¿Se puede ser Católico y Socialista?

Por supuesto que sí. El socialismo es un sistema básicamente económico y el catolicismo es precisamente la universalidad dentro del cristianismo. Católico significa universal desde San Ignacio de Antioquía.

Por supuesto, a los muchos socialismos hay que ponerles “apellidos” para identificarlos. Difícilmente un católico se identificará como socialista - marxista. Mas bien lo hará; –como bien manda el catecismo de la progresía esnobista–, como socialista democrático, socialista progresista, social cristiano, demócrata cristiano, etc . Etcétera aquí significa un juego de palabras, un nominalismo, o un arroz con mango ideológico de muy difícil explicación; pero, que simplificando al máximo, tiene un común denominador más o menos disfrazado: la supresión de la libertad que implica coartar la propiedad, de una u otra manera, como la concibió John Locke, el padre del liberalismo, basándose en las escrituras.

Fue Karl Marx quien afirmó que el núcleo, el meollo, la piedra angular, el corazón de su socialismo, que llamó científico, radicaba en destruir la propiedad privada para hacerla comunitaria. En ella radica la fuente de todo mal, por la distorsión y el egoísmo individual y colectivo que generaba. Marx, en su religión secular, equiparaba la propiedad al pecado original del que nos instruyó el gran maestro de Occidente: San Agustín de Hipona catorce siglos antes.

De manera que un católico al adherirse a algunos de los socialismos teóricos que aún pululan por el mundo, tiene que combatir la libertad que genera por ósmosis el liberalismo económico. Esto lo hará de una manera más o menos explícita; a hurtadillas. Por supuesto no lo va a reconocer. No quiere, ni puede reconocerlo.

Y lo va a negar, si es un cristiano de estirpe, porque esto es la antítesis de la libertad evangélica que proclama el Cristo –absoluta, prístina , excelsa– desde San Mateo al Apocalipsis de San Juan. En realidad, se trata mas bien de Teología Moral, que de Economía Política.

Debo aclarar que me refiero a los católicos de la progresía o diletantes de mi iglesia porque es la única desde 1891, con la Rerum Novarum, que sostiene un corpus doctrinal al respecto: la Sociología Católica. Evangélicos y protestantes están fuera del juego porque siguen menospreciando la epístola de Santiago (es un decir) aferrados a su motto: Solo Fe; solo Cristo; solo Escritura. Merecen todo mi respeto en su errática soledad teológico – social.

Pero bueno, los católicos socialistas seguirán existiendo e insistiendo en su error. Están en su pleno derecho . Argumentando, seguirán en el siglo XXI contra el liberalismo económico moderno, con los mismos ataques que se utilizaron contra el capitalismo depredador del siglo XVIII y traspolando estúpidamente la infabilidad papal a temas económicos. Casi siempre orientados por prelados que nunca estudiaron economía en los seminarios. Así vamos ……..