Chicago, Oct. 13.– Es notable el grado de fanatismo que se perfila contra los intentos de la actual administración de establecer el orden y el respeto a la ley en algunas ciudades de Estados Unidos donde hay muy altos índices de delincuencia que han sido hasta ahora un problema permanente y supuestamente insoluble en Chicago, Washington D.C. y otras localidades del país. Es sorprendente el apoyo que se observa a favor de los militantes que se oponen violentamente a las fuerzas de la Guardia Nacional cuya misión es respaldar a las fuerzas del orden que se ven abrumadas por los fascinerosos.
¿Qué es lo que está sucediendo? No encontramos la respuesta en los grandes medios noticiosos, pero es un hecho que esas fuerzas radicales que utilizan la violencia como medio de protesta ahora están repartiendo instrucciones escritas sobre cómo emboscar, atacar y abrumar a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y se han organizado para entorpecer todo apoyo posible de la Guardia Nacional en defensa de esos agentes. Aunque hay múltiples casos criticables sobre las acciones de ICE que deben ser remediados y aunque hay numerosos inmigrantes ilegales que merecen soluciones compasivas, debe respetarse también la misión de ICE, que no es otra que buscar y deportar a quienes se ocultan para mantener su condición de ilegalidad, sobre todo a quienes forman parte de esa delincuencia pandillera que asola al país.
Los agentes de ICE se ven obligados a ir enmascarados para protegerse de represalias por parte de los militantes violentos y las pandillas, pero se han observado folletos pegados a postes y paredes que revelan sus nombres, fotos y números de teléfono. Es notable que estos militantes violentos que imprimen y pegan estos carteles posean tan detallada información que pone en peligro no sólo a los agentes sino también a sus familias. En uno de esos folletos puede leerse que: «Estos agentes armados aterrorizan racialmente y criminalizan a comunidades enteras con sus políticas. Secuestran a la gente de sus hogares y de las calles, separando a las familias y fracturando a las comunidades...», etc.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) declaró al respecto que: «Estos activistas patéticos están poniendo blancos en la espalda de nuestra policía y nuestros agentes mientras protegen a la MS-13, Tren de Aragua y otras pandillas viciosas que trafican a mujeres y niños, secuestran para obtener rescate y envenenan a los estadounidenses con drogas letales».
En contraste, muchos políticos y otras personalidades del país que ya no pueden tapar el Sol con un dedo ponen una venda sobre sus ojos en sus gestiones entorpecedoras de la ley y el orden, como lo hace el fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, quien afirmó este sábado: «Realmente no hay Antifa como organización institucional... Nadie sabe siquiera qué es. La primera persona a quien escuché usar la palabra Antifa fue a Donald J. Trump cuando estaba hablando de Charlottesville.» Esta declaración parece orientada a engatusar a las masas para fanatizarlas, puesto que este Sr. Ellison, "olvidó" muy convenientemente que en 2018, tuiteó con orgullo imágenes de sí mismo con un manual de Antifa y alardeó: «"En @MoonPalaceBooks y yo acabamos de encontrar el libro que infunde miedo en el corazón de Donald Trump».
Con notable cinismo, estos grupos y personalidades que son militantes declaradamente ateos, manipulan a su favor declaraciones de SS Leon XIV sin atender a su posición cristiana de compasión con los pobres y los menos favorecidos, citándolo fuera de ese contexto cuando el Papa expresó en una homilía en la Basílica de San Pedro, en Chicago, que: «...en las comunidades de antigua tradición cristiana, como las de Occidente, la presencia de muchos hermanos y hermanas del Sur del mundo debe ser acogida como una oportunidad, a través de un intercambio que renueve el rostro de la Iglesia y sustente un cristianismo más abierto, más vivo y más dinámico.» Y cuando horas después declaró: «¡Nadie debe ser obligado a huir, ni explotado ni maltratado por su situación de extranjero o necesitado! ¡La dignidad humana siempre debe ser lo primero!»
Son declaraciones propias del espíritu cristiano que es la misión del Pontífice proyectar: un espíritu de compasión y tolerancia; de amor al prójimo. Pero dentro de su legítimo contexto no son palabras a favor de la ilegalidad ni de la delincuencia. No son palabras en contra de los deberes de un gobierno por imponer el orden. Son exhortaciones a la compasión y la tolerancia hacia los más necesitados que lo merecen.
Por su parte, esas personalidades y políticos que proyectan sus mensajes con la venda en sus ojos, pretenden desviar la atención de la larga reputación de crímenes y delincuencia que se ha extendido durante todo un siglo en la ciudad de Chicago, un centro de la política de tendencia socialista que ha fomentado en ese Estado y en esa ciudad una actitud hostil hacia las personas que quieren evitar ser víctimas de la delincuencia de pandillas fuertemente organizadas y bien armadas. Esta realidad no ha bastado para que la jueza April Perry decidiera bloquear el 3 de octubre el despliegue de la Guardia Nacional en el área de Chicago, por al menos dos semanas.
Entre otras de estas personalidades se encuentra la alcaldesa de Broadview, Katrina Thompson, quien envió el viernes una carta al Director de la oficina de campo ICE , Russell Hott, en la que acusaba a la agencia de "hacer la guerra". En respuesta, ICE acusó a Thompson de "distorsionar la realidad" y de "señalar con el dedo en la dirección equivocada, mientras nuestros agentes protegen a su comunidad -y a otras- de amenazas reales, al tiempo que se enfrentan a un aumento vertiginoso de la violencia contra ellos, incluso en las instalaciones de Broadview". (Un suburbio a unos 12 km al oeste de la ciudad de Chicago) Pero la respuesta del Sr. Hott brilla por su ausencia en la gran mayoría de los medios de prensa.
Estas son sólo algunas de las realidades que la gran prensa se empeña por ignorar. Lo justo sería promover la compasión y la tolerancia con quienes lo merecen, pero con orden y pleno respeto a la ley.
Comments powered by CComment