Reducido crecimiento de la economía Latinoamericana y Caribeña.
- Eugenio R. Balari †
-
Topic Author
- Offline
- Senior Member
-
- Posts: 107
- Thanks: 0
Reducido crecimiento de la economía Latinoamericana y Caribeña.
03 Mar 2018 19:09
Reducido crecimiento de la economía Latinoaméricana y Caribeña.
-Como habitualmente hacen la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y otras instituciones regionales, todos los años se realiza un balance diagnóstico y luego un pronóstico, sobre el comportamiento de las economías de la región y de esta en su conjunto.
-Al principio de año lo realizaron y de sus resultados o consideraciones es que pueden redactarse estas líneas, las que se orientan, fundamentalmente, a partir de los elementos macroeconómicos utilizados.
-En los dos último años el producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe no obtuvo crecimiento, sin embargo en el 2017 mostró una modesta recuperación; signo económico positivo que puede inclinar la situación hacia un nuevo y mejor ciclo de crecimiento, o iniciar una nueva tendencia hacia el fortalecimiento de las economías en los países del área.
-El 2017 la economía regional cerró con una modesta mejoría económica, obteniéndose un crecimiento promedio del 1,3% del (PIB).
Los análisis de la CEPAL valoraron una situación parecida, aunque algo mejor ocurriría en el 2018; pronosticando un crecimiento para la región de alrededor del 2,2%.
-Lo peor o más negativo sobre lo ocurrido durante el 2017 fue, que el modesto repunte económico no se transformó en algo beneficioso socialmente; dado que no se pudo atenuar la situación del desempleo y la pobreza, ni reducir los elevados índices de la desigualdad social; este último aspecto, como bien dice la CEPAL, mantiene lesionado a más de 26 millones de personas en el área y las estadísticas hablan de un mayor nivel de deterioro en los afectados.
-Indudable que la región se encuentra urgida de inversiones y otros considerables esfuerzos económicos, que se encaminen a promover crecimiento y un desarrollo más integral en lo económico y social, también equilibrado, e inclusivo socialmente.
-Latinoamérica y el Caribe por la dilatada desaceleración económica por la que hubo de transitar, muestra en las actuales circunstancias de la economía internacional, periódicas fluctuaciones entre etapas de crecimiento u otras de desaceleración; por lo que evidencia inestabilidad o más bien fragilidad para garantizar un crecimiento estable y sostenible; el que a su vez posibilite sacar adelante las economías nacionales y eliminar las críticas situaciones sociales o de pobreza que se padecen.
-El desempleo, miseria y pobreza, no posibilitan, ni inciden en el crecimiento de la demanda interna y ello es factor importante para estimular el desarrollo de diversas ramas económicas y de las economías en su conjunto; por lo que los críticos aspectos sociales que se manifiestan, como la exclusión y marginación existente; son factores que conspiran grandemente sobre una mayor estabilidad económica y el mismo crecimiento económico en toda la región.
-Significa además que el lento crecimiento de la demanda (local o global), los financiamientos cada vez más costosos y volatiles, los insuficientes niveles de las inversiones, la ralentización del comercio y sobretodo, la caída de los precios de las materias primas en los países del área; han sido y seguirán siendo los elementos causantes para que los países y la región de conjunto, no ofrezcan un cuadro económico regional más positivo o alentador.
-Sin embargo y lo positivo de todo ello es de acuerdo a los criterios de la CEPAL, que sus actuales pronósticos se basan en la posibilidad de un contexto internacional más favorable; cuando valoran la economía global deberá expandirse y crecer a tasas cercanas a las del pasado año 2017, previéndose se sitúe alrededor al 3%. También pronostican una mayor celeridad en las economías emergentes, aunque sin dejar de tomar en consideración la ralentización del comercio y una posible caída de los precios de las materias primas.
-No obstante los factores valorados y las favorables circunstancias internacionales que estiman; será necesario se produzca un mayor peso o dinámica en el consumo privado, en la inversión extranjera y doméstica; como motores desencadenantes o fundamentales en los momentos actuales, de manera estimular la demanda interna.
-No obstante, mientras la situación socioeconómica, al parecer se orienta positivamente, el contexto laboral se mantiene rezagado.
Lo expresan de ese modo las estadísticas recién publicadas, porque la tasa de desocupación promedio en el área, aumentó de 7,9 al 8,4%, índices qué al valorarlos piensan descenderá limitadamente en el presente año.
-A su vez la Organización Internacional del Trabajo (OIT), enfatizó otros aspectos de interés, que de acuerdo a sus valoraciones no deben dejar de tomarse en cuenta; ellos son la permanente desigualdad de géneros, la ausencia de posibilidades laborales para los jóvenes y la calidad de los puestos de trabajo que aparecen; factores que contribuyen a mantener y desarrollar los trabajos informales en la región
-Tales cuestiones no dejan de ser preocupantes, más si a ello sumamos que la participación laboral de las mujeres es un 20% menor que la de los hombres.
Igual se manifiesta cuasi de manera permanente, una situación en que uno de cada cinco jóvenes no logra obtener ocupación laboral de carácter formal en los países de América Latina y el Caribe.
Son realidades que unido a los reducidos crecimientos económicos que se obtienen en el área; convierten en insuficientes las posibilidades para atenuar o solucionar las condiciones de desocupación y pobreza.
-Si a tales factores agregamos la disgregación político/económica, la inestabilidad, o vaivenes políticos en diversos países; más las permanentes situaciones de inseguridad, pobreza, privilegios y corrupción que imperan; así como los efectos de las políticas neoliberales y/o proteccionistas que actualmente se desarrollan; junto a los saldos de los desastres naturales y presente volatilidad financiera, consecuencia de los flujos de capitales hacia los EEUU; todo ello hace compleja o muy difícil las circunstancias de la región para desarrollarse fuerte y sosteniblemente.
-Frente a esas circunstancias políticas, económicas y sociales; solo resulta inteligente o más factible, la vieja aspiración para poder crecer y salir exitosos a las necesidades del desarrollo en esta época; de avanzar en los procesos de integración y cooperación regional; de manera alcanzar en la unidad y cohesión de la región, la fortaleza necesaria para desenvolvernos mejor en el actual, competitivo y complejo mundo en que se vive.
-Ello deberá contribuir a que entre todos los países, se obtenga mayor fortaleza político/económica y se puedan coordinar y negociar mejor, internacionalmente, los intereses de los países del área; con la gran comprensión que incluso dentro de la diversidad política existente ,ello es posible; porque lo que claro está es que fraccionados o divididos, difícilmente se logre alcanzar desarrollo y menos sostenible, o de igual forma pretender eliminar la pobreza y miseria.
-Como habitualmente hacen la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y otras instituciones regionales, todos los años se realiza un balance diagnóstico y luego un pronóstico, sobre el comportamiento de las economías de la región y de esta en su conjunto.
-Al principio de año lo realizaron y de sus resultados o consideraciones es que pueden redactarse estas líneas, las que se orientan, fundamentalmente, a partir de los elementos macroeconómicos utilizados.
-En los dos último años el producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe no obtuvo crecimiento, sin embargo en el 2017 mostró una modesta recuperación; signo económico positivo que puede inclinar la situación hacia un nuevo y mejor ciclo de crecimiento, o iniciar una nueva tendencia hacia el fortalecimiento de las economías en los países del área.
-El 2017 la economía regional cerró con una modesta mejoría económica, obteniéndose un crecimiento promedio del 1,3% del (PIB).
Los análisis de la CEPAL valoraron una situación parecida, aunque algo mejor ocurriría en el 2018; pronosticando un crecimiento para la región de alrededor del 2,2%.
-Lo peor o más negativo sobre lo ocurrido durante el 2017 fue, que el modesto repunte económico no se transformó en algo beneficioso socialmente; dado que no se pudo atenuar la situación del desempleo y la pobreza, ni reducir los elevados índices de la desigualdad social; este último aspecto, como bien dice la CEPAL, mantiene lesionado a más de 26 millones de personas en el área y las estadísticas hablan de un mayor nivel de deterioro en los afectados.
-Indudable que la región se encuentra urgida de inversiones y otros considerables esfuerzos económicos, que se encaminen a promover crecimiento y un desarrollo más integral en lo económico y social, también equilibrado, e inclusivo socialmente.
-Latinoamérica y el Caribe por la dilatada desaceleración económica por la que hubo de transitar, muestra en las actuales circunstancias de la economía internacional, periódicas fluctuaciones entre etapas de crecimiento u otras de desaceleración; por lo que evidencia inestabilidad o más bien fragilidad para garantizar un crecimiento estable y sostenible; el que a su vez posibilite sacar adelante las economías nacionales y eliminar las críticas situaciones sociales o de pobreza que se padecen.
-El desempleo, miseria y pobreza, no posibilitan, ni inciden en el crecimiento de la demanda interna y ello es factor importante para estimular el desarrollo de diversas ramas económicas y de las economías en su conjunto; por lo que los críticos aspectos sociales que se manifiestan, como la exclusión y marginación existente; son factores que conspiran grandemente sobre una mayor estabilidad económica y el mismo crecimiento económico en toda la región.
-Significa además que el lento crecimiento de la demanda (local o global), los financiamientos cada vez más costosos y volatiles, los insuficientes niveles de las inversiones, la ralentización del comercio y sobretodo, la caída de los precios de las materias primas en los países del área; han sido y seguirán siendo los elementos causantes para que los países y la región de conjunto, no ofrezcan un cuadro económico regional más positivo o alentador.
-Sin embargo y lo positivo de todo ello es de acuerdo a los criterios de la CEPAL, que sus actuales pronósticos se basan en la posibilidad de un contexto internacional más favorable; cuando valoran la economía global deberá expandirse y crecer a tasas cercanas a las del pasado año 2017, previéndose se sitúe alrededor al 3%. También pronostican una mayor celeridad en las economías emergentes, aunque sin dejar de tomar en consideración la ralentización del comercio y una posible caída de los precios de las materias primas.
-No obstante los factores valorados y las favorables circunstancias internacionales que estiman; será necesario se produzca un mayor peso o dinámica en el consumo privado, en la inversión extranjera y doméstica; como motores desencadenantes o fundamentales en los momentos actuales, de manera estimular la demanda interna.
-No obstante, mientras la situación socioeconómica, al parecer se orienta positivamente, el contexto laboral se mantiene rezagado.
Lo expresan de ese modo las estadísticas recién publicadas, porque la tasa de desocupación promedio en el área, aumentó de 7,9 al 8,4%, índices qué al valorarlos piensan descenderá limitadamente en el presente año.
-A su vez la Organización Internacional del Trabajo (OIT), enfatizó otros aspectos de interés, que de acuerdo a sus valoraciones no deben dejar de tomarse en cuenta; ellos son la permanente desigualdad de géneros, la ausencia de posibilidades laborales para los jóvenes y la calidad de los puestos de trabajo que aparecen; factores que contribuyen a mantener y desarrollar los trabajos informales en la región
-Tales cuestiones no dejan de ser preocupantes, más si a ello sumamos que la participación laboral de las mujeres es un 20% menor que la de los hombres.
Igual se manifiesta cuasi de manera permanente, una situación en que uno de cada cinco jóvenes no logra obtener ocupación laboral de carácter formal en los países de América Latina y el Caribe.
Son realidades que unido a los reducidos crecimientos económicos que se obtienen en el área; convierten en insuficientes las posibilidades para atenuar o solucionar las condiciones de desocupación y pobreza.
-Si a tales factores agregamos la disgregación político/económica, la inestabilidad, o vaivenes políticos en diversos países; más las permanentes situaciones de inseguridad, pobreza, privilegios y corrupción que imperan; así como los efectos de las políticas neoliberales y/o proteccionistas que actualmente se desarrollan; junto a los saldos de los desastres naturales y presente volatilidad financiera, consecuencia de los flujos de capitales hacia los EEUU; todo ello hace compleja o muy difícil las circunstancias de la región para desarrollarse fuerte y sosteniblemente.
-Frente a esas circunstancias políticas, económicas y sociales; solo resulta inteligente o más factible, la vieja aspiración para poder crecer y salir exitosos a las necesidades del desarrollo en esta época; de avanzar en los procesos de integración y cooperación regional; de manera alcanzar en la unidad y cohesión de la región, la fortaleza necesaria para desenvolvernos mejor en el actual, competitivo y complejo mundo en que se vive.
-Ello deberá contribuir a que entre todos los países, se obtenga mayor fortaleza político/económica y se puedan coordinar y negociar mejor, internacionalmente, los intereses de los países del área; con la gran comprensión que incluso dentro de la diversidad política existente ,ello es posible; porque lo que claro está es que fraccionados o divididos, difícilmente se logre alcanzar desarrollo y menos sostenible, o de igual forma pretender eliminar la pobreza y miseria.
Reply to Eugenio R. Balari †
Moderators: Miguel Saludes, Abelardo Pérez García, Oílda del Castillo, Ricardo Puerta, Antonio Llaca, Helio J. González, Efraín Infante, Pedro S. Campos, Héctor Caraballo
Time to create page: 0.299 seconds