Los que entran a cualquier país sin permiso están cometiendo un delito contra las leyes inmigratorias de ese país. Las circunstancias del emigrante nunca justifican que intente entrar a otro país sin atender ni respetar sus leyes de inmigración. Todo país, como todo hogar, tienen un derecho inalienable de imponer condiciones y restricciones a quienes recibe. Además, en el mundo de hoy, el tráfico humano, el tráfico de drogas y el gravísimo peligro del terrorismo aumentan exponencialmente la necesidad de mantener un estricto control en el proceso del ingreso de extranjeros al país.
Aparte de las enormes tragedias que este tráfico humano causa a los emigrantes mal aconsejados y explotados por coyotes desalmados, sobre todo a los niños y adolescentes que son violados, asesinados y hasta capturados para extraerles sus órganos, el peligro del terrorismo es todavía más abrumador que cualquier otra consideración en la necesidad de estrictos controles de inmigración.
En este sentido, es indispensable comprender que bastan ataques dirigidos a sólo 10 plantas de energía eléctrica estratégicamente distribuidas entre el total de más de 55,000 plantas en EEUU para provocar un apagón en todo el país que podría durar meses y desbarataría el entarimado social del país. Pero el peligro no se limita a EEUU sino también pende como espada de Damocles sobre Europa y otras regiones del planeta.
En lo que concierne a EEUU, se ha sabido que ISIS ha estado en tratos con cárteles mexicanos, en particular con los "Caballeros Templarios", y que es posible les ofrezcan abundantes sumas de dinero para que realicen atentados simultáneos contra algunas de aquellas plantas que terroristas de ISIS consideren fuera de su alcance. En el estado actual de la inmigración descontrolada, es fácil que delincuentes de esos cárteles puedan penetrar al país aprovechando el caos que predomina en la frontera.
Es sabido también que ISIS ya ha ensayado con éxito esta estrategia en Yemen. Notablemente, el apagón que paralizó a todo el país no tuvo repercusiones noticiosas en la inmensa mayoría de los medios de prensa y redes sociales. ¿Por qué? Además, ha habido otros ataques exitosos –aunque de menor cuantía– de ISIS contra otros países (Pakistán, Iraq, etc.) desde 2015.
Mike Morell, antiguo director de la CIA, reconoció este grave peligro, pero tampoco se le ha dado publicidad a sus serias advertencias.
Se ha sabido también –pero se ha mantenido encubierta la información– que los terroristas están desarrollando la fabricación de bombas electromagnéticas, las cuales causan muy poco ruido y destrucción pero son devastadoras para el sistema eléctrico, los sistemas satelitales y la red de la INTERNET. Esto provocaría un caos abrumador en pocas horas. Un ataque de esta naturaleza es capaz de borrar en pocas semanas el barniz civilizador de cualquier país.
El ataque de pulso electromagnético mediante una "bomba electromagnética" es un método de ataque militar experimental realizado con armas generadoras de importantes cantidades de energía electromagnética ambiental que destruyen total o parcialmente el equipamiento y las redes eléctricas y electrónicas dentro de su radio de acción.»
Estas amenazas son tan abrumadoras y posibles que, solo por ellas, habría que poner coto al fenómeno migratorio que contempla a millones de personas desplazándose sin control tanto hacia Estados Unidos como hacia Europa. El peligro potencial es semejante al de una guerra nuclear. Es irresponsable y fatal seguir ignorándolo.
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