Guatemala en la Encrucijada: Algunas Predicciones Ponderadas

La próxima semana, 11 de septiembre, se decidirá quien regirá los destinos de Guatemala.  Independientemente de las personas, nos proponemos en este breve bosquejo, apuntar algunos rasgos claves para entender el proceso que tendrá un desenlace en la fecha mencionada.  Estos aspectos claves son los siguientes:

  1. Desde 1985, no se ha repetido ningún gobierno electo.  Los que triunfan se dividen en dos o más fuerzas o desaparecen.  La Democracia Cristiana, con un Vinicio Cerezo (1986-90) triunfador con más del 70% del electorado en una segunda vuelta, ha desaparecido y no participa en esta elección.  El Movimiento de Acción Solidario que acuerpó a Jorge Serrano (1990-93), ya no existe y el ex-Presidente no ha podido volver al país después de un intento de golpe de estado que fracasó.  Posteriormente, fue elegido por el Congreso Ramiro de León Carpio (1993-96) que no respondía a ningún partido político y fue una transición que culminó en una elección que llevó a la presidencia a Alvaro Arzú (1996-2000).  El Partido de Avanzada Nacional, PAN, que fue el partido triunfador, prácticamente ha desaparecido aunque lleva un candidato en las elecciones actuales que apenas despunta con alrededor del 2% del electorado en las encuestas.  Arzú hace su actividad política ahora en el Partido Unionista y corre como Alcalde, despues de haberlo sido tres veces anteriormente.  El triunfo de Alfonso Portillo (2000-2004) no es una excepción.  El Frente Revolucionario Guatemalteco que fue su fuerza política decidió no llevar candidato presidencial en estos comicios y muchas de sus personalidades han pasado a otros partidos políticos.
  2. En forma opuesta a la política tradicional latinoamericana, llegar al poder en Guatemala significa para los partidos, una muerte segura que pudiera compararse al "beso de Judas".  En vez de consolidarse un partido oficial con el ejercicio del poder, se desgasta, fracciona y casi desaparece de la escena política.
  3. Curiosamente aparece un evento que se repite.  Si se quiere triunfar en una elección, lo mejor es ser perdedor en una anterior.  Las oportunidades aumentan si se fue a la elección pasada y se perdió.   Al ser reelecto candidato, la probabilidad aumenta de triunfo.  Ese ha sido el caso del ex-Presidente Alfonso Portillo, del actual Presidente Colom y también el de Otto Pérez Molina, hoy candidato que surge en las encuestas con un amplio porcentaje (alrededor del 40%) como un casi seguro vencedor, seguido probablemente por un segundo, que hasta ahora en dichas encuestas, no ha sobresalido con alrededor de un 20%.  Habría un rasgo en la población que favorece la candidatura perdedora anterior.  Personas comunes responden en las encuestas y entrevistas "ahora le toca"...como haciendo un balance justiciero de la participación política de un candidato perdedor en la anterior elección
  4. La seguridad se ha convertido en un tema crucial del proceso electoral como lo fue en la anterior elección.  Las tramas del narcotráfico se han extendido a Guatemala.  Por esa razón, un ex-militar, el General Otto Pérez Molina, que sin duda es el candidato con mayor familiaridad con el tema, está atrayendo las preferencias.  Si bien el discurso populista, atrae parte de las masas rurales, basadas en programas asistencialistas similares a los que dieron el triunfo a Lula y Roussef en Brazil, estas prioridades ceden ante un peligro ya establecido que amenaza con carcomer la entraña misma de la vida política del país.
  5. Por otro lado, se estima que un 10% de la población, más de un millón de guatemaltecos, se encuentra residiendo en los Estados Unidos adonde han ido en busca de trabajo.  Esta tendencia se ha disparado desde finales de los noventas y ha tendido a ampliarse con el tiempo.  El problema del empleo, la creación de fuentes de trabajo, un tema que depende en alto grado de fuerzas económicas y de las empresas establecidas capaces de generarlo en una escala esperada, atrae al electorado en mayor grado, que las promesas populistas, a diferencia de otros países de América Latina.
  6. Tanto a nivel de las personas inscritas para votar como de las candidaturas electas, por primera vez, aparece la mujer con un papel visible en las elecciones con respecto al pasado.  Esta súbita participación a nivel de base y de cúpula se ha debido a una serie de factores, entre ellos, el intento de la señora del Presidente Colom, de aspirar a la primera magistratura que ha obligado a otros partidos, a incluir en sus listados al más alto nivel, candidatas mujeres en vez de hombres.  Es el caso de Otto Pérez Molina y de los dos candidatos que le siguen.  Los tres que van en punta, en las preferencias reflejadas por los electores en las encuestas, llevan candidatas vicepresidenciales mujeres.  Por otro lado, los programas asistencialistas dirigidos a mejorar el ingreso de los hogares, ha incidido también en una mayor participación política de las mujeres.  No obstante, todavía este fenómeno no aparece muy claro.  La literatura sociológica y de ciencia política apunta una tendencia conservadora en el segmento femenino histórica que en el presente tiende a igualarse en países con mayor desarrollo y ejercicio político democrático.  Esta variable sin embargo es incierta en Guatemala y pudiera quizás especularse que aunque la participación femenina a nivel de base está siendo masiva, este factor no se refleja todavía en la preferencia electoral y probablemente, el sesgo conservador pudiera todavía estar presente en este electorado.

Los rasgos señalados anteriormente no son exhaustivos pero pueden dar algunas claves de cómo se va a producir el electorado guatemalteco la próxima semana.  Las tendencias, entonces, apuntan a una victoria del General Otto Pérez Molina, seguido probablemente en forma lejana por un segundo candidato con probabilidad de presentarse a una segunda vuelta, si el primero no alcanza la cifra mayor del 50% de los electores requerida.  No puede descartarse que solo haya una primera vuelta, aunque nunca en la historia electoral guatemalteca reciente ello haya sucedido.  En todo caso, la primacía del candidato mencionado, se construye también por la dilución de las fuerzas que apoyaron a Sandra de Colom, que en estos momentos se haya dispersa y afectada por las tendencias disgregadoras para el oficialismo del "beso de Judas".

[ Situación imperante después de la Primera Vuelta electoral ]

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