La Penetración de ideologías malvadas en las Naciones Unidas

La organización internacional a la que presté servicios profesionales por 35 años no es ya lo que fue ni, mucho menos, lo que aspiró a ser en su creación. Fue proyectada como un foro que acercara a los países y las naciones para resolver conflictos y diferencias y preservar la paz. Ya de por sí, durante la Guerra Fría, se acentuaron más las rivalidades que los acercamientos, pero todavía se respetaban en gran medida los principios que aspiraban a la armonía y el entendimiento. Empero, a lo largo de este nuevo siglo se ha transformado en un centro de promoción de ideas que se proponen reformar radicalmente la civilización universal de bases judeocristianas que promovía la defensa de los derechos humanos y fomentaba la paz.

Para colmo, en sus salones se está difundiendo el mensaje que acusa de "terroristas" y de elementos indeseables a quienes favorecen ideas y principios tradicionales que durante el Siglo XX dieron razón de ser a esa organización y eran los pilares que fortalecían los cimientos de nuestra sociedad.
En la Sede de Nueva York se ha convocado la 67ª reunión anual de la llamada Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés) del 6 al 17 de marzo. A pesar de haber sido promovida como una conferencia para promover los verdaderos intereses de las mujeres de todo el mundo, esta comisión está ahora dominada por feministas radicales antifamilia y proabortistas cuya principal agenda es erosionar la estructura social y destruir los valores familiares. Osan llamar "terroristas" a quienes tienen otras convicciones por el simple hecho de que reconozcan públicamente que según la biología y la genética los hombres son hombres, las mujeres son mujeres y los bebés dentro del vientre de sus madres tienen derecho a vivir.

Este año, la 67ª reunión de esa Comisión se propone impulsar y aprobar la "Educación Sexual Integral" (ESI) como una obligación global de adoctrinar a los niños con contenidos explícitos e inmorales, incluida la propaganda LGTBQ+ y mentiras seudocientíficas sobre "identidad de género" sin referencia alguna a la identidad biológica y genética de un hombre y de una mujer. De hecho, han ido tan lejos en este rodillo totalitario que los grupos pro-vida y defensores de la familia han sido vetados y no se les permitirá, como en otros años, participar en el encuentro. Evidentemente, ¡a estas élites de la Naciones Unidas les da miedo escuchar la verdad!

En cambio, los grupos y organizaciones promotores de estas doctrinas y políticas encaminadas a imponer un radical relativismo a las familias y a la sociedad en pleno, tendrán el megáfono de la Comisión para difundir el aborto, la ideología de género y el credo LGTBQ+, arrogándose el derecho de hablar en nombre de "todas" las mujeres del planeta.

Saben lo frágil y falsa que es su ideología radical. Saben que bastarían sólo diez minutos de apoyo a las ideas provida y profamilia en un debate respetuoso de las ideas de los demás, como corresponde a una Comisión de las Naciones Unidas, ayudarían a inspirar esperanza a millones de familias de todo el mundo. Lo saben y tienen miedo de quedar desenmascarados en un debate público.

Al vetar todo debate público entre ideas y políticas divergentes, están conspirando para que el único mensaje sea uno que apoye los abortos ilimitados, la propaganda radical LGTBQ+ y la confusa ideología que pretende identificar decenas de "géneros" distintos para imponer al mundo estas políticas. Pero lo más preocupante es que quieren destruir la familia y la patria potestad en todo el mundo con el pretexto de la "educación integral".

Nos toca divulgar nuestra protesta entre amigos y conocidos y entre políticos que aspiran a contar con nuestro voto, así como mediante cartas dirigidas al Secretario General de Naciones Unidas, en una campaña para denunciar los abusos y mentiras de la conferencia radical y agresivamente ideológica que celebrará en breve la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés).

No lo dejemos para mañana. No nos crucemos de brazos.

Querido Gerardo:

No puedo imaginar tu frustacion al ver en lo que ha parado esa institucion que pudo haber sido algo muy poderoso en pro de los verdaderos derechos humanos.

Por mi parte, y como mujer Catolica, estoy en total desacuerdo en que promuevan esa mentira de que hablan en nombre de todas las mujeres del mundo. Ellos no hablan por mi.

No me importa que me incluyan entre los Terrorista  y  elementos indeseables mientras que yo sepa que existen dos generos y dos sexos diferentes y nada mas; Hombre y Mujer.

Ya que asi fue como Dios lo decidio y lo hizo. Todo lo que derive de lo contrario a esto es una aberracion y traera la destruccion de la familia, la sociedad y el mundo como lo conocemos.

Levantemos nuestras voces para denunciar esa Ideologia Malvada de las Naciones Unidas.

Un abrazo,
Nora Costa