El contexto político nacional determina opinar sin medias tintas sobre los eventos que marcan la agenda en este 2025, uno es el referente a la participación o abstención en las próximas elecciones de mayo de este año, y otro el relacionado con la iniciativa madurista de promover una reforma constitucional en los próximos 80 días.
Sin menoscabo de otros episodios de la vida nacional como son la suspensión de la licencia 41 a Chevron, el desconocimiento al resultado de las elecciones presidenciales del 28-J 2024, la ominosa persecución a opositores, la violación de DDHH a los presos políticos, la persistencia de un salario mínimo que hoy es inferior a 2 $ luego de 3 años del último aumento, entre tantos desmanes de los poderes públicos, debemos reconocer que los citados inicialmente marcarán la pauta del presente año.
Por parte, el régimen centra su estrategia en profundizar la división opositora en torno al debate si participar o no en las elecciones, tratando de lanzar una cortina de humo sobre su caballo de Troya, representado en una Comisión de incondicionales encargada de reformar la constitución, cuyo encargo es nada más y nada menos que fraguar tras bambalinas el Nuevo Estado.
En torno a las elecciones manifiesto mi preocupación, se centra en la camada de zorros y camaleones que propugnan la participación, desde el reconocible “grupo de alacranes” tarifados como nómina del Ejecutivo Nacional quienes refrendan su condición en cada elección que convoca el Ejecutivo, hasta los recién incorporados anteriores integrantes de la maltrecha Plataforma Unitaria, cuya característica común es su resentimiento para no aceptar el nuevo liderazgo opositor legitimado en las Primarias de 2023 y en las Presidenciales del 28-J 2024, hasta los incautos de buen corazón, resumen un coro de guacharacas electoralistas que pretenden legitimar con su presencia a un régimen moribundo empoderado solo sobre las bayonetas. En todo caso cada quien tiene derecho a expresar su posición.
Ahora bien, el alcance de su decisión de inscribir sus candidaturas lo va a sancionar la decisión del electorado de acatar su llamado o no a participar, a pesar del robo de las elecciones presidenciales reconocido a nivel global. Lo cierto del caso es que al ser insignificante la votación alcanzada al registrarse según las encuestas mas de un 80% de rechazo a convalidar la farsa electoral, terminarán echando la culpa como lo hicieron en 2018 con la ilegal elección presidencial a quienes convocaron a la abstención.
Queda entonces la gran tarea, derrotar el intento de reforma constitucional como lo logró la sociedad civil en 2007 ante la consulta promovida por Hugo Chávez, luego derrotada en diciembre de ese año, lo cual provocó la ira del autoritario presidente. En ese contexto que plantea la CRBV de 1999 en materia de reforma constitucional.
Veamos 2 artículos:
-“Artículo 342 La reforma constitucional tiene por objeto una revisión parcial de esta Constitución y la sustitución de una o varias de sus normas que no modifiquen la estructura y principios fundamentales del texto constitucional. La iniciativa de la reforma de esta Constitución podrán tomarla la Asamblea Nacional mediante acuerdo aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; el presidente o presidenta de la República en Consejo de Ministros; o un número no menor del quince por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral que lo soliciten” Y en segundo lugar_
-“Artículo 344 El proyecto de reforma constitucional aprobado por la Asamblea Nacional se someterá a referendo dentro de los treinta días siguientes a su sanción. El referendo se pronunciará en conjunto sobre la reforma, pero podrá votarse separadamente hasta una tercera parte de ella, si así lo aprobara un número no menor de una tercera parte de la Asamblea Nacional o si en la iniciativa de reforma así lo hubiere solicitado el presidente o presidenta de la República o un número no menor del cinco por ciento de los electores inscritos y electoras inscritas en el Registro Civil y Electoral”.
En resumen, por muchas maromas y truculencias dicha reforma constitucional deberá ser sometida a la consulta del electorado, siendo para nosotros una oportunidad mas allá de la existencia de un CNE controlado por la tiranía, repetir la hazaña del 28 de Julio pasado desechando las intenciones de un régimen de implantar un estado comunal corporativo como cerrojo a todo un país.
En esa dirección el Frente Nacional contra la Reforma Constitucional madurista debe estar integrado por todos los sectores de la vida nacional, jóvenes, trabajadores, empresarios, militares, partidos políticos, Iglesia e independientes, dispuestos a preservar el orden constitucional y nuestra democracia.
Froilán Barrios Nieves Movimiento Laborista