Según Josef Joffe la respuesta es un no rotundo. Joffe es un intelectual alemán que estudió en EEUU, editor de Die Zeit, el semanario más leído de Alemania, y quien actualmente se desempeña como profesor visitante de Stanford University. Joffe escribió el libro The Myth about America´s Decline que está generando un amplio debate en EEUU.
Joffe parte de la premisa que una serie de eventos en la segunda posguerra mundial, que ocurren más o menos cada 10 años han llevado a la falsa y varias veces fracasada hipótesis de que EEUU está en decadencia y que perderá la preponderancia mundial en favor de otros países, ahora de China. No obstante, EEUU continúa manteniendo una primacía económica, militar y cultural.
Entre esos eventos de la posguerra se encuentran: el lanzamiento del Sputnik y el desarrollo del arsenal nuclear por la URSS; la derrota de la guerra en Vietnam; el abandono del patrón oro (por Nixon); el malestar social de Carter y la toma de la embajada de EEUU en Irán; la sobre extensión de los imperios analizada por Paul Kennedy; el crecimiento muy elevado de Japón y el fortalecimiento de Europa en los años 1980s; y más reciente el crecimiento muy elevado de China en los 2000s y la consecuente e inminente superación de la economía estadounidense muy afectada por la Gran Recesión en 2008-2009.
Joffe atribuye el fuerte desempeño de la economía estadounidense en los 1990 y a principios de los 2000s a la desregulación económica de Reagan y la reforma del bienestar social por Clinton. Estas experiencias podrían constituir la base de una buena oportunidad para el sucesor de Obama decida reducir nuevamente las regulaciones y el estado de bienestar.
Joffe considera, por otra parte, que el elevado crecimiento chino es insostenible porque se basa en un modelo similar al utilizado por los otros dragones y tigres asiáticos (Taiwán, Corea, Japón, etc.), un modelo capitalista de Estado, acentuado por la dictadura autoritaria de un solo partido en el caso chino. El modelo genera inicialmente un elevado crecimiento con base en una alta tasa de ahorro y la expansión de las exportaciones, una tasa de cambio subvaluada y la utilización de los excedentes de mano de obra. Jofee señala que una de las leyes más antiguas de economía, la ley de los rendimientos decrecientes, establece que a medida que aumenta la inversión fija, su retorno marginal decae y con ello cada nueva unidad de capital tiene una menor productividad que la anterior.Por ello el crecimiento cae a una tasa normal una vez que la exuberancia juvenil del modelo da paso a la madurez.
La modernización autoritaria guiada conlleva la semilla de su propia declinación. El sistema mueve montañas en sus etapas iniciales pero eventualmente se inmoviliza para convertirse en uno rígido e inmóvil. Le da poder mucho a los intereses creados que primero ignoran y luego resisten la necesidad de cambios porque consideran que presentan una amenaza letal al estatus e ingresos de los dirigentes.
Asimismo, mientras China envejece demográficamente, EEUU se rejuvenece gracias a sus elevadas tasas de natalidad e inmigración. Una sociedad que envejece implica no solo una menor fuerza laboral, sino también un balance cultural cambiante entre los que buscan la seguridad y la estabilidad y los que ven oportunidades en los riesgos e iniciativas, rasgos impulsores del crecimiento económico.
Joffe considera que el veredicto de la historia no es alentador para China, pero sí lo es para EEUU. ¡Veremos!