Derechos Humanos / Human Rights

Un pequeño grupo de valientes cubanos ha presentado una Demanda ante el Tribunal Supremo Popular Cubano contra el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y el Ministerio del Interior de Cuba, así como un Recurso Especial de Amparo, el pasado 17 de agosto de 2017. Según los informes recibidos, la reacción del gobierno no ha sido un debido proceso judicial sino una agresiva acción represiva, como relata el siguiente Comunicado de Prensa:

Comunicado de Prensa
Denuncia:

Lunes, 04 de septiembre de 2017

El Abogado Rigoberto González Vigoa, de la Consejería Jurídica de Pinar del Rio, adjunta a la Corriente Agranmontista fue amenazado y citado para el técnico de la Policía en esa provincia para el próximo 10 de septiembre por Capitán de la Seguridad del Estado conocido por Juan Pérez.

El Oficial del G-2 le informo a González Vigoa que será procesado por denunciar en el Tribunal Supremo Popular al Ministerio del Interior y al Ministerio de Relaciones Exterior y que debía presentarse el próximo día 10 en la unidad policial situada en la calle Herriman de la ciudad de Pinar del Rio.

El abogado Gonzales Vigoa es representante legal del demandante, Geiser Alejandro Conde Medina, al entregar el pasado día 19 de Agosto un Procedimiento Especial Civil de Amparo al Tribunal Supremo Popular, contra actos provenientes de autoridades y órganos administrativos, a favor del Sr. Conde Medina. El amparo busca una inmediata protección a los derechos del Sr. Conde Medina y una rebaja a los precios del Pasaporte Cubano y otros costos migratorios que dentro de Cuba deben ser cobrados en moneda nacional. Por lo tanto no se trata de una “denuncia” en realidad es un proceso administrativo permitido por la Ley Cubana actual.

Madrid, 23 de julio de 2017

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos informa que en el mes de Junio se han producido 410 detenciones arbitrarias en Cuba de las cuales 237 han sido contra mujeres y 173 contra hombres; el número de detenciones en contra de personas de raza negra fue de 138.

Las cifras de detenciones, aunque son significativamente menores que las del mismo periodo del 2016, siguen siendo escandalosas y los niveles represivos son iguales o mayores. La disminución del número de detenciones, interpretamos, no se debe a la existencia de cambio positivo alguno en la voluntad política del gobierno cubano, sino al ya denunciado cambio en sus mecanismos represivos.

Así como hace varios años, luego de la repulsa internacional, el gobierno pasó de una estrategia basada en el encarcelamiento de mediana y larga duración a otra basada en las detenciones de corta duración, ahora refuerza otras tácticas represivas, tales como: las presiones y agresiones directas a hijos y familiares de los activistas; la confiscación o robo de bienes personales o de medios de trabajo a integrantes de grupos de la sociedad civil; la fabricación de delitos penales comunes para intimidar o encarcelar a opositores; la prohibición e impedimento físico de la salida de los activistas de sus propias residencias; el impedimento de salida del país de activistas invitados a foros internacionales. Todo ello convive con la existencia de un creciente número de presos políticos. El recrudecimiento de estos métodos represivos está siendo documentado por nuestros observadores y ha sido denunciado por el OCDH recientemente ante diferentes departamentos de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU.

Erdogan promotes "Travesty International" in his own country

The detention of human-rights activists on terrorism charges is hard for other countries to ignore

 Istanbul, July 14.─ It was the sort of intervention on behalf of a persecuted opposition politician that Amnesty International carries out hundreds of times a year. In 1998, after Recep Tayyip Erdogan, then the mayor of Istanbul, was jailed for a speech in which he read out a religiously themed poem, the human-rights group termed him a “prisoner of conscience” and wrote to the government demanding his release. Nineteen years later, Mr Erdogan, now Turkey’s president, presides over an increasingly authoritarian regime. And his police force has arrested Amnesty International’s own staff along with other human-rights activists. So it was to Mr Erdogan that the group found itself writing last week to demand the release of detainees. He shows little sign of softening.

More than 50,000 people have been jailed in the purges that followed the attempted coup in Turkey on July 15th last year. But the latest arrests nevertheless shocked human-rights advocates, if only because their colleagues were the targets.