Visita del equipo de la ONU para los derechos humanos.
Nicolás Maduro recibe a Michelle Bachelet excarcelando a una mínima parte de los opositores que se encuentran encerrados en prisión.
Caracas, Jun.19.– Cuentan los antiguos productores del famoso programa 'Aló, presidente' que en las mejores épocas de Hugo Chávez aquello parecía el Cinecittá bolivariano. El "comandante supremo" acudía a una finca socialista para mostrar al país y al mundo la exuberancia de su obra. En los días previos montaban el escenario deseado: pintaban el césped más verde, traían ganado de las fincas cercanas y hasta las cestas de manzanas, con etiqueta, eran de un supermercado.
La operación Cinecittá se recuperó en marzo, con la llegada al país del equipo técnico de la ONU, especializado en derechos humanos.
Los delegados de Naciones Unidas torcían el gesto cada vez que acudían a un hospital recién pintado, con nuevos aparatos y medicinas recién llegadas, según las denuncias de los médicos y de los familiares. Hasta arreglaron celdas en prisiones y adecentaron a los presos.
El trascendental viaje a Venezuela emprendido hoy por Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos, revive esta especie de gigantesco estudio cinematográfico de falsa realidad, que ha incluido el "embellecimiento" de las áreas verdes del aeropuerto de Maiquetía y una mano de pintura las celdas del Helicoide, la siniestra sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Según la web Punto de Corte, cercana al chavismo crítico, también han llevado agua a los presos y les han dejado llamar por teléfono, todo ello grabado en vídeos para mostrar a Bachelet.
En las horas previas, el diputado Gilber Caro y otros dos presos políticos reconocidos han sido liberados por agentes revolucionarios, que también han abierto las puertas de las celdas a casi una veintena de jóvenes en Yaracuy y Caracas ...
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