Miami, 3 de septiembre de 2024
Neuro J. Villalobos Rincón**
“Urge devolver a los venezolanos su capacidad de soñar. Unirnos nuevamente en pos de un ideal que le haga rebelde frente a la mediocridad.” |
La historia política y económica de Venezuela nos revela una sucesión de hechos desafortunados, de francos desatinos, cuyas consecuencias sociales se han ido arrastrando hasta llegar a la indeseable situación crítica de hoy. Nos hemos caracterizado por ser una sociedad que busca “para cada problema complejo una respuesta sencilla... y equivocada como diría H. L. Mencken. Es obvio que los problemas complejos requieren soluciones complejas y para ello se necesitan personas competentes.
Nuestra historia más reciente, la que estamos viviendo o padeciendo hoy, con el intento de robo descarado por parte del chavismo-madurismo de los resultados electorales presidenciales que ganó holgadamente el Dr. Edmundo González Urrutia parece confirmar que somos una nación que pretende seguir siendo dirigida por los más incompetentes de nuestra sociedad, es decir, que queremos seguir por mucho tiempo bajo lo que se conoce como el efecto Dunning-Kruger, fenómeno psicológico descrito por estos científicos de la Universidad de Cornell, según el cual las personas con escaso conocimiento tienden sistemáticamente a pensar que saben mucho más de lo que saben y a considerarse más inteligentes que otras personas más preparadas.
Este efecto se basa en dos principios:
- Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
- Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades de los demás.
Esta situación es profundamente peligrosa ya que, en el estudio realizado por estos científicos, una vez aplicados los tests elaborados por ellos a una serie de personas llegaron a la conclusión de que los incompetentes no sólo llegan a conclusiones erróneas y toman decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de ello.
Pareciera haber en esos estudios una explicación a la catastrófica situación en la que se encuentra nuestro país que no solo está gobernado por incompetentes sino, además, por charlatanes y embusteros, aunque hay que distinguir entre unos y otros, ya que los embusteros conocen la verdad, la valoran, pero la ocultan y desfiguran para obtener algún tipo de ventaja, en tanto los charlatanes no rechazan ni se oponen a la verdad, simplemente la ignoran, no le prestan atención en lo absoluto. Por ello se dice que el charlatán es peor enemigo de la verdad que el embustero.
Es necesario reaccionar y tener una visión trascendente, es decir, tener conciencia de nuestras propias capacidades. El pueblo venezolano ya lo hizo, salió a votar decididamente, sin miedo, en las pasadas elecciones en contra de la dictadura que nos atenaza. Es necesario que ese espíritu de unidad continúe y debemos mantenerlo hasta que acabemos con esta ignominia, hasta que dispersemos el clima de mediocridad que como espesa nube se ha aposentado sobre el país. Venezuela se merece un destino mejor y no tanta soberbia engreída de incompetentes, charlatanes y embusteros y de quienes se creen los únicos poseedores de la verdad. Es de ilusos creer que el mérito pueda abrir las puertas de un régimen envilecido. Por cada hombre de mérito en este país hay decenas de sombras insignificantes en el gobierno, pero, con poder y con armas, por ahora.
www.venamerica.org.
** Director de VenAmérica