Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

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Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

16 Sep 2014 15:12
#8404
Estaban Jesús y algunos de sus apóstoles caminando por el mundo celeste cuando oyeron encantados una música divina. El sonido etéreo de una flauta se hizo cada vez más preciso y al llegar a un hermoso y edénico prado hallaron debajo de una higuera, donde estaban también Aryuna y algunos pandavas, a Krishna tocando en su mágico instrumento una preciosa melodía que llenaba de paz el alma como una coral de Juan Sebastián Bach.

Al ver a Jesús, Krishna se levantó, se dirigió hacia Él y después de abrazarlo le dijo:
-Hermano, tú por aquí. ¡Qué gusto verte! ¿Quieres que te toque algo?

-No, Krishna. Después quizá. Precisamente te estaba buscando para saber qué pensabas del artículo de Montaner titulado “el olor de la sangre”.

-Terrible. Pero muy acertado como siempre.
Él ha entendido perfectamente la psicología de los hombres.
¡Pensar en todo el trabajo que hemos pasado tú y yo para instruirlos y al final ver cuál es el resultado!

-Efectivamente, es decepcionante. A veces me digo que no han entendido mucho de lo que les enseñé.
Les hablé con parábolas para que fuera más claro para ellos, para que supieran lo que era el Reino de los Cielos y lo que han hecho es discutir sobre cosas como la unión hipostática, la transustanciación y otras nociones de las que nunca hablé. Cuando les dije simbólicamente: “Yo Soy la luz, la verdad y la vida”, no entendieron ni pío y se han matado por interpretaciones que a veces rozan lo absurdo.
¿Recuerdas que una vez en mi última cena con mis discípulos corté el pan y les dije “comed de él que éste es mi cuerpo”?

-Sí, claro que me acuerdo. Hermosas palabras. El pan esa maravilla, trabajo del hombre, hecho con el trigo que viene de la tierra y crece con la luz del sol. Viene de la vida y da la vida. Es símbolo, suma y reflejo de la Naturaleza que Nuestro Padre creó. Es nuestro cuerpo, claro.

-Pues bien, como ya sabes, algunos se lo tomaron al pie de la letra, afirmando que después de una ceremonia que ellos llaman consagración, el pan pierde su naturaleza de pan y se transforma realmente en mi propio cuerpo.
Claro, hubo quienes encontraron eso duro de tragar y dijeron que no era así, que no era más que un símbolo. Estos y sus seguidores tuvieron problemas; muchos fueron perseguidos, juzgados, quemados… y eso que les había dicho “amaos los unos a los otros”.
Pasó igual cuando se pelearon a causa de mi doble naturaleza…

-Conozco el problema. Cuando instruí a Aryuna y, a través de él a todo mi pueblo, se lo dije claramente.
“Algunos me desprecian porque he tomado forma humana, es que no conocen mi otra Naturaleza Divina, Suprema”
Recordarás que excepcionalmente le permití vislumbrar algo de esa Naturaleza Suprema en una visión aterradora para los humanos que Vyasa describió muy bien por cierto.

-Yo hubiera debido hacer igual…

-Jesús, lo que hiciste estuvo perfecto. Hasta resumiste maravillosamente mi enseñanza del Bakta Yoga con tu precepto
“Amad a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”

- Es que me dirigía a un pueblo materialista al que siempre hubo que dar órdenes sencillas y claras pues tenía tendencia a desviar las enseñanzas de los enviados de Nuestro Padre para convertirlas en simples ritos ceremoniales vaciándolas de su contenido espiritual.

-Sí, pero no te creas…Mi pueblo, espiritual y místico si los hay, que ha escrito sobre Nuestro Padre, que ellos llaman Visnú, como el tuyo lo llamaba Yavé (y más tarde tus otros seguidores Dios Padre), tantas páginas sagradas extraordinarias y sublimes, Vedas, Upanisads, Puranas… que suman en total varias veces la Biblia, necesita también una vigilancia constante pues tienden a cierto idealismo excesivo.
Mi amado discípulo Suami Vivekananda escribió que en cierto momento en nuestra querida y Santa Tierra Mâ se llegó a pensar que si las vacas existían era porque en los Vedas se encontraba la palabra vaca.
Con eso te lo digo todo…

-Pero Krishna, reconoce que hoy tu pueblo también se deja llevar por el materialismo creciente y que el desprendimiento de los bienes materiales que tan sabiamente les enseñaste es cada vez más difícil de practicar.

-Lo sé, pero mi pueblo, de más de mil millones de personas todavía no está totalmente contaminado como el tuyo que siempre lo ha estado bastante.
¿Recuerdas a aquel joven de familia pudiente que vino a preguntarte lo que tenía que hacer para ser “perfecto” y a quien le dijiste que vendiera todos sus bienes, que diera el dinero a los pobres y que luego te siguiera?
No volvió a verte.
Y no creo que hoy (en el tiempo de la Tierra es el 2014) mucha gente recuerde que “le será más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de los Cielos”

-Tienes razón.
A veces son capaces de decir y de hacer cualquier cosa. ¡Si hasta han escrito un libro en el que se explica que la economía de libre mercado es de origen cristiano!

-Tengo una idea. Le voy a soplar a Abelardo en sueños algunas bribas de nuestra conversación.
Él es uno de los pocos en reconocernos a ambos como hermanos, hijos de Dios.
Lo he visto mandar a freír espárragos a uno de tus seguidores, dogmático y cerril, en su casa en Francia cuando éste le dijo que era ridículo pensar tal cosa porque el Credo decía claramente: Jesucristo, “filium Dei unigenitum”.
Y a otro que le preguntó si había estado en Tierra Santa, Abelardo le dijo “¿cuál” “¿Pues cuál va a ser? -volvió a preguntar el otro- ¡Israel!” “No, no he ido –replicó Abelardo- en la única Tierra Santa en que he estado es en La India, he estado en Benares y metido las manos en el Ganges, también he cruzado por el Yamuna, el río de Krishna”.
A lo mejor se decide a escribir algo que logre recordar de nuestra conversación.

-Buena idea. Ahora tengo que irme. Dale recuerdos a Devaki de mi parte.

-No dejaré de hacerlo, ayer María, tu mamá vino a visitarla. Nuestras madres se llevan muy bien.
¡Tienen tantos puntos comunes! ; el hecho de haber tenido que esconder a sus hijos de tiranos, Kamsa en mi caso y Herodes en el tuyo para huir de la masacre de recién nacidos que ambos organizaron para protegerse de una profecía que les decía que serían destronados por un recién nacido, las ha unido mucho. Si mamá no me hubiera tenido a mí varios siglos antes de que tú nacieras, tus seguidores habrían dicho seguramente que esa historia mis discípulos la tomaron del cristianismo.
Muchos son tan ignorantes que si se enteran lo van a pensar.

-No tienes buena opinión de los cristianos.

-De ti sí, hermano mío, pero de todos los “cristianos” no.
  • Ernesto Ortiz
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

16 Sep 2014 17:42 - 16 Sep 2014 18:41
#8405
¡Menudo mejunje! -me dije al concluir. Pero se nos ha advertido que son retazos de un sueño inducido. Así que, como casi todos, la coherencia del conjunto puede resentirse aunque algunas partes apuntasen a sitios interesantes y solventes. Igualmente, el aparente sinsentido de una libre acumulación de episodios soñados (apócrifos o no) suele sacar a la superficie todos los gustos, miedos u obsesiones esenciales del soñador (aquí sobredimensionados, notables). Confieso que el título me estimuló a comenzar a leer, y el nombre del autor (autor inteligente y capaz donde las haya) me animó a concluir; pero (aunque admiro que compartiese su experiencia onírica) me quedé algo confuso y contrariado. Exactamente como cuando te despiertan de un sueño que desde dentro (de él mismo) tenía toda la solidez del mundo, y que, ya superado, es mejor olvidar del todo que intentar razonarlo (uno no escoge lo que sueña, no la totalidad, al menos, o no del todo conscientemente, por supuesto; y mucho menos el sueño de los demás).

Sin embargo, los sueños grandilocuentes suelen tener un significado, o, si se comparten, se les presume; y así uno se esfuerza por entender... Entendería un poco el asunto si (como podría ser evidente para muchos) este no es el Cristo de los Evangelios, sino quizá aquel que el mencionado Vivekananda (y todos los exportadores del Hinduismo al Occidente que le siguieron) "hermanaron" con Khrishna, siguiendo la interpretación cimentada en el más "reciente" Bhagavat-purana (no tanto la más antigua tradición védica, donde era si acaso un avatar más de Vishnu) y lugares comunes de las religiones comparadas. Entendería un poco el asunto si Khrishna (como considerarán algunos) aparece mayormente como una justificación alegre y sospechosamente innecesaria (podría haber sido el hijo de Zeus y Semele, igualmente hábil con la flauta) para que Cristo fustigase contra aquellos que le dicen "Señor, Señor" como si tal cosa.

Sin duda, partes de este sueño las habría soñado yo mismo; mantengo el entusiasmo poético por algunos versos magníficos del Baghavad-Gita, recuerdo las gozosas lecturas de la variopinta literatura religiosa y filosófica de ese país inmenso y milenario que es la India, el coqueteo del cuerpo con pranayamas y asanas, incluso hasta los tajos en mi alma de la voz de algunos gurúes que, en sánscrito, acompañaban con sus letanías a un sarangi (todavía en algunos de mis viejos casetes); y lo mismo (y más) podría decir de la cultura judeocristiana. Podría poner juntos (pero no revueltos) a Cristo y a Khrishna, en alguno de mis sueños. Aunque posiblemente en tal escenario me sobraría Montaner...
Last edit: 16 Sep 2014 18:41 by Ernesto Ortiz.
  • José Manuel Palli
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

16 Sep 2014 18:17
#8406
Disculpen, amigos Abelardo y Ernesto, mi injerencia en un tema que desconozco y que ustedes parecen manejar al dedillo. Pero lo hago al solo efecto de señalar que el librito segùn el cual el origen de la economia de mercado se encuentra en el mensaje de Cristo -a mi también me llamò la atenciòn Abelardo, pero de ahi a leerlo...- fue escrito en o antes de 1991, año en el cual fue publicado.

Frente a todo lo acontecido desde entonces, me parece, amigo Ernesto, que lo que acertadamente dices con respecto a los sueños -"es mejor olvidar(los) del todo que intentar razonarlo(s)..."-, vale también para este librito que Ya Fue... De lo contrario, y de optar por "olvidar del todo" todo eso que ha ocurrido desde 1991 y pretender leer el librito como si aqui no hubiera pasado nada, harìa inevitable esta preguntita: quienes son realmente los "soñadores", aunque circulen y escriban columnas con la patente de "realistas" que les otorga su defensa de la "racionalidad econòmica"?
  • Abelardo Pérez García
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

16 Sep 2014 19:29
#8407
Quiero darle las gracias a Ernesto por su inteligente respuesta y por haberle consagrado tiempo a mi articulito pues sé que tiene muchísimo trabajo.
Me siento halagado.

Por otra parte lamento que no haya quedado satisfecho; la próxima vez trataré de hacer algo mejor.

Quisiera señalarle, sin embargo, que no se puede comparar a Vivekananda, el gran suami como le llaman en su país, quien fue discípulo predilecto del gran santo Ramakrishna, con los predicadores que desde finales del XIX se dedicaron a promover el hinduismo, y en particular el krishnaísmo, en occidente como los divulgadores de la "Consciencia de Krishna" que conocemos por sus asociaciones, restaurantes y pintorescos desfiles con cascabeles cantando Hare Krishna.
Sería como comparar a Maritain o a Lammenais con alguno de los exitados que hablan por los innumerables canales de tipo God Channel que pululan en EEUU.

Si hay algún error o inexactitud en alguna de las citas de Jesús o de de Krishna pido disculpas, he citado de memoria.

Montaner sólo sirvió de pretexto para empezar el diálogo, el lector puede sin inconveniente pasarlo por alto.

Permítaseme terminar con otra cita.
Esta vez del genial "don Pedro", un religioso español aurisecular, dramaturgo, quien como el Monsieur Jourdan de Molière que hacía prosa sin saberlo, éste hacía hinduismo sin saberlo. Cito:
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión
una sombra una ficción
y el mayor bien es pequeño
que toda la vida es sueño
y los sueños ¡sueños son!
  • Ernesto Ortiz
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

16 Sep 2014 20:07 - 16 Sep 2014 20:14
#8409
Hay diferencias obvias, como la que existe entre el pionero y quienes siguieron (casi de inmediato) la senda; lo que implica también similitudes, y resiste la comparación. Por ejemplo en cuanto a la metodología: la difusión del Ramakhrishna (fundamentalmente) en Estados Unidos a través de conferencias, lecciones privadas, adopción de devotos adinerados, etc., así como fundación de ashranes en importantes ciudades de USA, y, por supuesto, la "cristianización" de Vishnu o relativización de las religiones (en cierto modo necesaria para empatizar con el hinduismo en Occidente, pero incompatible con la ortodoxia cristiana). Lo decía en ese sentido. Coincido, como no podía ser menos, en la preeminencia del Swami Vivekananda entre todos los demás (su exigencia intelectual, no solo espiritual). Coincido, además, en que lo que vino luego de los años 30 del s.XIX (después de Yogananda, Khrishnamurti,etc.) fue bastante pintoresco.
Last edit: 16 Sep 2014 20:14 by Ernesto Ortiz.
  • Marta Menor
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

17 Sep 2014 02:53
#8410
........y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

25 Oct 2014 00:50
#8445
Como dijo Calderón, "los sueños, sueños son". No obstante, suelen tener sus raíces en la realidad y en el acontecer que forja nuestra experiencia. Nada de lo que existe ha surgido de la nada.

El cristianismo reconoce los antecedentes del judaísmo y se inspira en las figuras que forman parte del Antiguo Testamento y que son veneradas tanto por judíos como por cristianos. En ningún escrito de quienes fueron discípulos o apóstoles de Jesús, se reconocen o ni siquiera se mencionan las enseñanzas religiosas procedentes de otras culturas. Tampoco hay declaraciones de condena ni un rechazo a esas creencias.

Jesús de Nazaret es reconocido como un personaje histórico. Krishna parece serlo también, aunque su pasado más remoto hace que las fuentes históricas sean menos confiables. La historia que nos ha llegado relata que Krishna mató a su tío Kansa y que fue un guerrero asesor de un caudillo llamado Arjuna, quien en una famosa batalla de la antigüedad presenció la proclamación de Bhagavad Gita, pronunciada como un diálogo entre Krishna y un discípulo que aspiraba alcanzar la unión con Dios. Ante este prodigioso discurso, Arjuna se convirtió en uno de los primeros discípulos de Krishna. Se cree que Krishna tuvo ocho esposas y fue el octavo hijo de Devaki y Vasudeva cuando estos se encontraban en prisión, cautivos del rey Kamsa, quien creía que el octavo hijo de esa pareja lo derrocaría.

Estos antecedentes históricos lo hacen un personaje muy distinto de Jesús de Nazaret. No obstante, hay notables similitudes en sus enseñanzas, cuya nota principal es el amor de Dios y conforman una doctrina de perdón, paciencia, honestidad, meditación, justicia y misericordia. La religión Hindú proclama que "la verdadera ley es respetar y obrar con las cosas de los otros de la misma manera como se obra con las propias". Esta "regla de oro" coincide con la del cristianismo en las palabras de Jesús, cuando formula la famosa frase: "amarás a tu prójimo como a ti mismo". Es una "regla de oro" que podemos encontrar con algunas variantes en muchas otras religiones y es reconocida por los filósofos como "ética de reciprocidad".

El reconocimiento de las fórmulas edificantes en otras religiones deben acercarnos a una conciencia universal de tolerancia y comprensión, donde la rivalidad y el dogmatismo den paso al diálogo cordial y al intercambio fraternal de las ideas. Una actitud ecuménica ante todas las religiones, fomenta la paz y el entendimiento para zanjar rivalidades y discordias en ese proceso de respeto mutuo y colaboración que llamamos "democracia".
  • Gerardo E. Martínez-Solanas
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo: sueño y realidad

20 Jul 2015 18:03 - 20 Jul 2015 18:13
#8854
Daba los últimos toques a una obra sobre las luces y sombras de la historia del Cristianismo y buscaba en Google referencias sobre análisis comparativos del Cristianismo con otras religiones, cuando en una de las búsquedas me sorprendió toparme en tercer lugar con este debate y no pude resistir la tentación de entrar a darle un nuevo repaso. Los interesantísimos argumentos aquí vertidos tienen sus consecuencias en las políticas de nuestra sociedad y quiero añadir algunas reflexiones que me parecen pertinentes.

No es importante para las relaciones humanas ni para la democracia si las palabras de Jesús al referirse al pan y al vino en la última cena se transformarían en el rito posterior en su cuerpo y su sangre. No es ni siquiera una cuestión de lógica sino de fe. Por lo tanto, poner una negación en boca de Jesús molesta a muchos cristianos, pero como la propuesta se basa en un sueño, y "los sueños, sueños son", resulta aceptable para el debate. La libertad para el debate es esencial para la democracia.

Es curioso también que en este diálogo entre Jesús y Krishna ponga el soñador en boca de Jesús una critica a los debates que las diferentes interpretaciones provocan entre los cristianos, pero que, además, Krishna no haga en ese sueño mención alguna a los que provoca la religión que lo reconoce como avatar, que ya desde la antigüedad se bifurca en diversos caminos al moksha, que debe liberar a los creyentes de la exigencia de la reencarnación. Ni mención alguna hace del muy antidemocrático sistema de castas que encasilla a los creyentes desde su nacimiento hasta su muerte por la ley impersonal del karma y los imperativos de la reencarnación. Cabe subrayar que la India tiene un gobierno democrático que ha prohibido la discriminación sobre la base de castas, pero los creyentes se aferran a estas distinciones, que aparecen desdibujadas para el observador externo porque los habitantes de ese país no pueden manifestarlas abiertamente.

El problema es que la democracia no puede funcionar debidamente cuando las creencias de quienes la practican desconocen algunos de los preceptos fundamentales de los derechos humanos. Es difícil erradicar estas diferencias cuando se graban a nivel familiar y escolar. Los niños aprenden las tradiciones hindúes en el hogar de sus padres y familiares y cada vez más se difunden también por la TV y los discos. Los maestros itinerantes también llevan a cabo avivamientos hindúes por las zonas rurales. La ceremonia clave para un niño hindú de las castas brahmán, chatria y vaisya es la iniciación upanayama, que lo introduce al conocimiento de los Vedas mediante un maestro brahmán y por la cual recibe un anillo de hilo sagrado que llevará para siempre como la marca de su casta. Estas creencias son caldo de cultivo del fundamentalismo, la discriminación y hasta la persecución religiosa. En la India hay constantes casos esporádicos de persecución de Cristianos, incluyendo la de agosto de 2008 en el Estado de Orissa, resultando en la muerte de más de 100 cristianos, el saqueo y destrucción de casi 300 iglesias y el despojo de más de 56 mil cristianos que huyeron de ese Estado.

El Cristianismo ha fomentado los derechos humanos desde la antigüedad y pese a las graves desviaciones de la Inquisición y del Césaropapismo en sus épocas respectivas ha proclamado siempre la igualdad de derechos y deberes entre todos los seres humanos. Esta doctrina de compasión, tolerancia, solidaridad y hermandad humanas ha predominado sobre todas las épocas de oscurantismo religioso para fundar lo que hoy reconocemos como civilización moderna.

Es en el ambiente de esta civilización moderna que el Cristianismo abraza resueltamente los principios democráticos con una actitud ecuménica de respeto y comprensión por las creencias de los demás. Ojalá que las otras religiones aceptaran buenamente el abrazo cristiano para que podamos vivir en paz.
Last edit: 20 Jul 2015 18:13 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo: sueño y realidad

24 Jul 2015 22:34
#8860
A veces, durante mi labor docente, cuando calificaba tareas o exámenes de algunos estudiantes me decía: “¡Pobre muchacho (o muchacha)! ¡Cuánto trabajo le cuesta entender!”.
Lo que me impresiona ahora es ver lo mal que el amigo Gerardo entendió el “Diálogo apócrifo…”, el cual no tiene más que un sentido posible:
La crítica de las tergiversaciones, falsificaciones y convicciones, a menudo fanáticas y criminales tales como algunos han creído entender la enseñanza de Grandes Fundadores como Jesucristo y Krishna.
¿De origen divino? ¿Quién sabe?
No lo pongo en duda de tan sabias y santas que me parecen sus enseñanzas. No diría lo mismo de todos sus discípulos…

Escribe Gerardo:
“Es curioso también que en este diálogo entre Jesús y Krishna ponga el soñador en boca de Jesús una crítica a los debates que las diferentes interpretaciones provocan entre los cristianos”
Como el “soñador” soy yo, voy a contestar.
Yo no critico ningún debate. Estoy a favor de los debates. Si nunca logran convencer a nadie, por lo menos presentan alguna idea o versión diferente y hacen reflexionar.
Lo que yo critico es el combate sanguinario, el: “Yo tengo razón, porque fulano y mengano, que eran muy sabios, dijeron (o escribieron) esto y si lo discutes eres un hereje, un enemigo de la fe, y te mereces la hoguera”.

¿Por qué hablo más de los horrores cometidos por cristianos que por otros?
Aunque critico cualquier crimen sea quien sea el que lo cometa me conciernen más los que han cometido los cristianos porque, aunque les extrañe, yo fui bautizado, confirmado, he recibido la Eucaristía, en mis tiempos he hecho penitencia; desafortunadamente, por falta de experiencia, también contraje matrimonio.
Sólo me falta la extremaunción.
Así que condeno los crímenes que hayan cometido o cometen los musulmanes, hindúes, budistas u otros pero me ocupo más de los nuestros. ¿Acaso no tengo derecho a hacerlo?

Gerardo usa la muletilla de que no hice mención alguna de dos o tres cosas.
Ante todo voy a decir que me es imposible decirlo todo,
¿quién podría hacerlo?: por ejemplo, no hablé ni hablaré de las maravillosas escenas del teatro religioso Kathakali del estado de Kerala ni del sacrificio Tirtha en Rameshwaram, a orillas del golfo de Bengala en el Tamil Nadu y que hasta impresionó a Nathalie por el fervor que se desprendía de la muchedumbre. ¡Hay tantas cosas que no voy a decir!

Pero pese a todo voy a decir algunas. Voy a empezar citando a Gerardo:

“[…] (que) Krishna no haga en ese sueño mención alguna a los [debates] que provoca la religión que lo reconoce como avatar, que ya desde la antigüedad se bifurca en diversos caminos al moksha, que debe liberar a los creyentes de la exigencia de la reencarnación”

Por boca del Swami Vivekananda señalé la crítica excesiva al “literalismo”: “si las vacas existen es porque en los Vedas está la palabra vaca” pero no es esto lo que critica en realidad Gerardo. Lo que critica es que no dije que los krishnaitas estaban divididos en cuanto al camino a la liberación.
Primero hay que precisar que el “moksha” no debe liberar, el “moksha” ES la liberación.

Seamos breves pero claros:
Krishna enseñó tres caminos para la unión (yoga) con Él (La Divinidad):
El Karma Yoga o de la acción desinteresada; el Bakta Yoga o de la devoción y el Jñana Yoga o del conocimiento o sabiduría. Explicó que se podía seguir uno o dos o los tres caminos según la capacidad del adepto y hasta lo dejó libre para seguir otro camino si seguía su “ley personal”.
Estamos pues muy lejos de nuestro mundo de ¡Hereje! ¡Anatema! ¡A la hoguera! ¡No puedes alejarte ni una letra de las Escrituras o irás al fuego eterno!

Pero y entonces…todas esas divisiones y sectas en la India; los shivaitas, los vishnuitas, etc .
Pues bien, cada cual adora a Dios según sus sentimientos y sus gustos y todos se respetan pues saben que todos esos caminos los llevan a Dios y que al fin y al cabo es el mismo: “Shiva es el arco de Vishnú, Vishnú es la flecha de Shiva”.
El pueblo llano tiene sus “devas”, los más cultos saben que Vishnú, Shiva y los demás no son sino representaciones de un Dios impersonal y supremo, el Brahman absoluto (esto le va a gustar a Gerardo) del que no se puede decir nada y al que uno no se puede dirigir, igual que tampoco se puede hablar con el Uno de Plotino.
Krishna es una de las representaciones de este espíritu supremo. ¿Politeísta el hinduismo?

Inmediatamente después, Gerardo escribe:
“Ni mención alguna hace del muy antidemocrático sistema de castas que encasilla a los creyentes desde su nacimiento hasta su muerte por la ley impersonal del karma y los imperativos de la reencarnación”.
Tratar aquí del sistema de castas nos llevaría demasiado lejos así que lo voy a dejar para otra oportunidad.
Sólo diré que es un error imaginarse las castas pensando en nuestras “clases sociales” y que si no dejamos nuestros “espejuelos (gafas) occidentales” jamás entenderemos nada de este asunto.
En cambio tengo que rectificar la idea que Gerardo se hace de la “idea impersonal del karma”.
Como ya dije, karma significa acción. Para nosotros, cuando alguien enciende su chimenea, primero enciende un fósforo, luego ese fósforo prende fuego a los papeles que están debajo de los leños los cuales a su vez encienden a los leños, etc. Nosotros vemos una serie de causas y efectos sucesivos.
En el pensamiento hindú llamado samkya, la acción es continua y el prendimiento de los leños es sólo una fase, un momento posterior, de la misma acción (karma) que fue prender el fósforo.
Igualmente, según la concepción hinduista (o también budista), cuando un ser humano realiza una acción, esa acción (karma) prosigue o mejor dicho, sigue existiendo en sus “efectos” sin detenerse jamás y puede encontrar en otra vida al alma (atman) que la realizó y que ha dejado su antiguo cuerpo igual que dejamos la ropa sucia o vieja para ponernos otra.
De modo que lo que no pagamos (o no recogemos lo que nos merecemos) en esta vida, lo recogemos en otra pues la acción (el karma) nos encuentra siempre “como un ternero encuentra a su madre en un rebaño de mil vacas”.
¿Impersonal, el karma?

También me extrañó mucho leer lo que sigue:

“Es difícil erradicar estas diferencias cuando se graban a nivel familiar y escolar. Los niños aprenden las tradiciones hindúes en el hogar de sus padres y familiares y cada vez más se difunden también por la TV y los discos. Los maestros itinerantes también llevan a cabo avivamientos hindúes por las zonas rurales. La ceremonia clave para un niño hindú de las castas brahmán, chatria y vaisya es la iniciación upanayama, que lo introduce al conocimiento de los Vedas mediante un maestro brahmán y por la cual recibe un anillo de hilo sagrado que llevará para siempre como la marca de su casta. Estas creencias son caldo de cultivo del fundamentalismo, la discriminación y hasta la persecución religiosa.”

Claro que algunos podrían pensar que sería mejor que en los hogares y escuelas de la India , en vez de aprender las supersticiosas tradiciones hindúes, sería mejor que aprendieran las tradiciones cristianas, que son las de la verdadera religión, como Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección (con su cordero pascual acompañado con un buen Pauillac, como en Francia, que es indiscutiblemente donde mejor se come) celebrar la Ascensión y Pentecostés que nos dio el don de lenguas y gracias al cual muchos han aprendido a hablar y a escribir en espánglish.
Sería sin duda mejor que en la tele india haya “God channels” que hablen de los Evangelios en vez de que haya maestros itinerantes que les enseñen el Baghavad Gîta.
Pensar que es normal que en ese país estén apegados a sus creencias y tradiciones es probablemente hacer prueba del más vil y abyecto relativismo, fuente de todos los males.

Todo eso lo entiendo perfectamente pero… yo estuve once largos años en un colegio católico en La Habana. Desde los seis hasta los diecisiete años. En él me enseñaron muchas cosas buenas y también me enseñaron a evitar cualquier contacto con protestantes, judíos y ateos.
Nos prohibían so pena de excomunión que leyéramos a los autores que estaban en el Índice de Libros Prohibidos entre ellos a Víctor Hugo, Voltaire, Descartes y tantos otros que sólo descubrí cuando ya tenía diecinueve años.
Hacia 1953 o 1954 llegó a Cuba una película que contaba la vida de Martín Lutero: nos prohibieron, so pena de pecado mortal, que fuéramos a verla y debíamos insistir en casa para que nuestros padres tampoco la vieran.
Uno de mis compañeros, llorando, me dijo que sus padres habían ido a verla y temía por ellos porque se iban a condenar. No teníamos derecho a leer una Biblia en la cual no estuvieran estampilladas en las primeras páginas: “Nihil obstat” e “Imprimatur”.
Este ambiente “ecuménico” y angélico de hoy en el cual los Evangelistas, Calvinistas, Luteranos, etc. son nuestros hermanos en Cristo era desconocido.
Reinaba más bien un ambiente de Saint Barthelemy.

Para terminar quisiera comentar lo siguiente; Gerardo escribe:
“El Cristianismo ha fomentado los derechos humanos desde la antigüedad y pese a las graves desviaciones de la Inquisición y del Césaropapismo en sus épocas respectivas ha proclamado siempre la igualdad de derechos y deberes entre todos los seres humanos. Esta doctrina de compasión, tolerancia, solidaridad y hermandad humanas ha predominado sobre todas las épocas de oscurantismo religioso para fundar lo que hoy reconocemos como civilización moderna”.

Sólo daré un ejemplo de esta compasión y hermandad humanas.
En el siglo XV, el Papa Eugenio IV en una bula indicó que había que reprimir a aquellas que por maldad y comercio con Satanás creaban inundaciones, granizo y huracanes que diezmaban las cosechas.
Era legítimo condenarlas a muerte pues, además del gran daño que hacían, estaba escrito: “No dejarás con vida a la hechicera”; así fue como condenaron a muerte a centenares de “hacedoras de mal tiempo”.
A finales del mismo siglo, pocos años antes del primer viaje de Cristóbal Colón, Inocencio VIII con su bula Summis Desiderantes desató la mayor cacería de brujas de la historia.
Entonces, decenas de miles de mujeres inocentes, en toda Europa, fueron víctimas del más estúpido fanatismo religioso del que tenemos noticias.
Bajo la tortura confesaban lo que se les pedía pues aunque sabían que eso significaba la muerte, por lo menos dejaban de sufrir.
Una de ellas, creo recordar que fue en Alemania, confesó que volvía volando de un aquelarre (o congregación de brujas) cuando cayó al suelo al sonido del repique de las campanas de la iglesia y, a pesar de que había huido para esconderse, la encontraron.
Se escribió el Malleus Maleficarum (Martillo de las maléficas, notemos el femenino) que sirvió de modo de empleo de la tortura, llevada a cabo muy a menudo por dominicanos, convencidos de que estaban haciendo una obra útil sacando del mundo a esas secuaces de Satanás.
Esto duró hasta principios del siglo XVIII, cuando se empezó a poner en tela de juicio que las tormentas, granizo e inundaciones fuesen provocados por mujeres que paseaban volando en sus escobas.
Sería injusto que no recordara que en los países protestantes se mató probablemente a un mayor número de brujas que en los católicos.
En Inglaterra, país particularmente supersticioso en aquel entonces, miles de “weather makers” fueron condenadas a la hoguera por su comercio pecaminoso con el “Prince of the Power of the Air”.

Así pues, lejos de mí hacer la menor crítica de Jesús ni de Krishna, todo lo contrario.
He criticado a algunos de sus discípulos cuando me ha parecido que se apartaban de sus sabias y santas enseñanzas.
Qué yo sepa, Jesús nunca se puso sortijas que había que besar, al contrario afirmaba que no tenía ni una piedra donde reposar su cabeza.
Igual, aunque en el plano meramente humano, pasó con Marx. Yo le reprocharía a éste último el haberse creído su propia utopía pero cualquiera que lo haya leído se habrá dado cuenta de que sus discípulos llamados “marxistas” falsificaron sus ideas: no creo que haya escrito en ninguna parte que el comunismo fuese posible en un solo país, al contrario; tampoco consideró que el capitalismo estuviese moribundo (como lo vio Lenin) es más, “El Moro” defendía el mercado internacional y veía a la revolución comunista como algo que vendría (si venía) para sobrepasar al capitalismo ya victorioso y reinante. En cuanto a la “dictadura del proletariado”, en la mente de Marx no significaba mandar a Siberia a todo aquel que disintiera, fue después del desastre de la Comuna de París cuando pensó que un gobierno con mayoría de dirigentes obreros debía aplicar firmemente su política e inventó ese nombre tan desafortunado.
Si hablo del comunismo es porque en los “Hechos” hay algunos pasajes sorprendentes. Veamos el Capítulo IV, versículos 32 al 36:
“La muchedumbre de los que habían creído tenía un corazón y un alma sola, y ninguno tenía por propia cosa alguna, antes todo lo tenían en común. Los apóstoles atestiguaban con gran poder la resurrección del Señor Jesús, y gozaban todos ellos de gran favor. No había entre ellos indigentes, pues cuantos eran dueños de haciendas o casas las vendían y llevaban el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y a cada uno se le repartía según su necesidad

Interesante ¿verdad?
Pero bueno, hoy sabemos que lo que es verdaderamente de origen cristiano es la economía de mercado y el capitalismo.

Ya está siendo tarde y mi artículo se está poniendo un poco largo. Para terminar quiero decir que he tenido el honor y el gusto de leer grandes partes del interesante trabajo de Gerardo, Luces y Sombras. Se lo recomiendo a todos los que quieran tener una visión completa y a la vez sintética de la Historia de la Iglesia. La única observación que le hice a nuestro amigo es la misma de siempre: cierta timidez en condenar rotundamente lo inadmisible e imperdonable buscándoles excusas para tratar de perdonar comportamientos criminales.
Si las sombras aparecen oscuras, como debe ser, más resplandeciente aparecerá la luz..
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Re: Diálogo (apócrifo) entre Krishna y Jesucristo

25 Jul 2015 21:36 - 25 Jul 2015 22:09
#8861
El beso en la mano era una bella costumbre de gentileza que pasó de moda el siglo pasado. Es una pena porque era un gesto hermoso, sobre todo por parte de los caballeros a las señoras. La costumbre de besar el anillo de los obispos también está cayendo en desuso y deriva de esto, es decir, era un gesto de gentileza y de respeto o reverencia. El obispo, por humildad, no se sentía merecedor de que le besaran la mano y, por lo tanto, se optó por el beso al anillo pastoral, que no lo representa a él sino a su misión (se trata del "anillo del pescador"). Además, el que besa no está obligado sino que hace un acto de humildad, de piedad y de fe.

Me ha sorprendido la respuesta de Abelardo, porque me indica que sabe mucho más del hinduismo y sus ramificaciones que del cristianismo. Si pese a sus antecedentes cristianos profesa el hinduismo, cualquier debate sobre las bondades de una u otra religión no lleva a nada. Los cristianos estamos convencidos de que no se puede convencer al que profesa otra religión de que adopte la nuestra sino que mediante el ejemplo de vida de los cristianos auténticos y la acción del Espíritu Santo se convierten aquellos que son llamados por Dios. En otras palabras, la "conversión" es obra de Dios.

En la historia de la humanidad, que incluye a TODAS las religiones, hay muchos excesos y muchos capítulos de extremismo fundamentalista. Hoy día destaca el extremismo islámico, pero un Abelardo o un Gerardo no deberían decir dentro de unos siglos que "los musulmanes" del Siglo XXI promovían la tortura, sojuzgaban a las mujeres y mataban a mansalva a los infieles. Esa sería una opinión muy injusta sobre la condición humana de quienes hoy profesan la religión de Mahoma. Lo correcto es reconocer que la gran mayoría son personas decentes y pacíficas. Y lo mismo podría decirse de otras religiones en otros siglos.

Desde principios de este siglo, los cristianos están siendo perseguidos en ese mundo aparentemente idílico del hinduismo. En el "2014 Persecution Report" se habla de miles de casos de personas atacadas, golpeadas, heridas (cientos de ellos muertos), erradicadas de sus tierras, mujeres violadas, etc., etc. Este horror ha sucedido sólo en el año 2014 en Chhattisgarh, Maharashtra, Madhya Pradesh, Uttar Pradesh, Marnataka, Kerala y Orissa, y en menor cantidad en el resto de los Estados de la Unión. Evidentemente, eso no lo hacen los habitantes de la India que con tanto fervor defiende Abelardo por el alegado pacifismo y la tolerancia de sus creencias.

Y, por supuesto, la experiencia personal no debe ser la vara de medir la realidad sino sólo una referencia útil para entenderla. Evidentemente la experiencia de la niñez y la juventud de Abelardo ha sido muy distinta de la mía, pese a haber vivido en el mismo país y en la misma ciudad. Tuve la suerte de educarme con los Agustinos, que nunca me pusieron esas trabas que él relata. No puedo opinar sobre su caso, porque no lo viví, pero podría decir que es excepcional, sobre todo tratándose de Cuba, donde la mayoría de los Católicos decían que lo eran "a mi manera", lo que indica un grado muy limitado de dogmatismo a nivel popular. Como dirigente de la Acción Católica en mi juventud, la jerarquía diocesana me exhortaba al "estudio", que debía orientarse también al análisis comparativo con otras creencias. Y nunca me sentí presionado en contra de acudir a ver una cinta cinematográfica, salvo las muchas que empezaban a surgir de orden pornográfico. Y leía libros de Voltaire y hasta de Vargas Vila, aunque este último provocaba la inquietud de mi confesor y lo hacía añadir algunos padrenuestros y avemarías a mi penitencia.

A mi casa en La Habana Vieja acudía semanalmente un cortés Testigo de Jehová que sostenía largas discusiones con mi abuela sobre temas religiosos. De adolescente me encantaba presenciarlas. A estas discusiones se sumó el párroco de la Iglesia de El Cristo, un santo varón llamado John Joseph McKniff. Quedé maravillado por la forma cómo desbarataba minuciosamente los argumentos del otro, hasta que un día presencié una escena que nunca olvidaré: El Testigo de Jehová, que hasta entonces se consideraba "amigo", se dirigió furiosamente a la puerta de salida y desde el dintel se dio vuelta y le gritó al Padre McKniff: "usted es un hijo de Satanás". Y después, compungido, agregó, "había logrado hacer crecer la planta de la fe en esta casa y usted ha llegado y la ha cercenado de un tajo". No volvió más.

Abelardo parece establecer al final un paralelismo entre los seguidores de Marx y los de Jesús y subraya en palabras de Lucas (Hechos de los Apóstoles) frases que apuntan a una similitud entre el Marxismo ortodoxo y el Cristianismo ortodoxo. La gran diferencia es que el uno es obra de los hombres y el otro es obra de Dios. Uno se basa en el materialismo y el otro en un idealismo religioso. Uno depende de las decisiones de los hombres traducidas por un Estado omnipotente (algunos de esos hombres) que las ejecuta en nombre del pueblo, y el otro de las decisiones éticas de los cristianos que las ejecutan como un deber personal que están obligados a cumplir para lograr el perdón de Dios a todos sus pecados.

El problema principal del marxismo-leninismo es el materialismo en el que se basa. Todo es obra de los hombres y sus dirigentes se arrogan el derecho de imponer sus decisiones. El ideal cristiano se basa en una ética estricta en el que las decisiones personales se basan en un patrón superior y divino, que en el mundo de hoy se traduce en el concepto abarcador y civilizador de los derechos humanos. Este patrón superior (idealismo) trasciende las decisiones de los hombres y no puede ser legítimamente violado mediante justificaciones culturales, sociales o políticas.
Last edit: 25 Jul 2015 22:09 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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