Realidades y recursos en la lucha por los derechos humanos en Cuba
Es muy difícil, si no imposible, contabilizar las violaciones de los derechos humanos en Cuba debido al bloqueo estatal de la información y a las represalias y el hostigamiento de las autoridades contra los que intentan registrar y divulgar los casos que llegan a su conocimiento.
La estrategia represiva del gobierno cubano durante los últimos años se ha basado en un constante acoso que consiste en arrestos violentos, actos de repudio organizados por la policía política mediante "Brigadas de Respuesta Rápida" (turbas paramilitares), viviendas asediadas por horas y a veces días con piedras y palos, cortes en el servicio eléctrico y telefónico, quema de documentos, confiscaciones, allanamientos, golpizas a hombres, niños y mujeres indiscriminadamente, detenciones arbitrarias y secuestros. En los últimos años se ha manifestado una tendencia creciente al aumento de la violencia policial durante las detenciones, a pesar de la actitud sumamente pacífica, como estrategia de resistencia cívica, que siguen disidentes y opositores.

Los que son sometidos a este hostigamiento pueden perder su trabajo o ver que ponen obstáculos a los estudios y a otras oportunidades de progreso personal para sus hijos.
También se les pueden confiscar propiedades personales sin justificación legal alguna. Entre los equipos incautados se encuentran impresoras, computadoras, cámaras fotográficas y de video, estantería, libros, tabletas electrónicas, teléfonos móviles (celulares), CDs y DVDs, memorias flash, papel, tinta, impresos de boletines, ejemplares de periódicos, y materiales de la ONU que los grupos utilizan para informarse e informar al pueblo, como son los folletos de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En algunos casos se les decomisan muebles, medicamentos y alimentos.
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Dec. 6.─ Seventy-one years ago this week, on December 7, 1941, the United States changed forever. What began as a tranquil day in a country that thought it could avoid the violence wracking the rest of the world ended with a bloody and unprovoked surprise attack. That "day that shall live in infamy" -- in President Franklin Roosevelt's famous words -- saw our country transformed from a growing but isolated nation into the military, technological and economic superpower that routed a vicious totalitarian Axis, then a brutal communist empire, and that has ensured peace and democracy in the world ever since.
La Habana, Nov. 27 (DP.net).─ De algo sirvió la