CUANDO SUCEDERÁ LA PATADA HISTÓRICA DE “VAMONOS QUE PESCUEZO NO RETOÑA”

Froilan BarriosRecientemente el desenlace de la crisis venezolana se ha convertido en centro de atención mundial y nacional en medios de comunicación y redes sociales, donde connotados analistas y managers de tribuna locales, avizoran a través de sus bolas de cristal el apetecible final de la repudiada tiranía en el poder, cuya gestión se ha extendido como tragedia nacional a lo largo del siglo XXI.

En verdad la imaginación es prodigiosa, unos hablan de la presencia de la flota norteamericana en el Mar Caribe como si se tratara del día D en Normandía, otros especulan sobre rumores de desembarco de marines en la Península de Paria, entre tanto algunos recurren a la épica de la extracción de Bin Laden en 2012, cuando los SEAL de la Marina estadounidense, allanaron el complejo donde se ocultaba Osama en Abbottabad, Pakistán, y abatieron al líder de Al Qaeda.

Este guion de epílogos se ha alimentado de una narrativa surgida de la política exterior norteamericana durante el siglo XX hacia América Latina, a partir de las acciones de los gobiernos de Teddy Roosevelt, quien creía que Estados Unidos tenía el derecho y la obligación de ser el policía del hemisferio. Esta creencia, y su estrategia de "hablar con suavidad y portar un garrote", moldearon gran parte de su gestión durante su mandato (1901-1909).

 Posteriormente décadas más tarde la política internacional estuvo marcada bajo el contexto de la Guerra Fría, mediante la decisión del presidente Harry Truman, al autorizar la Operación Fortune para derrocar a Jacobo Árbenz en 1952 en Guatemala, luego, bajo el mandato del presidente Lyndon B. Johnson, quien tomó la decisión de enviar marines estadounidenses a la República Dominicana en 1965 para proteger a ciudadanos estadounidenses y evitar un posible "segundo Cuba" en el Caribe, así también bajo la gestión de Ronald Reagan este autorizó la invasión militar de la isla de Granada en 1983, ordenando la "Operación Furia Urgente", citando la amenaza que representaba el régimen marxista de la isla para los ciudadanos estadounidenses y el temor a que se convirtiera en una base soviético-cubana, y finalmente el presidente George H. W. Bush en diciembre de 1989 autorizó la invasión a Panamá y la captura de su presidente Manuel Noriega por sus vínculos con el narcotráfico.

En un nuevo contexto diferente al de la Guerra Fría al disolverse la URSS y el Pacto de Varsovia, la pregunta evidente es ¿será escenario América Latina de una nueva incursión militar en el siglo XXI? La respuesta está en manos de la actual administración que ha indicado recientemente a través de su presidente Donald Trump no estar interesado en cambio de régimen en nuestro país, sino solo combatir el narcotráfico. Determinando a mi criterio que depositar las esperanzas de cambio en los intereses de las potencias de Europa o de América del Norte puede conllevarnos a una nueva frustración, al demostrarse en repetidas oportunidades que Venezuela no ha sido la prioridad en la agenda, por el contrario, sus gobiernos actúan en base a sus intereses económicos y geopolíticos.

Prefiero escarbar en las enseñanzas de nuestra historia para pronosticar la génesis de cambios políticos, pudiendo identificar que en nuestra narrativa del siglo XX desde1935, y en años sucesivos 1945, 1948, 1958, incluso hasta 1999 la injerencia del componente militar fue clave, junto al resto de actores políticos y sociales, en los cambios históricos que para bien o para mal se hayan conocido en nuestro país.

Los datos duros de un desenlace deben estar precedidos de eventos fácticos, siendo el más reciente, el 28 de julio de 2024 y el barrido de una clase política opositora convertida en un obstáculo para la liberación nacional y la derrota del régimen tiránico. 2.-La autoproclamación de Maduro el 10-E 2025 refleja su ilegalidad e ilegitimidad, 3.- La carta “súplica” de Maduro a Trump, indica la extrema debilidad de un régimen que implora ante su “enemigo imperialista” piedad… 4.- la indiferencia de la población ante los llamados a defender la patria ante la “agresión imperialista”..5.- la permanencia de un liderazgo legitimado y personificado en Edmundo González y María Corina Machado que no se ha quebrado ante la ofensiva del régimen.

Los venezolanos vemos con horror un futuro similar al de Cuba y Nicaragua donde el terror ha sido el soporte de sus políticas de estado, por tanto, para superar la incertidumbre y reconquistar la libertad, debemos labrar la más amplia unidad nacional blandiendo como texto fundamental nuestra Constitución, cuyo contenido garantiza nuestros principios fundacionales: La soberanía, la autodeterminación y el derecho a vivir en democracia.

Ser capaces de atar los cabos sueltos de nuestras luchas al detal, la lucha social, económica, política, nos permitirá acercarnos cada día al epílogo de un régimen tiránico, cuyo final apure su salida para siempre de la vida de una nación que añora su historia en un sistema con la autonomía en las instituciones y el restablecimiento del estado de derecho.

                                           Froilán Barrios Nieves   Movimiento Laborista

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