Beyond the Crash
Gordon Brown
ISBN 978-1-4516-2405-2
Free Press December 2010
En el libro Beyond the Crash Gordon Brown presenta una clara y decidida propuesta socialdemócrata (laborista) para analizar y superar la crisis financiera/recesión internacional. Asimismo, argumenta sustantiva y fuertemente sobre la pertinencia de un nuevo trato internacional para coordinar la respuesta global para que el decenio del 2010 sea de elevado crecimiento mundial y así aprovechar las muchas oportunidades que la globalización continua ofreciendo. Esto es especialmente importante cuando EEUU y Europa ya no generan la mitad del PIB mundial.
Brown defiende la política de pleno empleo y elevado crecimiento en las economías avanzadas para que todos tengan la oportunidad de una vida decorosa y digna, así como aboga por un nivel de regulación económica para que los mercados cumplan con el interés público, particularmente en el sector financiero, que han mostrado que no autocorrigen sus errores. Esta posición de política económica contrasta con la del partido conservador en el Reino Unido.
La propuesta para la coordinación de la acción internacional es muy convincente no sólo para restablecer un elevado crecimiento internacional sino también para superar los insostenibles desbalances existentes en el comercio mundial y para mejorar la regulación y coordinación prudencial a fin de hacer el sistema financiero más estable. Como Brown señala, éstos son problemas de naturaleza global y consecuentemente requieren soluciones globales, no soluciones nacionales.
Brown presenta una fuerte critica a la conducta muy riesgosa de los bancos comerciales, así como a la perversa competencia “al fondo” entre los centros financieros mundiales (principalmente Londres y New York) para la desregulación, con excesivo apalancamiento y las compensaciones excesivas a costa de la baja capitalización que determinaron la crisis. Estos problemas deben corregirse para prevenir crisis futuras.
Al hacer un recuento de la crisis bancaria Brown establece que fue de solvencia y no de liquidez y que, por lo tanto, el Reino Unido, bajo su decidido liderazgo y compromiso, fue pionero en la recapitalización de los bancos para mantener su nivel de actividad. La forma británica de la recapitalización fue distinta, más estricta y efectiva que la estadounidense que fue más laxa.