CUBA: Respuesta y alternativa a la falacia de la unidad política

Un "Parlamento Martiano" capaz de formular
iniciativas y soluciones como un
foro de participación ciudadana
o "Cámara Deliberativa".

 

Los cubanos en busca de un sistema democrático para la nación, tanto los que residen en la Isla como en el exterior, proclaman es necesaria la Unidad.  Sin embargo, unirse sin una estrategia, ni plan para un mejor futuro económico y político,  no conduce al progreso.  Esto es transparente después  59 años de un régimen  "unipartidista" gobernando a Cuba. Mayor unidad que la que ostenta el PCC es difícil de encontrar, salvo en los más feroces regímenes estalinistas o maoístas; todos unidos, levantan la mano al unísono.

Meses atrás, en una entrevista de televisión sobre el futuro de Cuba donde participamos con  René Hernández Bequet del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, este comentó: “en Cuba tenemos opositores, pero no tenemos oposición”, sintetizando en una frase el motivo por el cual  el régimen continúa en el poder después de cerca de seis décadas. Individuo no forma oposición por mucho que trate bajo condiciones inhumanas.   Cabe entonces preguntar ¿cómo se crea una “oposición”?  

Respuesta: Institucionalizándola.

Una Institución es un mecanismo de índole social y cooperativa, que procura ordenar y normalizar el comportamiento de un grupo de individuos que inclusive puede ser una sociedad.  Las instituciones, contrarias a los individuos,  organizaciones y grupos,  trascienden las voluntades e intereses individuales al identificarse con la imposición de un propósito considerado como un bien social, es decir,  un propósito "normal" para ese grupo.
 

Raúl Castro  acaba de declarar hace solo unos días en un discurso de cierre de la Asamblea  sobre los problemas económicos que encara la Isla,  que el Producto Interno Bruto (PIB) decreció 0.9 % por debajo del aumento del 1 % previsto haciendo un llamado a la austeridad. Una forma muy original de comentar que en verdad, el PIB fue negativo. O sea, el crecimiento económico de Cuba es  por debajo de cero.

Cuba se hunde en la miseria económica  día tras día por la falta de suministro de envíos de petróleo por Venezuela y corrupción a altos niveles. Algo similar paso en 1993, cuando el país enfrentó una grave crisis de varios años por la caída de la Unión Soviética y la consiguiente retirada de los subsidios de ese bloque a la isla. El gobierno se mantiene gracias a las migajas de otros países y  remesas de cubanos residentes en el extranjero. Es un sistema de dependencia para la sobrevivencia del régimen a costa del bienestar del pueblo.

En este caso el propósito “normal” de una Institución  no es más que el bien social  del pueblo cubano y el respeto a sus derechos inalienables incluyendo el de elegir libre y democráticamente por  quién y  por qué tipo de gobierno quiere ser gobernado.  Una Institución como facilitadora de  cambio constituye un componente estructurador importante para la sociedad cubana, dependiendo de los valores de los miembros de la Institución ya que esta trasciende las voluntades e intereses individuales.  Hoy escuchamos a una nueva generación de cubanos producto del sistema castrista decir: “no me hablen de política”, o “yo no me meto en política” buscando medios de prosperidad económica en el extranjero.  Sin embargo, es precisamente la Política con mayúscula y las instituciones verdaderamente inclusivas, aquellas insertas en sociedades abiertas, las que en mayor medida abonan el terreno para la prosperidad de las naciones. Esta prosperidad viene determinada por el conjunto de incentivos que crean instituciones, no por ningún individuo en particular. De la misma forma, una política dictatorial sumerge a la nación en la pobreza. Ejemplos no faltan: Corea, Venezuela, Cuba, Nicaragua, etc.

Sin una Institución de cambio de calidad es imposible una Política de gobierno  de sostenibilidad del crecimiento, no importa el país que sea.  Según Douglas North, premio Nobel de Economía en 1993, “la función principal de las instituciones en una sociedad, es reducir la incertidumbre estableciendo una estructura estable de normas y procedimientos que regulan la sociedad, provocando con ello, estabilidad política y desarrollo económico”.   Leonid Hurwicz, Eric Maskin y Roger Myerson, profesores respectivamente de las universidades de Minnesota, Princeton y Chicago,  fueron también  recipientes del  2007 premio Nobel de Economía  por haber desarrollado el núcleo de la llamada teoría de diseño de mecanismos, la cual pretende identificar instituciones  con una asignación eficiente de recursos en aquellas circunstancias en las que el mercado no tiene éxito en su cometido.  

Una Institución de cambio que identifique  recursos humanos dentro de la sociedad civil cubana dentro y fuera de la Isla, es necesaria como mecanismo  e imagen en cuanto a las negociaciones y cooperación necesarias para representar los intereses de la sociedad cubana dentro del escenario mundial y obtener el éxito buscado.  Un individuo no es  lo mismo que una estructura; un individuo no tiene los medios para abonar el terreno para la prosperidad  de la nación, ni puede determinar  independientemente el conjunto de incentivo.  Un individuo no elegido por el pueblo, puede opinar por sí mismo,  pero no hablar por  el resto del pueblo. Un individuo no puede lograr por sí mismo el objetivo al no crear la imagen de permanencia que crea una Institución.

En Junio de 2015, en una declaración conjunta, bajo el título Por una Cuba democrática-Declaración de Morelos,  opositores  reunidos en México por la Fundación Konrad Adenauer y la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), acordaron "coordinar acciones concretas y conjuntas entre las distintas plataformas y grupos de la comunidad democrática en Cuba, y en la diáspora, con el fin de articular propuestas estratégicas para promover hasta alcanzar la democracia en Cuba". Para ello han dado los primeros pasos para crear una "mesa de unidad”.  

Por este medio, Cultivamos una Rosa Blanca  articula una propuesta estratégica para alcanzar la democracia en Cuba que va más allá del individuo y  “mesa de unidad”.   Crear una Institución - ParlaCuba© -  basada en un parlamento martiano como estructura no legislativa que sea reconocida internacionalmente como reacción, respuesta  y alternativa de la sociedad cubana residiendo dentro y fuera de la isla a la crítica situación actual de Cuba.

Una Institución  con base parlamentaria para adiestrar  a sus miembros en el funcionamiento de un sistema participativo y representativo donde no  existe voluntad soberana absoluta, sino pluralidad de ideas que contribuyan a la aparición de partidos y plataformas políticas que tengan verdadera influencia en la opinión de los ciudadanos.  Una Institución  de trabajo dentro de la diversidad, no una disgregación de individuos opositores de aquí y allá ni individuos luchando independientemente pero básicamente sin ningún partido e ideología,  hombres y mujeres  cada uno por su parte y obteniendo más de lo mismo. En otras palabras, no de individuos compitiendo sino de TODOS colaborando.

Para llegar a una Cuba democrática es necesario tener Oposición con mayúscula.  reconocida y no solamente individuos opositores.  Una Institución que facilite  el cambio.  ParlaCuba© es toda Cuba.

Tu ayuda es necesaria.  ParlaCuba en un proyecto incipiente de un pequeño grupo de cubanos por la democracia. El propósito de ParlaCuba© es educación a través de una plataforma virtual y fuente confiable.  Un puente entre las comunidades cubanas residentes en la isla y el exterior con miras a alcanzar objetivos y derechos legítimos de todo ser humano  Si te interesa y quieres ser uno de los “parlamentarios”,  visita ParlaCuba y sus paginas, y envía tu comentario, sugerencia, idea y/o propuesta a cultivrosablanca@aol.com de cómo desarrollar ParlaCuba.  El proyecto está en vías de formación y estas páginas de la WEB están en proceso de organización. Tu participación contribuirá a edificar esta OBRA DE TODOS.

Cuba necesita tu ayuda.

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