La jerarquía eclesiástica de la Iglesia Católica parece alejarse cada vez más de las preocupaciones del poder temporal y de los mecanismos burocráticos y financieros que le daban un prestigio material y cierto encumbramiento político mundial, para concentrarse en su función fundamental de guías espirituales que buscan en las raíces del cristianismo los elementos místicos, teológicos y doctrinales que impulsen un movimiento ecuménico orientado a una auténtica Iglesia universal. La labor comenzada por Juan XXIII a mediados de siglo XX parece estar cristalizando en la enérgica gestión evangelizadora de Benedicto XVI medio sigo después.
“La Iglesia tiene que liberarse de su carga material y política”.─ Benedicto XVI
Ciudad del Vaticano, Sept.28 (EFE).─ Ante unos 30.000 fieles, que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, el pontífice analizó su viaje a Alemania entre los pasados 22 y 25 de septiembre, destacó el aspecto ecuménico del mismo y volvió a condenar los casos de clérigos pederastas.
"He reflexionado sobre el funcionamiento de la Iglesia en una sociedad secularizada, que tiene que liberarse de las cargas materiales y políticas para ser más reflejo de Dios", dijo el obispo de Roma.
El pasado domingo, día 25, durante un encuentro con católicos alemanes en Friburgo (noroeste de Alemania) dijo que la Iglesia necesita una "fuerte renovación", que tiene que "despojarse" de su riqueza terrenal y de su poder político y abrirse a las preocupaciones del mundo
En un fuerte discurso, el papa aseguró también que la diferentes épocas de secularización de la sociedad han contribuido a la purificación y a la reforma interior de la Iglesia.
Benedicto XVI repasó su tercer viaje a Alemania destacando su intervención ante el Bundestag, el parlamento federal alemán, en Berlín, en el que hizo una vehemente defensa de la ecología y de los movimientos ecologistas, afirmando que éstos suponen "un grito de aire fresco, que no se puede ignorar". También dijo que el hombre debe escuchar el mensaje de la naturaleza y responder de manera coherente, respetando la creación y no manipulándola.
Benedicto XVI volvió a defender las raíces cristianas de Europa y dijo que sobre la existencia de un Dios creador se ha desarrollado el concepto de los derechos humanos, la idea de la igualdad de todos los hombres ante la ley, la consciencia de la inviolabilidad de la dignidad humana de cada persona.
Además de Berlín, también viajó a Erfurt (foto), en el estado de Turingia, en la Alemania excomunista. El papa dijo que esa es la "tierra de la Reforma protestante" y que desde el primer momento quiso dar al viaje un relieve ecuménico …