La estrategia represiva del régimen de los Hermanos Castro

Realidades y recursos en la lucha por los derechos humanos en Cuba

Es muy difícil, si no imposible, contabilizar las violaciones de los derechos humanos en Cuba debido al bloqueo estatal de la información y a las represalias y el hostigamiento de las autoridades contra los que intentan registrar y divulgar los casos que llegan a su conocimiento.

La estrategia represiva del gobierno cubano durante los últimos años se ha basado en un constante acoso que consiste en arrestos violentos, actos de repudio organizados por la policía política mediante "Brigadas de Respuesta Rápida" (turbas paramilitares), viviendas asediadas por horas y a veces días con piedras y palos, cortes en el servicio eléctrico y telefónico, quema de documentos, confiscaciones, allanamientos, golpizas a hombres, niños y mujeres indiscriminadamente, detenciones arbitrarias y secuestros. En los últimos años se ha manifestado una tendencia creciente al aumento de la violencia policial durante las detenciones, a pesar de la actitud sumamente pacífica, como estrategia de resistencia cívica, que siguen disidentes y opositores.

Brigadas de Respuesta Rápida en acción

Los que son sometidos a este hostigamiento pueden perder su trabajo o ver que ponen obstáculos a los estudios y a otras oportunidades de progreso personal para sus hijos.

También se les pueden confiscar propiedades personales sin justificación legal alguna. Entre los equipos incautados se encuentran impresoras, computadoras, cámaras fotográficas y de video, estantería, libros, tabletas electrónicas, teléfonos móviles (celulares), CDs y DVDs, memorias flash, papel, tinta, impresos de boletines, ejemplares de periódicos, y materiales de la ONU que los grupos utilizan para informarse e informar al pueblo, como son los folletos de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En algunos casos se les decomisan muebles, medicamentos y alimentos.

 

Esta estrategia deja pocas huellas en las víctimas o se basa en actos de corta duración que no dan tiempo a la denuncia ni, mucho menos, a la reacción por parte de instituciones y organismos defensores de los derechos humanos. Los arrestos y detenciones arbitrarias, por ejemplo, suelen no prolongarse por más de tres días y con frecuencia sólo duran unas pocas horas.  Pero el hostigamiento puede ser abrumador porque muchos arrestos y detenciones son reiterados contra las mismas víctimas y en casi todos ellos suele haber un alto nivel de violencia y maltratos.

 

Por ejemplo, el número de arrestos durante los 11 primeros meses de 2012 se calcula en más de 4,500, aunque el número de personas arrestadas en ese tiempo es mucho menor porque algunos han sido arrestados dos o más veces. Prácticamente en ninguno de estos casos se instruye de cargos a los arrestados y se les pone en libertad horas o días después sin darles explicaciones, aunque en los frecuentes interrogatorios suelen recibir amenazas a veces tan graves como las "advertencias" de que pueden perder la vida en algún incidente futuro. En el caso del dirigente opositor Oswaldo Payá, quien fue amenazado de muerte en numerosas ocasiones, así sucedió en un trágico "accidente" este año.

La lista de incidentes, accidentes y hostigamientos, además de las detenciones y arrestos señalados, sería interminable, quizás de decenas de miles de casos.

En algunos casos de persecución política el régimen cubano realiza procesos judiciales que acarrean condenas a largos años de cárcel de determinados opositores. Una de las leyes que se utilizan para este tipo de represión es la Ley Nº 88 de "Protección de la independencia nacional y la economía de Cuba". En algunos otros casos se aplican figuras jurídicas inicuas, como las de "peligrosidad", "delitos de opinión" (a los periodistas independientes que reportan a emisoras y prensa extranjera), "desacato" (por gritar "abajo la dictadura", por ejemplo), "insubordinación" (a juicio del represor en un contexto de la sociedad civil), "asociación ilícita" (por reunirse un grupo en la vivienda de alguien), etc., etc. La selección y presentación de testigos en los "juicios" es arbitraria, no existe el recurso de "habeas corpus" y las apelaciones a las condenas que tienen una motivación política siempre son rechazadas en una instancia superior.

Esta es la agobiante y espantosa realidad de la represión en Cuba, que pasa casi inadvertida para el resto del mundo y rara vez provoca reacciones de compasión o solidaridad, como los casos de violaciones a los derechos humanos que en otras partes del mundo reciben mucha más cobertura de prensa y apoyo internacional porque los métodos represivos empleados en esos países son más crudos y visibles, y porque en muchos casos el régimen represivo permite el acceso de las instituciones internacionales a las víctimas. En Cuba, por el contrario, se niega sistemáticamente el acceso al país de las organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos, con el pretexto de rechazar la injerencia en los asuntos internos del país y defender la soberanía nacional.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon hizo hincapié el 10 de diciembre, con ocasión del "Día de las Naciones Unidas" en que: "International law is clear: No matter who you are, or where you live, your voice counts" ("El derecho internacional es claro. No importa dónde usted se encuentre o dónde viva, su voz cuenta"). Se trata de aprovechar los instrumentos disponibles a las víctimas en cualquier parte del mundo.

Los lectores pueden encontrar AQUÍ una lista de instituciones y organismos internacionales interesados activamente en la defensa de los derechos humanos. Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas recibe anualmente más de 400,000 denuncias de violaciones a los derechos humanos, de los que gran parte llegan a través del número de fax de emergencia que funciona las 24 horas del día: (41-22) 917-0092. Cada año, se reciben por esta vía unas 200,000 comunicaciones informando sobre violaciones. Las denuncias de violaciones de derechos humanos también se pueden hacer a través de la página en Internet del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 

Hay tres procedimientos básicos para plantear a los órganos de derechos humanos las denuncias por las violaciones a las disposiciones de los tratados sobre derechos humanos:

Además, DemocraciaParticipativa.net pone a disposición de todos su Sección de "Denuncias" para recoger y retrasmitir (en inglés y/o español) todo tipo de denuncias e informes sobre violaciones perpetradas en cualquier parte del mundo.  Los lectores pueden dirigirlas a Siro del Castillo.

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