Buenos Aires, Dic.16 (DP.net).─ Pese a no haber sido invitada, la Canciller Venezolana Delcy Rodríguez acudió a Buenos Aires con el propósito de entrar a la fuerza y, si fuera necesario, "por una ventana" a la Cumbre del Mercosur, como declaró a la prensa a su salida de Caracas. En consecuencia, fue recibida con la negativa de los vigilantes de la Cancillería argentina a permitirle el paso al Palacio San Martín en la mañana del miércoles 14.
La Cancillería, situada al frente de uno de los parques más vistosos del centro de Buenos Aires, estaba custodiada por varios camiones de la policía y trincheras de acero para contener disturbios, en previsión de que ya se sabía que Rodríguez llegaría acompañada de varios centenares de simpatizantes argentinos del gobierno "bolivariano", que había sido uno de los más cercanos aliados de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner durante un período de mutuo apoyo político.
En la entrada de la Cancillería, los guardianes le expresaron que "no puede entrar", pero en el video publicado por medios oficialistas venezolanos se ve que ella se desliza entre los vigilantes, en medio de gritos que la apoyaban y decían "derechos de la mujeres, derechos de la mujer". Aunque el Presidente Maduro alegó posteriormente que la habían reprimido violentamente y que le habían roto una clavícula, el video no muestra tal violencia ni los hechos posteriores la atestiguan.
Al entrar la Canciller Rodríguez al salón donde estaba programada la XI ReuniónExtraordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) sólo encontró a su homólogo de Bolivia, David Choquehuanca y una mesa vacía a la que tomó una foto y la publicó con un texto diciendo que los cancilleres estaban "confabulados contra Venezuela".
Mientras tanto, los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se reunían en otra parte, en una mesa más pequeña, de manera más informal, pero sin Delcy Rodríguez.
Rodríguez, sin embargo, se reunió más tarde con la canciller argentina, Susana Malcorra, en lo que esta última definió como "un diálogo franco a partir de enormes diferencias" (...) "Ambas partes expusimos nuestras posiciones sin llegar a un punto de acuerdo", dijo luego la argentina en una rueda de prensa. Y reiteró que "cuando Venezuela cumpla con sus compromisos, volverá a ser aceptada en el Mercosur".
Así termina otro lamentable y ridículo episodio protagonizado por los testaferros de la peculiar dictadura venezolana.