Cuando el tiempo se agota en Cuba

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Cuando el tiempo se agota en Cuba

16 Jul 2010 12:59 - 15 Jun 2016 21:40
#3329
Por Eduardo Mesa

www.lacasacuba.com/

En las películas de acción sucede con frecuencia que en una situación desesperada uno de los protagonistas pregunta si hay un plan B, el otro personaje normalmente responde que no, entonces los dos héroes se fajan contra sesenta enemigos bien armados y salen triunfantes. Eso ocurre en las películas que están diseñadas para entretener y alimentar las fantasías heroicas de los adolescentes, unas fantasías, que dicho sea de paso, también hacen falta. El problema es cuando no hay un plan B en la vida real: en las perforaciones de petróleo, en las hipotecas basura o cuando el carro se te apaga de pronto en la autopista y caes en la cuenta de lo rápido que pasan por tu lado los camiones de FEDEX.

En política también debía existir un plan B, aunque a veces yo me conformaría con un plan. Un plan es un proceso creativo y por ende estimulante; los demócratas cubanos debíamos implicarnos más en procesos creativos y dejar de conjeturar, de un modo excesivo, sobre la eficacia y la permanencia de la Posición Común y el Embargo: unas medidas que responden a lógicas ajenas, diseñadas por señores que a veces nos preguntan nuestro parecer, pero que no decidirán por nuestro parecer. Los demócratas cubanos debíamos optar por lo creativo y no por lo frustrante.

No sé por cuánto tiempo durarán la Posición Común y el Embargo, ni perderé mi tiempo en discutir la necesidad de su permanencia o su eficacia, porque son cosas que se negocian en mesas muy distantes y muy altas. No creo, por otra parte, que la permanencia o la desaparición de esas medidas esté en nuestras manos, ni creo que ninguna potencia esté interesada -comenzando por los Estados Unidos de América- en que el régimen cubano termine rápida o abruptamente. Esto supondría demasiados imponderables y las cosas no están para “imponderables”.

Es por eso que me atrevo a preguntar qué haremos si mañana deja de existir el Embargo, qué haremos si la Unión Europea renuncia a la Posición Común, qué haremos si el régimen de la Habana decide comenzar sus reformas por la vía de una ampliación, cada vez mayor, del derecho a la libertad religiosa, qué haremos si se decide a reconocer institucionalmente a varios opositores o a un sector de la oposición.

Algún lector avisado me dirá que las fantasías hacen falta pero no tanto y me reiré con él, porque el humor también hace falta. No obstante, me inclino a pensar que no habrá confrontación nuclear por el momento, pero sí habrá una exigencia de los jóvenes herederos del castrismo para que sus mayores les preparen una puerta de entrada a otra estancia del poder, o una puerta de escape ante el poder perdido, pero una puerta al fin y al cabo, en el muro del totalitarismo.

La sociedad cubana no comparte la vocación numantina del comandante: si en los ochenta el coronel Tortolov salió corriendo, no quiero imaginar lo que pudiera suceder ahora. Nadie, excepto Fidel, sueña con holocaustos. Nadie quiere morir defendiendo lo que no cree y muchos analistas de diversas tendencias coinciden en afirmar que en los poderes intermedios del carromato castrista se anhelan reformas inmediatas y profundas. Puede decirse de un modo más claro: ni se van inmolar los diputados a la Asamblea del Poder Popular, ni los Jefes de Sector del Barrio Chino, ni los bicicleteros del Cerro; por eso me inclino a pensar que en la Habana debe haber un plan B, y quizás un plan C y un plan D, así han conservado el poder por cinco décadas, además de que saben dar palos y tirar tiros.

Los días pasan, la realidad por tiempos dormida suele despertarse y desencadenar los acontecimientos, haciendo difícil cualquier previsión. Los demócratas cubanos necesitamos un planteamiento estratégico coherente con la realidad, necesitamos del encuentro sistemático para armar ese planteamiento, necesitamos una mesa común para compartir y articular propuestas, que convertidas en acciones concretas incidan en la política nacional.

Los demócratas cubanos necesitamos un plan que privilegie los esfuerzos propios y sitúe en su justo lugar los intereses ajenos, sean estos coincidentes o no con los nuestros; los demócratas cubanos necesitamos construir un poder real con los recursos a mano. Ese sería el preámbulo de la reconstrucción de la esperanza, un tiempo donde no importará el color político porque la gente mirará a los ojos.

Los demócratas cubanos no debemos perder tiempo, las manecillas del reloj no se detienen, el tiempo que agota a la dictadura corre a la misma velocidad que el nuestro.
Last edit: 15 Jun 2016 21:40 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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Re: Cuando el tiempo se agota en Cuba

15 Jun 2016 18:51 - 15 Jun 2016 18:57
#9424
Hace seis años que Eduardo Mesa publicó este aporte, que ahora puede impresionarnos como profético, porque entonces era impensable que la Posición Común Europea y el embargo de Estados Unidos se desplomaran ante la dictadura totalitaria de los hermanos Castro.

Los países amantes de la democracia habían concebido esas medidas restrictivas con el propósito original de provocar la negociación con la dictadura castrista para lograr eventualmente una apertura hacia una transición democrática en la Isla.

Fracasaron porque no fueron firmes, como en el caso de Sudáfrica, y porque la posición de fuerza del régimen castrista no cedió ni un ápice hacia la vía democrática. Pero también porque es lógico y humano echar a un lado medidas obsoletas que perjudican al pueblo cubano mientras no han sido capaces de ablandar el férreo control político de los hermanos Castro.

Por otra parte, Eduardo Mesa dejó caer algunas preguntas muy pertinentes que hasta el momento no han tenido respuesta:
"me atrevo a preguntar qué haremos si mañana deja de existir el Embargo, qué haremos si la Unión Europea renuncia a la Posición Común, qué haremos si el régimen de la Habana decide comenzar sus reformas por la vía de una ampliación, cada vez mayor, del derecho a la libertad religiosa, qué haremos si se decide a reconocer institucionalmente a varios opositores o a un sector de la oposición"

Lo que estamos viendo ahora es una actitud acomodaticia de tolerancia a los desmanes del régimen opresor a cambio de algunas migajas de libertad de viajar o de tener algunos magros negocios "cuentapropistas". Quizás hasta de que llegue a estructurarse una "oposición leal" de adulterada apariencia democrática. Por el contrario, la represión ha aumentado, y el régimen se prepara a remedar muy deficientemente el modelo chino-fascista por el cual algunos privilegiados pueden enriquecerse a cambio de un apoyo incondicional y de un acatamiento estricto de los intereses políticos del régimen opresor.

Por eso coincido con la opinión de Eduardo, hace seis años ya, cuando predice que:
"Puede decirse de un modo más claro: ni se van inmolar los diputados a la Asamblea del Poder Popular, ni los Jefes de Sector del Barrio Chino, ni los bicicleteros del Cerro; por eso me inclino a pensar que en la Habana debe haber un plan B, y quizás un plan C y un plan D; así han conservado el poder por cinco décadas, además de que saben dar palos y tirar tiros."
Last edit: 15 Jun 2016 18:57 by Gerardo E. Martínez-Solanas.
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