"¡Estamos presenciando el fin del capitalismo!", proclaman algunos, sobre todo los que vociferan desde los confines del Socialismo del Siglo XXI. Se trata del derrumbe de una estructura capitalista endeble y minada por la corrupción, el crédito excesivo y los presupuestos populistas y demagógicos convertidos en una verdadera sangría de la riqueza de los países. No obstante, es razonable esperar que el capitalismo saldrá fortalecido de esta crisis si las democracias aprenden la lección de que no hacen falta gobiernos interventores, autoritarios o centralizados, sino una estructura de autoridad encaminada a la defensa del consumidor, al equilibrio presupuestario y al desarrollo de un sistema legal que impida los abusos y los excesos de los poderosos. Mientras tanto, estas enormes deudas que afectan nada menos que a los países desarrollados del Primer Mundo, exigen moderación y austeridad de gobiernos presentes y futuros, al costo político que sea necesario, orientando el gasto presupuestario al estímulo de empresas nacientes, innovadoras y en expansión, con mayor moderación en las tasas impositivas y un objetivo de estimular la productividad y el crecimiento mediante incentivos fiscales y créditos moderados y estrictamente monitoreados, enfocando los mayores recortes a todos los renglones burocráticos, improductivos y/o superfluos que responden a intereses creados y políticos.
Rescates públicos a los bancos suman 1,2 billones en ocho países
Madrid, Jun.12.─ El sistema financiero español está empachado por un atracón de ladrillo y el Estado ha decidido salir en su rescate. El caso de España no es único: hasta el momento, al menos, ocho países han desembolsado más de 1,2 billones de euros de sus arcas para rescatar al sistema financiero, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). La diferencia es que el Gobierno de Rajoy ha tenido que recurrir a sus socios europeos para inyectar dinero público a las entidades españolas.
» España. A pesar de que las autoridades españolas no dudaron en alardear de la buena salud de sus bancos durante el colapso financiero de 2008, el estallido de la burbuja inmobiliaria dejó un reguero de cajas enfermizas. En 2010, el anterior Gobierno socialista inició un proceso de reestructuración del sector para impulsar la fusión entre las entidades. Las operaciones eran apoyadas mediante un fondo (FROB), a través del cual España ha aportado 40.789 millones a las instituciones financieras, aunque se han recuperado 27.908 millones. No obstante, como el problema persiste el Ejecutivo ha recurrido a Bruselas, que ha puesto a disposición de España un fondo de hasta 100.000 millones.
» Estados Unidos. La crisis financiera de 2008 tuvo su epicentro en EE UU y el símbolo de aquella tormenta financiera fue la caída de Lehman Brothers. Las consecuencia de aquel tsunami financiero llevó al Gobierno del expresidente George Bush a poner en marcha un fondo, el TARP (Troubled Asset Relief Program), para inyectar hasta 700.000 millones de dólares (unos 574.086 millones de euros) a la banca. Ese dinero permitió nacionalizar las grandes entidades al inocular el dinero público a la fuerza en sus balances. La entidad que recibió más ayudas fue AIG (140.000 millones). Las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac también fueron nacionalizadas. La ducha de dinero público para eliminar las dudas en el sector financiero, enfermo por la crisis de las hipotecas subprime, también alcanzaron a Citigroup (unos 35.000 millones de euros en dos tramos) o Bank of America (otros 35.000 millones). Cuatro años después, las devoluciones al Gobierno de EE UU ascienden a 227.468 millones de euros, la deuda pendiente corresponde sobre todo a pequeños bancos estatales y locales y a las participaciones que el Estado tomó en algunas entidades.
» Reino Unido. Mientras las entidades españolas sacaban pecho en 2008, los bancos británicos sufrían la virulencia de una crisis que se intensificó en Londres. El banco Northern Rock fue el primero en caer afectado por el veneno de los activos tóxicos. El Gobierno de Gordon Brown lo nacionalizó y abrió la vía de las ayudas públicas para rescatar a la banca. Durante el vértice de la crisis, en otoño de 2008, el Reino Unido aportó …
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