1ro. DE MAYO 2025: ADEMAS DE SALARIOS ES LA RECUPERACIÓN DEL VALOR DEL TRABAJO

Froilan BarriosComo en el conjunto de la sociedad venezolana cada sector vive su calvario, siendo en particular los trabajadores y el entorno familiar el componente más numeroso de la población, el más afectado por las políticas económicas de un proyecto político que ha devastado durante el siglo XXI la condición de vida de los habitantes.

 En el contexto del día internacional del trabajador de 2025 es oportuna echar una mirada al retrovisor del andar del sindicalismo venezolano, reconociendo que ha sido una tarea dura sobrevivir a 26 años de gestión chavista cuya administración no tiene en su prédica el reconocimiento a la libertad sindical, por el contrario, considera que el sindicalismo es la “correa de transmisión de los valores de la burguesía en la clase obrera”. Esto como excusa para promover desde el Estado una ofensiva brutal y salvaje contra el salario, pensiones, contratos colectivos, la función pública, la seguridad social, condenando al trabajo como primordial actividad humana a la precariedad absoluta y como consecuencia explotar la mano de obra calificada como la más barata de América Latina.

Ahora bien, nuestra preocupación se centra en el accionar sindical en este primer cuarto de siglo, plasmado cada primero de mayo tanto en la región capital como en el interior del país, donde resalta la división permanente en las filas sindicales al convocarse movilizaciones en sitios diferentes y por otro lado en la monotonía del discurso centrado solo en el aumento salarial y el cumplimiento de los contratos colectivos, ante un estado dictatorial que aborrece, reprime los derechos laborales e ignora las exigencias gremiales y sindicales.

¿Qué hacer entonces?

Primero, considerar la realidad sindical y gremial actual, al reconocer que no existe ninguna central sindical de envergadura nacional, en la actualidad sobreviven franquicias históricas, comenzando por la misma CTV, y luego CODESA, CGT, CUTV, igualmente han surgido intentos en el caso de la UNETE y ASI durante el siglo XXI, quienes no alcanzan todavía el rango con la jerarquía de central sindical como lo fue la CTV durante el siglo pasado. A este cuadro crítico se añade un archipiélago de corrientes y coaliciones sindicales que surgen y desaparecen al ritmo de las escaramuzas y refriegas propias del mundo sindical en su relación con los partidos políticos y la preminencia de los egos de cada factor.

En segundo lugar, promover la conformación de un espacio de distensión que motive al encuentro de todas estas expresiones sindicales y gremiales, al intercambio y análisis de un programa de acción centrado en la recuperación del valor del trabajo, incluida las exigencias de salarios dignos y cumplimiento de contratos colectivos. En esa dirección las iniciativas de la UCAB con el Padre Urquijo en 2001, del ILDIS y la Fundación Konrad Adenauer contienen una rica experiencia en la materia.

En tercer lugar, romper los mitos e ir al encuentro con la propuesta de recuperación del valor del trabajo ante todos los sectores, intercambiar con las universidades públicas y privadas, colegios profesionales, con Fedecámaras, con la Iglesia, con sindicatos y federaciones, sin complejo alguno en torno a divergencias o coincidencias.

Evidentemente con el gobierno el precedente es negativo, este ha practicado un dialogo de oídos sordos, lo ha hecho con la OIT en el Foro Social evadiendo sus resoluciones en 4 reuniones desde 2022 hasta 2025, violentando las recomendaciones de la Conferencia Anual y del Consejo de Administración. En definitiva, la actitud siniestra se evidencia con Ministros del Trabajo que se definen como Tenientes de las Milicias Obreras, cuya actitud servil y rastrera es la requerida por el tirano mandatario para el ejercicio del cargo.

Finalmente, ampliar el espectro de las luchas de los trabajadores es el desafío del sindicalismo en la actualidad, que va mas allá de lo reivindicativo y se extiende a promover la capacitación en un mundo donde la Inteligencia Artificial y el Chat GPT impactan las relaciones de trabajo a nivel regional y global.

Así también colocar en primera instancia como meta el lugar del trabajo en la economía nacional, determinando el rescate del poder adquisitivo, el derecho a la vida digna y al equilibrio ante el capital como aporte a la riqueza nacional mediante salarios justos y reivindicaciones sociales que dignifiquen el trabajo.

                                                        Froilán Barrios Nieves     Movimiento Laborista

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