En la lucha actual del mundo contra el terrorismo, sería fácil perder de vista la lamentable historia del comunismo/marxismo ateo y su terribe legado del siglo XX, un fenómeno del cual el mundo fue advertido hace un siglo por las revelaciones en torno a Nuestra Señora de Fátima. La comunidad del Exilio cubano es testigo del poder destructivo de tal ideología, que ha causado un daño inmenso a las vidas, las familias, y a naciones enteras.
Espero que el estudio del ateísmo (a veces descrito con el eufemismo "humanismo" o más académicamente como "materialismo") examine por qué unido a lo político ha fallado en todos los lugares donde se ha probado. Como sistema de pensamiento o de gobierno, el ateísmo nunca ha contribuido al bien común de la humanidad, ya que por definición excluye de su cosmovisión la dimensión trasdendente de la existencia humana. Sin la dimensión vertical, es decir espiritual, la tierra se hace muy plana y árida.
Permítanme describir este paisaje desolado, para que las futuras generaciones no pierdan la realidad de los sistemas ateos. La historia triste del siglo pasado provee suficiente razón para desacreditar la noción que la independencia de Dios pueda ser bueno para la humanidad. Las siguientes estadísticas captan la esencia de lo que sucede cuando una sociedad elimina su afirmación de Dios. Ya que el ser humano también olvida su deber de respetar y cuidar a su prójimo.
Una obra intrigante por un grupo de académicos europeos, El Libro Negro del Comunismo,1 calculó que los sistemas políticos ateos del siglo XX fueron responsables por la muerte violenta de enste 80 y 100 millones de personas inocentes. El ideal utópico del ateísmo ─la erradicación de la distinción entre las clases─ acabó erradicando clases enteras de seres humanos. El Libro Negro ofrece evidencia de 20 millones de muertes en la Unión Soviética, con poco menos de un millón de muertes a causa de la hambruna impuesta por los comunistas en Ucrana en 1932-33. El comunismo sin Dios es responsable por 65 millones de muertos sólo en China, durante la Revolución Cultural de los años 60 y 70. De manera parecida, el dictador marxista de Camboya, Pol Pot, eliminó por lo menos el 15% de la población total de su país gracias a su ideología atea. Y la lista se podría alargar incluyendo los hechos en España, Cuba, México y los perpetrados por el Nazismo en Alemania, entre otros.
Junto con el hecho horroroso del genocidio existe todo un portafolio de males relacionados: la eliminación de la libertad religiosa, el cierre de las escuelas religiosas, la supresión de los valores religiosos y de las manifestaciones públicas de la fe, la persecución del clero y de los religiosos y las religiosas, y la destrucción del núcleo familiar. El mundo ha visto esta película muchas veces ya, y siempre termina igual.
Tratemos, sea cual sea nuestra vocación o profesión, afirmar, en público y en privado, la existencia de Dios, igual que los derechos esenciales de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios. Así ayudaremos a las nuevas generaciones que eviten la triste historia de destrucción que han desencadenado las ideologías ateas del pasado. Nunca más las ideologías ateas rijan los destinos de nuestros pueblos.
No olvidemos el grito profético de Monseñor Enrique Pérez Setantes, Arzobispo de Santiago de Cuba, que alertanto a sus fieles de la realidad de los sistemas ateos en su carta apostólica de 1960 pedía a sus fieles un grito de batalla, un ¡Viva Cristo Rey! en contra de todos los esfuerzos de promover estos fallidos esfuerzos de vivir sin Dios.2
Ojalá que el interés por el estudio y la promoción del ateísmo y del secularismo incluya el estudio completo de los efectos de la impiedad en la vida de nuestra gente.
1 El libro negro del comunismo: crimenes, terror y represion (1997) fue escrito por profesores universitarios y experimentados investigadores europeos y editado por Stephane Courtois, Director de investigaciones del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), la mayor y mas prestigiosa organizacion publica de investigacion de Francia. Su proposito es catalogar diversos actos criminales (asesinatos, tortura, deportaciones, etc.) que el libro argumenta son el resultado de la busqueda e implementacion del comunismo (en el contexto del libro, se refiere fundamentalmente a las acciones de estados comunistas). El libro se publicó originalmente en Francia con el título Le Livre Noir du Communisme : Crimes, terreur, repression.
2 "Roma o Moscú" (Documento 33 en http://palabranueva.net/assets/documents/cocc/100-documentos-de-la-iglesia.pdf)
* Monseñor Felipe J. Estévez fue Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Miami y es Obispo de San Agustín, Florida, desde el 27 de abril de 2011. Nacido en 1946, formó parte del éxodo de decenas de miles de niños cubanos conocido como "Operación Pedro Pan", que se desarrolló entre diciembre de 1960 y octubre de 1962. Fue ordenado sacerdote en 1970.