El viernes 22 de agosto, Janet Yellen, la presidente de la Reserva Federal, señaló categóricamente que no hay suficiente evidencia para que la Reserva modifique su política monetaria y aumente la tasa de interés de referencia de los fondos federales. El mercado laboral no ha mejorado lo suficiente para dar por cumplido el mandato de máximo empleo y la inflación aún continúa por debajo del techo fijado del 2%.
Yellen dijo en su muy esperado discurso en la conferencia de la Reserva de Kansas en Jackson Hole, Wyoming que las condiciones económicas están mejorando y cada vez están más cerca de los dos objetivos de la Reserva, pero que la Gran Recesión (2008-2009) fue tan perjudicial que ha hecho que la evaluación de la situación del nivel de empleo sea especialmente compleja y difícil.
Dijo que en los cinco años transcurridos desde el final de la Gran Recesión, la economía ha logrado un considerable progreso en la recuperación de la mayor y más sostenida pérdida de empleo en los EEUU desde la Gran Depresión, que la tasa de desempleo del 6.2% de julio bajó casi cuatro puntos porcentuales desde 2009 y que hoy en día hay más empleados que los que había en 2008.
Estos avances son alentadores, pero dada la profundidad del daño causado, cinco años después del final de la recesión, el mercado de trabajo aún tiene que recuperarse por completo.
A medida que la tasa de desempleo ha disminuido, algunos funcionarios de la Reserva e influyentes académicos, como John Taylor, han presionado para que se reviertan con mayor intensidad y rapidez las políticas monetarias de estímulo sin precedentes para evitar desencadenar una elevada inflación.
Yellen reiteró que la Reserva continúa la marcha para poner fin a la política de estímulo de compra de bonos en octubre. El programa, conocido como relajación o flexibilización cuantitativa, ha llevado a que el balance de la Reserva sea más $4,400 mil millones o cuatro veces mayor que el nivel que tenía en 2008.
Al terminar ese esfuerzo, la presión de los llamados halcones de la inflación es que de la Reserva comience a aumentar la tasa de interés de referencia a corto plazo, que ha estado cercana a cero desde finales de 2008.
Charles Plosser, presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, comentó el jueves 21 de agosto que en su opinión el Comité Federal de Mercado Abierto estaba tomando el riesgo al mantener baja la tasa de interés de corto plazo por un tiempo considerable después de terminar el programa de compra de bonos.
Las actas de la reunión más reciente de la formulación de políticas de la Reserva en julio revelan que algunos participantes estaban cada vez más incómodos con el avance del Comité sobre las tasas de interés.
Plosser, quien fue el único miembro del Comité de Mercado Abierto en disentir de la declaración de política monetaria de julio, advirtió el jueves que si no se comienza pronto a subir las tasas de interés, después se podría forzar a la Reserva a elevarlas más rápidamente, lo que podría ser traumático para la economía.
Yellen, quien es considerada como una paloma sobre la inflación, pero un halcón sobre el empleo, advirtió en contra de que la Reserva se mueva demasiado rápido para aumentar las tasas de interés. Expresó su continua preocupación por la situación del empleo y dijo que la fuerte caída de la tasa de desempleo en el último año exagera la mejora en las condiciones generales del mercado laboral en el cual todavía hay varios factores que parecen ser más de naturaleza cíclica que estructural.
Yellen citó como factores negativos el gran número de empleados que solo pueden encontrar trabajo a tiempo parcial, el nivel históricamente bajo de la población en edad de trabajar que está ocupada y la lentitud de crecimiento de los salarios que podría ser un importante determinante de las presiones inflacionarias. Señaló que no hay una receta simple para una política monetaria apropiada en este contexto. La Reserva seguirá de cerca la información disponible sobre el mercado laboral y la inflación en la determinación de la posición apropiada de la política monetaria.
Si el mercado laboral mejora más rápido de lo esperado, o si la inflación repunta, el aumento de los tipos de interés podría suceder pronto y ser más rápido que lo que la Reserva ha señalado en el pasado. En cambio si el progreso económico resulta ser decepcionante, la tasa de interés podría permanecer baja incluso más tiempo de lo que se ha previsto.
Este tipo declaración pragmática intenta complacer a todos, pero no lo hará con los que desean normas más claras y estables sobre la determinación de la política monetaria.