Una película famosa y muy taquillera que tiene como escenario la Guerra de Vietnam,
Full Metal Jacket, presenta cómo su protagonista se lanza a pecho descubierto contra el nido de un francotirador del Viet Kong que hasta ese momento había logrado mantener a raya a un pelotón de soldados de Estados Unidos, hiriendo a varios de ellos. Lo logra a costa de su ejemplar sacrificio.
Comparando la situación del protagonista de la película con la nuestra en el mundo en que vivimos,
Austin Ruse** subraya (en "
We were made for this Fight") que «
vivimos acosados por francotiradores. Están en todas partes y nos están disparando, a nuestras familias, a nuestros hijos» y, en fin, están socavando con éxito las bases de nuestra cultura. Por tanto, Ruse recuerda esta película y la toma de ejemplo, utilizando esa trágica escena para recordarnos que no estamos llamados a aceptar el Relativismo y la corrupción imperantes en la sociedad ni a agacharnos de miedo ante el enemigo.
Ruse define magistralmente a estos francotiradores en su artículo, destacando que son, además:
Revolucionarios sexuales que quieren obligarnos a aceptar su visión de la persona humana. El feto no es más que un fajo de tejido que, aunque sea humano, podemos matarlo. Un niño puede ser una niña; y si usted no está de acuerdo, lo despediremos de su trabajo. Debe aceptar sin discusión la noción de que ser gay es lo mejor y que nunca se le puede cambiar a un gay su orientación. Si no está de acuerdo, queda cancelado. Los francotiradores ocupan las alturas del poder cultural, político, empresarial e incluso judicial. Es como una nueva religión estatal, y todos los que discrepamos somos los herejes.»
Pero en una sociedad libre tenemos poder de opinar y de elegir o, al menos, debemos tenerlo; de lo contrario, NO es una sociedad libre. ¿Acaso somos libres si ante la presión social debemos agacharnos de miedo, aceptar resignados la situación que nos imponen y someternos a quienes no valoran la vida humana?
Podemos ser creyentes o no. Ser Cristianos, Budistas o seguidores de cualquier otra doctrina. Pero la moral social y la ética de respeto a la vida son la base fundamental de aquellas doctrinas religiosas que ayudan decisivamente a mantener unida la civilización sin caer en el caos del Relativismo. Cuando se ataca la libertad religiosa para justificar la erradicación de todo intento de defender nuestras creencias y aplicarlas a nuestro estilo de vida y a los conceptos morales que han predominado en una sociedad en progreso durante los últimos siglos, se está provocando el derrumbe total de la civilización moderna al destruir sus bases de libertad y de respeto a los derechos humanos.
Los francotiradores tratan de callarnos a la fuerza, nos insultan, se burlan y proclaman que sólo su verdad es tolerable y cualquier otra opinión debe ser aplastada por todos los medios represivos a su alcance. La respuesta adecuada a la vida bajo los francotiradores es la alegría y el espíritu de lucha. No ceder, no darnos por vencidos, no aceptar en silencio que violen nuestros derechos.
**
Austin Ruse is a contributing editor to
Crisis Magazine. His next book,
Under Siege: No Finer Time to be a Faithful Catholic, is out from Crisis Publications on March 19.
You can follow him on Twitter @austinruse.