando Citizen GO:
¡Queremos un Facebook sin censura!
El conocido activista izquierdista, el multimillonaro George Soros y varias decenas de grandes multinacionales están presionando a Facebook para que la red social censure los mensajes provida y profamilia de CitizenGO de su plataforma.
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