La causa mapuche está manipulada desde el exterior, se quejan dirigentes indígenas, que aseguran no tienen nada que ver en la violencia desatada en el sur de Chile.
La última quema de camiones en Collipulli, por un grupo de encapuchados, ha indignado a las diversas comunidades de la Araucanía que culpan a grupos terroristas venidos desde el exterior a realizar desmanes.
Nacho Letelier comentó en las redes sociales que "no existe la tal causa mapuche, lo que hay son grupos de izquierda maxista concertados y armados llegados de afuera a desestabilizar el orden establecido".
"El mapuche ama y respeta la naturaleza, no la quema."
La meica Carmen Kimn, en la comunidad de Nueva Imperial, precisa que grupos terroristas marxistas llegaron hace años y se renuevan para llevar a cabo sus planes dentro de Chile. "Nosotros amamos los árboles y la naturalza en general, que nos proporciona yerbas medicinales y comida. No vamos a atentar contra ella".
Los ataques incendiarios en la Araucanía cuestan miles de millones en pérdidas en los campos de cultivo.
Mientras muchas comunidades y organizaciones mapuches realizan sus reclamos por vías pacíficas, hay otras más radicales que han realizado actos terroristas con intimidación a propietarios y personal de fundos, preferentemente con ataques incendiarios y armados a casas y camiones de la zona de Arauco.
Entre estos hechos destaca el asesinato del agricultor Werner Luchsinger y su esposa en enero del 2013, quienes perecieron en un incendio provocado a su casa en la comuna de Vilcún, desde donde los saboteadores no los dejaron salir. Celestino Córdova, culpado como responsable, fue condenado a 18 años de prisión.
Se le hace duro al Presidente Sebastián Piñera solucionar un conflicto que se inició en los mismos albores en que fuera conquistado el país y sus habitantes y que es exacerbado por elementos desestabilizadores, venidos del exterior.
A la lucha de los indígenas se unen elementos que nada tienen que ver con el conflicto mapuche, que han recibido cursos en Cuba, Venezuela y Colombia de instructores revolucionarios que provechan oportunamente el conflicto en provecho de sus propios intereses.